La revolución fiscal y los cien días de Trump

Se cumplen cien días de la administración Trump y los mensajes de que se iba a generar una debacle total de proteccionismo y desastre no se han cumplido. La realidad, nos guste o no, es que la administración Trump –en materia económica- sigue muy de cerca las políticas de Obama. Por supuesto, Barack Obama era un gran comunicador y un líder carismático. Multiplicaba las medidas proteccionistas con una sonrisa y una llamada al libre comercio (como explicamos aquí)  y deportaba a millones de ciudadanos mientras hablaba de solidaridad. Donald J. Trump tiene de gran comunicador y carismático más bien nada.

Desde 2008 a 2016, el país que más medidas proteccionistas impuso, de lejos, fue EEUU, según Geopolitical Intelligence Service. Entre 2010 y 2015, se implementaban entre 50 y 100 nuevas medidas proteccionistas en los primeros cuatro meses de cada año. En 2016, más de 150.

Obama deportó a 2,5 millones de inmigrantes. Más que los 10 presidentes americanos anteriores juntos.

 

Se lleva a cabo tal angelización de las administraciones demócratas y demonización de las republicanas que nos llevamos las manos a la cabeza por una guerra en Afganistán que lleva ya quince años y un muro en México que empezó Clinton, aumentó Bush y mantuvo Obama.

Como me dijo una vez el ex vicepresidente Cheney, “no te preocupes, que todo lo que hacemos hoy que dicen que es por el mal se dirá que se hace por el bien cuando ganen los demócratas”.

En fin, que los presidentes de EEUU no son ángeles ni demonios. Y que Obama tuvo cosas buenas y la administración Trump también las tiene. Otras son muy criticables. De momento, sus primeros cien días en temas económicos son positivos. Las expectativas de crecimiento, consumo e inversión han aumentado ante sus propuestas.

Y tres propuestas son muy positivas. La reducción del “estado paralelo” que lleva a cabo Rex Tillerson y el ataque a la burocracia inútil aconsejado por Carl Icahn, añadido a la propuesta fiscal de Steve Mnuchin son muy buenas noticias.

Como explicamos aquí los recortes propuestos van mucho más allá de anécdotas. De momento, el Secretario de Estado trabaja con un plan de reducción de costes que superaría los 100.000 millones de dólares, y los recortes incluirán todas aquellas partidas fuera del gasto obligatorio (mandatory), centrándose en el gasto político. Lo que en la administración se llama draining the swamp (secar el pantano). Vaciar el séptimo piso de la Secretaría de Estado y también lo que se había denominado “gobierno en la sombra” creado durante la administración anterior. Una auténtica masa de despidos de personal político. Estamos hablando de 250 oficinas y 30.000 personas.

 

LA PROPUESTA FISCAL

 

Estados Unidos, en los últimos ocho años, ha vivido la mayor transferencia de riqueza de los ahorradores y la clase media al Estado de su historia. $1,5 billones de nuevos impuestos, casi $10 billones de nueva deuda y $4,5 billones de expansión monetaria para un aumento del PIB de casi $3 billones.

Si hay algo enternecedor de los análisis de los economistas intervencionistas es que, los mismos que aplaudían la política de más gasto, más impuestos y más déficit de Hillary Clinton y Obama, hoy se llevan las manos a la cabeza ante las bajadas de impuestos porque… pueden aumentar el déficit. Parece que el déficit es solo bueno cuando nos quitan dinero del bolsillo, no cuando nos lo devuelven.

El plan fiscal de Mnuchin tiene toda la lógica económica y además, es políticamente brillante. Como explica Jeffrey Tucker, de la Fundación para la Educación Económica, es un plan que fortalece el crecimiento y mejorará los ingresos por mayor crecimiento. Y además, sus votantes lo perciben inmediatamente.

Bajada del Impuesto de Sociedades del 35% al 15%.

Bajada del impuesto sobre las plusvalías de 23,8% al 20%.

Bajada de IRPF a todos los ciudadanos al 10%, 25%, y 35%.

La deducción máxima por persona se duplica y las deducciones por hipoteca y gastos familiares se mantienen.

Las bajadas en el Impuesto de la Renta implican que los ciudadanos que ganen menos de 25.000 dólares anuales no paguen IRPF, los de menos de 75.000 dólares, lo hagan sólo al 10%, entre 75.000 y 225.000 dólares, al 20% y para el resto, al 25%, según Mnuchin.

La mayor bajada de impuestos de la historia supondría en las rentas más bajas casi duplicar su renta disponible actual.

Como explicamos aquí, el Banco Mundial estima que estas bajadas de impuestos fortalecerán el crecimiento, y Deutsche Bank considera que son las que debería llevar a cabo la Unión Europea, y estima que podrían duplicar el crecimiento real del PIB en Estados Unidos.

La evidencia del efecto positivo de las bajadas de impuestos es demoledora. El ejemplo de más de 200 casos en 21 países demuestra que son mucho más efectivas las bajadas de impuestos y reducciones de gasto, a la hora de incentivar el crecimiento y la prosperidad, que los aumentos de gasto. Estudios de Mertens y Ravn (The dynamic effects of personal and corporate income tax changes, 2012), Alesina y Ardagna (Large changes in fiscal policy, taxes versus spending, 2010), Logan (2011), o el FMI concluyen que en más de 170 casos el impacto de bajadas de impuestos ha sido mucho más positivo para el crecimiento.

 

Hay muchas cosas que se pueden criticar a la administración Trump, pero aquí no hablamos de ideología o pensamiento económico, sino de sentido común

 

Ya explicamos en esta columna cómo se financiarían estas bajadas de impuestos y la importancia de recuperar el endémico crecimiento económico de EEUU para recuperar su potencial y devolver a empresas y ciudadanos el hachazo fiscal sufrido.

Esta reducción de gasto, burocracia e impuestos de EEUU –si se aprueban, que no es todo tan fácil- tienen un impacto muy relevante sobre el resto del mundo y la Unión Europea. Se estima que solamente la repatriación de capitales de las empresas norteamericanas hacia EEUU podría detraer hasta 95.000 millones de dólares de la UE.

Pero el mayor impacto es que, de nuevo, la Unión Europea se sitúa muy lejos en cuanto a fiscalidad orientada al crecimiento. Hay muchas cosas que se pueden criticar a la administración Trump y es irrelevante. Pero aquí no hablamos de ideología o pensamiento económico, sino de sentido común. Si EEUU quiere seguir siendo el líder de la economía global, debe abandonar el estancamiento de productividad, inversión y renta disponible que ha supuesto el asalto al ahorrador y productivo.

Como decía Rex Tillerson hace muchos años, las bajadas de impuestos no son debatibles como motor de la economía desde un punto de vista de generación de mayor riqueza y de redistribución no confiscatoria. Y ese es el objetivo, recuperar la clase media, que ha pagado la fiesta de los últimos ocho años.

Veremos si se aprueba, y veremos si son deficitarias. El propio Comité para un Presupuesto Responsable tiene estimaciones que indican que no aumenta el déficit y Mick Mulvaney en su presupuesto tiene como contingencia 45.000 millones de dólares de colchón. Pero el hecho de que estas medidas hayan sido criticadas “por aumentar el déficit” por los mismos que decían que hay que endeudarse más y aumentar el déficit (lean Time to Borrow de Krugman ) demuestra que van por el buen camino.

Mulvaney sabe que estas medidas aumentan la demanda global de dólares muy por encima de la oferta, y Mnuchin sabe que el aumento en crecimiento y renta disponible es muy positivo económicamente y políticamente.

 

No se trata de liberalismo, socialismo o conservadurismo. Las etiquetas son irrelevantes en una economía como la norteamericana. Se trata de lógica.

Investigación sí, no gasto político

¡Hay que gastar en I+D+I!… ¿Cuántas veces ha oído o leído esta frase? Nadie puede estar en desacuerdo ¿verdad? El problema, como con todos los gastos, es en qué y para qué.

Es enternecedor ver la campaña de Podemos en la que habla de los recortes “del PP” en I+D+I que se hicieron… ¡entre 2009 y 2011! Efectivamente, el hachazo se concentra en su totalidad en esos años, pero, como explica Fernando Rodriguez de Inuber, no se ha recortado desde 2009 “el 35% del gasto en I+D”, ha sido alrededor de un 10%. Y, desde 2012 se ha mantenido, subiendo un 4,1% en 2016.

Pero vayamos a los años anteriores. El gasto en I+D+I, sea público o privado, es muy poco útil si no se traduce en patentes y, con ellas, empresas. Gastar mucho o poco es irrelevante si se despilfarra en estudios sobre la “desmercantilización de la vivienda” o “el urbanismo de la no ciudad”, investigaciones sin valor real que en nuestro país han sido desafortunadamente muy frecuentes.

La inversión en I+D siempre se utiliza de manera política, pero se olvida que gastar por gastar no sirve de nada, como explico en Acabemos con el paro (Deusto).Ya antes de la crisis, por cada patente que solicitaba España, Alemania llegaba a 24, Francia a 8, Holanda a 7 e Italia a 4. Por cada patente nacida en España, en Estados Unidos afloraban 34, en Japón 22.

La inversión en I+D siempre se utiliza de manera política, pero se olvida que gastar por gastar no sirve de nada

Según Clarke Modet & Co, empresa líder en patentes y marcas, en el momento máximo de gasto España destinaba un 1,37% del PIB en I+D, mientras Brasil gastaba el 0,7%. Pues bien, Brasil registraba el doble de patentes que España con casi la mitad de gasto.

Es absolutamente necesario invertir, y hacerlo bien, en investigación. Si se invierte bien, tiene un impacto económico real con mejora de productividad y salarios. Si se invierte mal, en estudios redundantes, inservibles o políticos, se convierte en un gasto que entorpece el cambio de patrón de crecimiento al detraer recursos a actividades improductivas.

 

Lo que callan los que ponen como ejemplo a Corea del Sur o los países nórdicos es que, en los países líderes, la inversión privada es más del 65% del total. Hablan de Finlandia o Corea del Sur y callan -probablemente por intereses políticos- que la mayoría del gasto en I+D es privado. En Finlandia, entre el 74% y el 67% en los últimos siete años. En Corea del Sur, el 75% de la inversión en I+D es privada, y más a investigación aplicada, no básica, al contrario que en España.

En Israel se apoya la investigación y el desarrollo no para aparecer en los rankings, sino para crear empresas, empleo y prosperidad. En Israel, el 90% de la inversión es para aplicación empresarial real basada en analizar necesidades de los consumidores. El Gobierno tiene activos 37 programas-puente con universidades, instituciones de investigación y empresas. La financiación de empresas se hace a cambio de royalties. Y la universidad israelí tiene el mayor porcentaje de creación de empresas de la OCDE, empresas que se sacan a bolsa o venden, creando valor, y no se quedan en la facultad.

En España, por ejemplo, uno de los principales registradores de patentes en 2013 fue el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con 196. Aceptable. Sin embargo, el 50% de los royalties (ingresos por las mismas) que recibe, provienen de una sola patente de 1989.

Según los datos del estudio El sistema de patentes 2014 de la Online Business School, todos los inventores y compañías españoles solicitaron 2.476 patentes. Samsung solicitó 2.833 ella sola. Entre 2007 y 2010 era igualmente pobre. La gran caída de número de patentes (internacionales y europeas) se dio entre 2009 y 2011, un 26%.

Si miramos los mayores registradores de patentes, no nos extrañará saber que el sector público solo aparece dos veces (aunque merece resaltar al CSIC en tercer lugar).

Un ejemplo que demuestra la descorrelación entre gasto y patentes es el que explica Marca España. “El número de patentes españolas en la Oficina Europea de Patentes (EPO) alcanzó la mayor cifra de su historia en 2014, con un total de 467, un 18% más de las 395 consignadas en 2013. El número de patentes registradas por firmas españolas se había mantenido bastante estable en los tres años anteriores: 392 en 2010, 381 en 2011, y 405 en 2012”.

PARA SER LÍDERES EN I+D

¿Qué debemos hacer para ser líderes en I+D en vez de campeones en repartir subvenciones perdidas? No les sorprenderá a ustedes. Exactamente lo contrario a lo que proponen los redistribuidores de la nada.

Primero, reducir subvenciones y aumentar deducciones fiscales a la investigación y desarrollo. Exactamente lo contrario de lo que quieren.

Segundo, una fiscalidad atractiva que potencie la creación de empresas y desarrollo de patentes con rentabilidad económica real. Que los profesores e investigadores en la universidad –sea pública o privada- reciban remuneración en acciones e incentivos con las patentes reflejadas en creación de empresas. Es decir, lo contrario a lo que proponen.

Tercero, medir el acceso a ayudas no en base a gasto repartido por decisión política sino en resultados y con baremos objetivos de éxito en patentes.

Cuarto, penalizar con eliminación de ayudas a las universidades y empresas que gasten en estudios duplicados o triplicados sobre asuntos peregrinos. Anualmente se pierden casi 32.000 millones de euros en la Unión Europea en investigaciones redundantes, en algo que ya existe en el seno de la Unión o en países terceros, según Clarke, Modet & Co.

Pero es que el objetivo no es investigar, ni desarrollar patentes y –ni por asomo- empresas. Ninguno de los redistribuidores de la nada hace un solo análisis de coste-beneficio o de productividad de dicha inversión. El objetivo es aumentar mucho el presupuesto para repartir desde un objetivo político y, además, controlar el flujo de gasto para tener investigadores rehenes del gobernante de turno. Porque entonces no se trata de investigación, sino de gasto político.

Análisis de la EPA (Primer Trimestre 2017)

Una colaboración de Guillermo Julio Sáez, autor del blog Análisis Mercado Laboral.

Análisis EPA 1T 2017.

Esta mañana conocíamos los datos de la EPA 1T 2017 y a vista de titular no reflejan una buena situación del mercado laboral. Error, el mercado laboral no es estático, no es una foto. Al contrario, se debe mirar en perspectiva para poder extraer conclusiones rigurosas.

A primera vista vemos que la tasa de paro ha repuntado hasta el 18’75% desde el 18’63% del último trimestre de 2016. ¿Es una mala señal? No, si miramos los datos disponibles, desde 2002, tan solo en 2005 la tasa de paro descendió en un primer trimestre, cuando cayó hasta 10’17% desde el 10’53% del último trimestre de 2004.

La EPA 1T 2017 ha reflejado lo previsto ya que durante el primer trimestre se vive un “efecto compensación”, es decir, durante los primeros meses del año el mercado laboral depura el empleo creado a final del año anterior vinculado a la Navidad y rebajas distorsionando las cifras del mercado de trabajo. Pero esto, no es síntoma de un deterioro del empleo. Por ejemplo desde 2014 que empezó a recuperarse el empleo, en todos los años (2014, 2015 y 2016) la tasa de paro repuntó en el primer trimestre y no impidió que todos los años se saldaran con un descenso del paro y un aumento de la ocupación. Así pues en el 1T 2014 el paro se situaba en el 25’93% y en el 1T 2017 en el 18’75%, es decir, 7’18 puntos menos. Este descenso se traduce en 1.487.700 ocupados más que al inicio de 2014.

Pasando a analizar las cifras que nos deja la EPA 1T 2017 encontramos el aumento de la tasa de paro y un descenso de la ocupación de -69.800 personas ¿Es mala señal? No, en 2016 en el mismo periodo de tiempo el número de ocupados descendió -64.600 personas y el año acabó con 400.000 ocupados más. En términos interanuales el empleo ha crecido en 408.700 personas, después de que el sector privado haya creado 453.100 empleos pero se haya destruido 44.400 empleos en el sector público.

Por sectores, durante los tres primeros meses del año han registrado avances los sectores de la Agricultura (+31.000) y Construcción (+2.100) mientras que ha presentado descensos en Servicios (-94.700) e Industria (-8.200). En términos interanuales todos los sectores registran avances, liderados por el Sector Servicios (+199.000) e Industria (+89.500). Más allá del dato de ocupación y repunte de la tasa de paro, que sin un análisis en perspectiva puede parecer malo, encontramos cifras realmente esperanzadoras para el mercado laboral español. Estas cifras son la reducción de la tasa de temporalidad hasta el 25’75% tras aumentar en el primer trimestre en 78.000 el número de trabajadores con contrato indefinido y la reducción de -122.600 del número de trabajadores con contrato temporal. El empleo indefinido registra un avance de 195.600 en los últimos 12 meses. En cuanto al tipo de jornada, como en los anteriores primeros trimestres, el empleo a jornada completa registran retrocesos pero no en el conjunto de los últimos 12 meses, en los que el 89% (365.200) de los nuevos ocupados lo hizo a jornada completa. Un dato excelente ha sido la reducción en -75.800 de parados de larga duración.

En conclusión,  la primera EPA del año ha reflejado un ligero retroceso del empleo, dentro de lo normal (No comparable por ejemplo con el deterioro del empleo de 2008 a 2009 cuando el paro paso del 13% a finales de 2008 al 17% en el primer trimestre de 2009). Para seguir con detalle el estado de nuestro mercado de trabajo, la semana que viene tendremos los datos de Paro Registrado y Afiliación a la Seguridad Social, los cuales según previsiones reflejarán el aumento del número de cotizantes hasta superar la barrera de los 18 Millones, cota que no se veía desde hace 8 años.