Claves para reducir el desempleo en España

El 24 de noviembre sale a la venta mi libro «Acabemos con el Paro» en el que analizo las medidas que podemos tomar para crear mucho más empleo y de mayor calidad. En este vídeo cortesía de La Sexta Noche, comentamos las claves para reducir el desempleo en España.

De repente, alguno ha descubierto la desigualdad… en esta legislatura. A pesar de que la desigualdad se disparó entre 2006 y 2011 un 11% con respecto a la media de la UE y haya caído en 2014 y 2015, según Eurostat. A pesar de que la desigualdad haya crecido en España desde 2005 menos que en Dinamarca o Francia.

El 52% de los nuevos parados de España y el 27% del total están en Andalucía. La región con más paro de Europa desde hace muchos, demasiados años. Treinta y tres años de asistencialismo, políticas de intervención y redistribución no solo no han cambiado el patrón de crecimiento, han perpetuado el rentismo y la baja competitividad. Y nadie se arrepiente. Será que les ha faltado tiempo. Y aun “exigen” que se aplique el mismo modelo al resto del país.

Nos rasgamos las vestiduras ante la temporalidad y precariedad, pero la temporalidad era del 31% del total de contratos en 2007 y hoy es el 25%. En el cuarto trimestre de 2007 los contratos indefinidos eran el 69% y hoy son el 75%. A finales de 2011 era el 74%. Parece a veces que antes de 2011 vivíamos en Silicon Valley.

El subempleo en España es del 9% del total, según la OCDE, y son menos de un 3% los contratos de menos de tres meses.

Nos rasgamos las vestiduras ante la temporalidad y precariedad, pero la temporalidad era del 31% del total de contratos en 2007 y hoy estamos en el 25%

Crear 353.000 puestos de trabajo y 528.000 afiliados a la Seguridad Social, cuando desde hace siete años solo hablábamos de destrucción de empleo,debería ser causa de celebración. Que lideremos la creación de empleo de la OCDE es una gran noticia. La calidad, los salarios altos y la mejora vendrán cuando las condiciones de inversión y la certidumbre para crear proyectos a largo plazo mejoren, no cuando lo decida un comité. Y hacer mucho más debe ser una prioridad. Sin embargo quieren que hagamos mucho menos.Introducir mayor rigidez y revertir las reformas para repetir los errores de 2008, sin sonrojarse ni pedir perdón por poner al país al borde de la quiebra.

Es una buena noticia que España sea el segundo país de la Unión Europea en número de nuevos contratos indefinidos entre 2014 y 2015. Pero lo que es más revelador es que el modelo dirigista e intervencionista francés está destruyendo empleo fijo y juvenil.

En el periodo 2014-2015 mientras España ha creado un millón de puestos de trabajo y liderado, tras Alemania, la creación de empleo indefinido, Francia destruía 236.000 empleos indefinidos y Bélgica 47.000, destruyendo ambas también empleo neto.

La Unión Europea gasta en políticas activas de empleo casi el 1% del PIB anual y sin embargo ha destruido empleo mientras aumentaba el gasto.

En mi próximo libro ‘Acabemos con el Paro’ (Deusto, a la venta 24 noviembre), lo explico. Tenemos un problema. Muchos partidos no quieren acabar con el paro. Quieren gestionar los fondos del asistencialismo. Más parados, más subvenciones, observatorios, comités, fondos y cursos.

Si quisiéramos reducir el paro la prioridad de todos los partidos sería facilitar que los autónomos crecieran, que las pymes tuvieran facilidades para hacer la transición a gran empresa, no escollos burocráticos, normativos e impositivos crecientes. La primera línea de su programa sería mejorar diez o veinte puntos en el ranking de facilidad para crear empresas del Banco Mundial. La segunda sería cambiar una fiscalidad anticrecimiento que penaliza al que desarrolla su negocio y critican todos los organismos internacionales. Una fiscalidad mal diseñada que cobra a emprendedores, autónomos y pymes antes siquiera de haber vendido, no ya de tener beneficios, y que penaliza el crecimiento con una falsa progresión que es regresiva, frena el incentivo a crecer.

El empleo de calidad y largo plazo en España no va a venir del asalto al emprendedor. En un país con un 90% de pymes y a mayor parte microempresas, el empresario no es el Tío Gilito nadando en dinero, es un trabajador más que sufre y pelea cada euro con sus empleados.

El empleo solo va a mejorar cuando dejemos de creer que lo van a crear unos señores que nunca han creado una empresa ni contratado a una persona con su riesgo y su dinero.

La precariedad se terminará el día que tengamos más expertos en crear riqueza y menos en redistribuir la nada y repartirse su comisión.

El empleo solo mejorará cuando dejemos de creer que lo van a crear unos señores que nunca han creado una empresa ni contratado a una persona con su dinero

Estamos cambiando el patrón de crecimiento porque, gracias a Dios, no lo ha decidido un comité en un plan quinquenal. Estamos exportando más y mejor sin hundir la balanza comercial “incentivando la demanda interna”. Hemos reducido a casi la mitad el déficit tecnológico sin tirar de las subvenciones de “desmercantilización de la vivienda” y estudios sobre la migración de patos. Yhemos reducido el paro a pesar de los palos en las ruedas normativos, locales, regionales, sectoriales que introducimos cada dos por tres y que convierten crear una empresa en un ejercicio de Corredor del Laberinto.

Hemos comprobado los errores de copiar los modelos que en Europa han generado estancamiento y desempleo. Y encima no han conseguido mejorar las perspectivas ni de igualdad ni de empleo juvenil.

España puede crear mucho más de dos millones de puestos de trabajo en los próximos tres años.

Como no los va a crear es esperando que lo haga un comité de ocupas, politólogos y creadores de observatorios con nuestro dinero.

Pero reducir el paro significa menos cursos y menos comités. Vaya.

@elconfidencial

Adicionalmente, lean «cinco mitos sobre la recuperación y el empleo» aquí.

 

El Desastre Populista

El Fondo Monetario Internacional estima que la economía venezolana será la que más decrezca del mundo en 2015. La receta populista que contó con el aplauso y asesoría de los líderes de Podemos, que consideraban a Venezuela un ejemplo para

España, ha resultado ser uno de los fracasos más sonados de las políticas económicas del mundo. La inflación estimada alcanza el 168 por ciento. Pero si usamos el índice de pérdida de poder adquisitivo de Hanke, es del 615%.

 

El desabastecimiento alcanza al 90%, y el salario mínimo es menos de 12 dólares al mes, uno de los más bajos del mundo después de Cuba. Lo peor de la política monetaria salvaje de devaluar y generar inflación es que, además, Venezuela ha dilapidado una década de altos precios del petróleo y su enorme riqueza con el intervencionismo más brutal. Se han expropiado más de 1.500 empresas. Pues bien, el 90% de ellas están en pérdidas, han quebrado o no producen ni un 50% de lo que hacían antes de la intervención. Una economía que no solo no ha reducido su dependencia del petróleo sino que en la época del chavismo ha hundido los sectores industriales y exportadores y además han convertido a la petrolera estatal en una de las más ineficientes del planeta, de la que se extraen más de 12.000 millones de dólares para subvenciones políticas.

 

Si analizamos el crecimiento y reducción de pobreza desde la llegada de Hugo Chávez y con Nicolás Maduro, países como Chile, Perú o Colombia han conseguido cotas mucho mayores de bienestar para la población sin lanzar a la economía a la hiperinflación.

 

Lo peor de llevar a cabo estas políticas es que es imposible revertirlas rápidamente. La destrucción del tejido productivo y la ruptura de relaciones comerciales con el mundo no se solucionan en poco tiempo, ni el asalto a la propiedad privada y al imperio de la Ley. Venezuela es uno de los 15 países más corruptos del mundo, según Transparency International.

 

La oposición o cualquier nuevo gobierno se enfrentará a años para reconstruir lo que se ha roto en estos pasados. Venezuela debe servirnos de ejemplo ante las llamadas a romper con las mínimas reglas de la economía. Y debemos hacer todo lo posible para que no se apliquen las mismas medidas, porque luego los populistas nunca admiten sus errores. Culpan al enemigo exterior y recomiendan repetir.

@larazon.es

Tratado Transpacífico. ¿Se recuperará el comercio? (TTIP)

El tratado de libre comercio entre EEUU, Japón y otras 10 naciones, conocido como TPP, es una de las mejores noticias de las últimas semanas. Abarca a un 40% de la economía mundial y se convierte en el primer gran tratado de libre comercio que se firma en muchos años, en los que hemos visto cómo el proteccionismo reducía el crecimiento potencial global.

La relevancia del tratado es doble. No solo es enormemente positivo para el comercio global y el bienestar de los ciudadanos, sino que elimina trabas que han impedido históricamente a países emergentes modificar su patrón de crecimiento.

Convierte una zona económica con 650 millones de habitantes en un potencial mercado único donde los firmantes menos favorecidos se benefician de las normativas y derechos de las grandes potencias. Se evita, y esto es importante, que China imponga sus condiciones comerciales y laborales.

Un potencial enorme de crecimiento para unas economías que suponen más de 20 billones (trillones EEUU) de dólares de PIB. Se estima un probable efecto positivo de un 2 al 3% del PIB y un aumento de la renta per cápita de casi un 5% (hasta un 10% en Brunei, México, Perú o Vietnam).

Genera, además, la eliminación de aranceles y trabas sin afectar a la soberanía de los países y armonizando las condiciones tanto para empresas como para trabajadores.

Los países firmantes son el 44% del comercio mundial, así que el efecto multiplicador puede ser muy importante. Sobre todo en flujo inversor.

Ahora toca que la UE y EEUU finalicen el tratado bilateral que permita afianzar la posición de Europa en el mundo

Ahora toca que la UE y EEUU finalicen el tratado bilateral que permita afianzar la posición de Europa en el mundo. Los que dicen que son acuerdos que benefician a las multinacionales no solo caen en contradicciones, sino que faltan a la verdad. Si las “multinacionales controlan el mundo” no necesitan acuerdos bilaterales que armonicen las normas de comercio.

Son las que se pueden permitir millones de abogados y bancos de inversión. A quien benefician los acuerdos bilaterales es a quienes no tienen baterías de asesores legales y financieros. Y la legislación laboral y medioambiental no se pierde. Se trata de defender la ley y las normas, y evitar el abuso político y el ataque a la seguridad jurídica. El que piense que la UE va a poder sobrevivir metiendo la cabeza en un agujero como un avestruz, mientras el mundo potencia la productividad y la apertura, simplemente delira.

Este acuerdo es esencial porque mejora la posición global de muchos países que no tienen grandes ventajas a la hora de comerciar globalmente. Hace unas semanas, en Lima, muchos pequeños empresarios veían este acuerdo como el gran impulsor del crecimiento en un entorno de materias primas en declive.

 

¿SE RECUPERARÁ EL COMERCIO?

Ya comentamos que el comercio global va a crecer en 2015 menos de la mitad de su media histórica (WTO). Merece la pena analizar algunos indicadores en medio del miedo a la desaceleración global.

En las últimas semanas el coste de alquilar un gran barco de crudo (VLCC) se ha disparado a 100.000 dólares diarios, un nivel no visto desde 2008. Parece ser que la demanda de crudo de China ha mejorado y el gigante asiático ha alquilado todos los barcos disponibles en Medio Oriente. En cualquier caso, conviene ser cautos porque se puede dar el efecto de inventarios o el impacto que vimos en 2013 y que luego no confirmó la tendencia. Pero ahí queda el dato.

Una de las razones por las que no debemos considerar estas cifras de manera optimista es que el mismo indicador del mercado de productos refinados ha caído un 17% en una semana a 17.000 dólares al día, y es un nivel de los más pobres desde 2008.

Ya comentábamos hace tiempo que el comercio global se ralentizaba y la sobrecapacidad estructural en el mercado de buques no se reducía. El Baltic Dry Index no es un indicador perfecto de comercio global, dada la excesiva construcción de buques comparada con la demanda real, pero la tendencia de consumo de dicha capacidad sí es importante.

En 2013 y 2014 comentábamos que se daba un nivel medio de utilización que no llegaba al 70%, con algunos segmentos muy por debajo. En 2015, al menos el ritmo de desaceleración empezó a mejorar y llevamos unos meses en los que no se destruye más.

Pero la desaceleración continúa en varios segmentos.

El índice Baltic Dry caía un 6% en una semana, con todas las rutas mostrando pérdidas de tarifa de alquiler de buques del 6% (Capesize) y del 5,8% (Panamax). Los barcos contenedores también han sufrido una desaceleración en estas semanas del 7% a pesar de una mejora a nivel anual. ¿Qué nos dice esto? El comercio global de buques se desacelera en todas las principales rutas comerciales, aunque ligeramente mejor que en la primera mitad del año.

Así que ojo. La sobrecapacidad en buques es estructural, pero es indudable que la firma del acuerdo transpacífico es un paso de gigante, y muy positivo, para el desarrollo económico y la recuperación del comercio. Ya solo falta el TTIP.  Aunque moleste a los intervencionistas.