Con la tarjeta de crédito de otro, todos los restaurantes son baratos. Sánchez ha asfixiado a impuestos a los españoles, ha despilfarrado el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia democrática y deja una deuda descontrolada y un enorme déficit estructural. Sánchez no ha gestionado, solo ha expoliado y despilfarrado. Y dejará cifras de ruina.

A finales de 2019, la deuda pública, según el protocolo de déficit excesivo, rondaba los 1.188 billones de euros. En junio de 2025 supera los 1.69 billones de euros, un incremento de más de 500.000 millones de euros.
Si lo miramos sobre PIB, la deuda pública en 2019 estaba en el 95,5% y en junio de 2025 está en el 103,5% del PIB. Y eso incluye el efecto placebo del denominador, que es PIB nominal y, por lo tanto, sube más con mayor inflación.
Cuerpo se vanagloria de la importante reducción de deuda desde la pandemia, pero todo el efecto viene del denominador, al inflarlo con una inflación elevadísima y un PIB dopado por gasto público. Entre 2019 y 2025 no se ha dejado de emitir deuda neta nueva.
La deuda pública total asciende a 2.17 billones de euros, lo que supone el 134.7% del PIB estimado
El coste de intereses de la deuda se ha disparado de 29.300 millones en 2019 a 42.000 millones de euros estimados en 2025, evidencia de que no se ha dado ningún tipo de consolidación presupuestaria, al contrario de lo que comenta Carlos Cuerpo.
Todo esto ocurre con un estímulo fiscal sin precedentes, ingresos récord y cifras de fondos europeos históricas. El total de fondos europeos efectivamente recibidos por España entre 2019 y 2025, sumando Next Generation (transferencias), REACT-EU, SURE y Cohesión, asciende ya a más de 120,000 millones de euros hasta agosto de 2025.
Los datos son desastrosos, pero la realidad es mucho peor. Para tener una imagen más completa de la deuda de las administraciones públicas, debemos acudir a la deuda total (pasivos totales acumulados según el Banco de España). La deuda pública total asciende a 2.17 billones de euros, lo que supone el 134.7% del PIB estimado.
El aumento del PIB nominal entre 2019 y junio de 2025 es aproximadamente de 355.000 millones de euros, la deuda pública ha aumentado más de 500.000 millones de euros y el país ha recibido más de 120.000 millones de euros de fondos de Europa. El que piense que eso es crecer, tiene un grave problema.
Ahora analicemos las consecuencias de este gigantesco despilfarro de fondos europeos y gasto.
La única solución para España es revertir todos los aumentos de gasto político del Gobierno de Sánchez y las subidas de impuestos
Un país que se queda atrás en PIB per cápita ajustado por poder adquisitivo, donde ha aumentado la carencia material severa y los ciudadanos son más pobres en términos reales netos, además de pagar cada día más impuestos.
El problema es que en la oposición se imponga la idea de heredar y no derogar.
La única solución para España es revertir todos los aumentos de gasto político del Gobierno de Sánchez y las subidas de impuestos, llevar a cabo un verdadero ejercicio de limpieza de las cuentas públicas y no caer en el error del gradualismo, que solo llevará a que le culpen al próximo del endeudamiento acumulado y el adicional, como ocurrió en el pasado.
España no ha tenido un presupuesto equilibrado desde la burbuja inmobiliaria.Desde entonces, el descontrol de las cuentas públicas ha sido la norma.
El problema de los “moderados” que recomiendan gradualismo es que nunca los he escuchado recomendar moderación cuando se dispara el gasto público. Vivimos en un país donde se blanquea cualquier desequilibrio fiscal como emergencia y después el más modesto de los ejercicios de control del gasto se critica como si fuera el desastre. “Austericidio” llamaron a una moderación mínima del gasto público.
La gran oportunidad que tiene la oposición es demostrar que va a llevar a cabo políticas opuestas a las del sanchismo, que va a derogar las subidas de gasto e impuestos y va a priorizar medidas de verdadera liberalización.