“When a problem comes along you must whip it”. Mark Mothersbaugh.
Los tipos negativos y la represión financiera hacen estragos en la economía real mientras los Estados se apuntan la medalla de las bajas primas de riesgo como si tuviera algo que ver con sus políticas. Los tipos negativos penalizan el ahorro, la inversión prudente, generan mayor desconfianza porque se percibe la incongruencia entre el coste del dinero y el riesgo real y, lo que es peor, fomentan la masiva mala asignación de capital. Son un enorme incentivo al endeudamiento y el gasto improductivo a costa de ahorradores, pensionistas y sectores productivos.
Hace dos semanas comentamos en esta columna la enorme burbuja creada por los bancos centrales.
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