
Los principales bancos centrales (del G-10) han aumentado el tamaño de su balance, inyectando liquidez a más de 20 billones de dólares en esta crisis. Adicionalmente, las medidas de política fiscal de los gobiernos ya suman más de nueve billones de dólares. Esto supone mucho más que ningún Plan Marshall y la mayor inyección ante una crisis jamás vista, si lo comparamos con el PIB y masa monetaria global.
Esta enorme inyección de liquidez, préstamos y gasto gubernamental ha sido suficiente para relanzar los mercados a niveles en los que se ha recuperado gran parte de la caída con la crisis del Covid-19.
Las preguntas fundamentales son: ¿es suficiente? y ¿funcionará?
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