Un Acuerdo Griego Lleno de Sombras

14 de julio de 2015 
El acuerdo presentado por el Eurogrupo a Grecia va a suponer otros 10.000 millones de euros que tienen que poner los ciudadanos españoles. Ahora lo importante es asegurarse de que no se tiran. 

Empecemos por el asunto de la solidaridad y el engaño de los populistas de que a Alemania ya se le perdonaron las deudas en 1953 y a Grecia no.

Grecia ha recibido desde 2012 el 254% de su PIB en rescates, incluyendo éste que acaban de negociar. Añadido a una quita y avales del BCE, supone más de doce veces lo que recibió Alemania en el año 1953 tras la Segunda Guerra Mundial. Y Alemania fue un estado intervenido por los aliados al que se le exigieron años de superávit. Grecia, sin embargo, tuvo una media del 7,3% del PIB anual de déficit en los 20 años antes de entrar en la UE, y una media del 8% anual desde que ha entrado en la eurozona. El equivalente a más de 54 planes Marshall.

El acuerdo de ayer se diferencia de otros en que es el primero desde la creación de la Unión Europea que ataca problemas estructurales de confianza. Es por ello que, aparte de cifras, lo que merece resaltarse es la parte cualitativa. Para empezar, es esencial entender que los 50.000 millones de euros de activos que el Gobierno griego debe poner como colateral en una cuenta independiente hacen el rescate muy diferente a otros.

Ya no es un préstamo sin condiciones, sino un crédito respaldado por activos. Si Grecia no cumple, esos activos pasarán a pertenecer a la Unión Europea.

Segundo: la Unión Europea exige un proceso de cambio legislativo que implemente en Grecia las prácticas de buen gobierno de los países avanzados. Es esencial para atacar el problema del clientelismo y las dificultades burocráticas que presenta la economía griega.

El hecho de que se exijan entidades independientes de monitorización y control del proceso de reducción de gasto público y de privatizaciones es importante. Pero debe ser eficaz.

En tercer lugar, por fi n un proceso de privatización de sectores ineficientes, incluida la desastrosa red eléctrica, una de las más caras e ineficientes de la Unión Europea. No sólo tiene una de las eléctricas más contaminantes, ya que genera casi todo con carbón, sino una tarifa eléctrica sobrecargada y cara en la que se paga hasta la TV pública.

El problema de ese proceso es que todas las empresas a privatizar son deficitarias. Es decir, que el que compre va a tener que inyectar miles de millones de euros para sanearlas. El nuevo rescate además prevé que las dificultades de la banca pública griega requieran más de 9.000 millones de capitalización.

En resumen, el plan de la Unión Europea supone la intervención completa de un estado fallido y llevado al borde del abismo por la incompetencia de Syriza.

La solución no es facil, porque se prevé que Grecia caiga en recesión con el PIB reduciéndose un 3% en 2015. De hecho, la producción industrial ya se ha desplomado un 4% en cinco meses desde la llegada de Syriza al Gobierno heleno.

Además, el corralito se mantiene, la confianza en el Gobierno griego es prácticamente inexistente y el acuerdo debe ser implementado antes del miércoles, por lo que se puede dar aún alguna sorpresa de última hora. De hecho, no sólo en Grecia puede darse un revés si el Parlamento lo rechaza. Finlandia, Holanda y otros países también rechazan dar otro rescate.

Seamos cautos ante la euforia. La probabilidad de que este rescate vuelva a ser mal utilizado por Grecia es bastante alta. Este episodio puede que no sea el último.

Syriza sí es culpable del desastre griego

«I want to take you out of the frying pan and into the fire», Jim Steinman

El rescate griego se estima entre 82.000 y 86.000 millones de euros, según el Eurogrupo. Añadido a los 240.000 millones recibidos anteriormente, la quita a la deuda griega y los avales y liquidez del BCE, Grecia acumularía más de un 254% de su PIB en ayudas, una cifra superior en 12 veces a la ayuda que recibió Alemania en 1953 tras el tratado de Londres.

La cifra es simplemente brutal, pero se va a ver incrementada por una situación económica de implosión generada por la destrucción de confianza global que Syriza ha llevado a cabo.

Syriza ha conducido lo que era un país con dificultades a un estado fallido al borde de la intervención. Llegó a una Grecia que crecía un 0,8%, había reducido el déficit a la mitad y en superávit comercial y ha conseguido en cinco meses que la producción industrial se desplome (un 4% en un mes), el país se vaya a la recesión y la inversión huya.

– El día que abran los bancos los ciudadanos que votaron oxi, nai o no participaron van a retirar depósitos de nuevo. La confianza se ha roto con un Gobierno que se desdice una y otra vez.

– El rescate de la banca pública griega ante una descapitalización previsible puede superar los 9.000 millones adicionales. Y a mí la cifra del BCE me parece conservadora.

– La Unión Europea ha tenido que solicitar medidas legislativas urgentes para atacar el Estado ineficiente y clientelar ante la negativa de los sucesivos ejecutivos, incluido Syriza, que se negó a bajar el gasto militar.

Syriza es culpable del corralito al haber testado todos los límites de la negociación de manera irresponsable. El órdago sin cartas no le ha servido de nada

Sí, porque Syriza es la culpable del corralito al haber testado todos los límites de la negociación de una manera irresponsable. El órdago sin cartas no le ha servido de nada. Tras el referéndum donde pretendía «fortalecer su posición negociadora» sólo ha conseguido lo contrario, y presentar un plan aprobado el viernes que es más duro que el del 26 de junio.

Y, como comentábamos en esta columna, el daño es difícilmente reversible.

Finlandia ya ha votado en contra del nuevo rescate y en Reino Unido se ve como un dinero que volverá a perderse en sostener un Estado hipertrofiado, en gasto corriente y en una Grecia que sigue echando al capital inversor y creador de empleo con legislaciones entorpecedoras y burocráticas. Holanda también responde de manera muy crítica a un nuevo rescate. Sin embargo, nuestros populistas poco defienden la dignidad y decisiones de los que pagan.

La única esperanza para la economía y el pueblo griego es que las medidas legislativas se implementen de manera inmediata y urgente, ya que no es un problema de financiación ni solidaridad. Es la destrucción total de la confianza en un Gobierno y unas instituciones.

Y con la destrucción de la confianza ninguna devaluación ayudaría a Grecia,como comentábamos aquí el viernes. Se lanzaba a la megainflación y quiebra de sus pensiones y seguridad social. Porque invertir no solo es cuestión de precio. Hay gangas muy caras. Toda la Unión Europea lo sabe ya.

Como todos los populistas, Syriza pasará a la historia por ser la responsable de empeorar lo que fingía proteger: el Estado del bienestar y a los desfavorecidos

Para restaurar la confianza se tienen que cumplir los principios de credibilidad, eficiencia y compromiso. El Estado griego va a tener que haceresfuerzos enormes para recuperarlos. Y eso que el camino estaba claro, y llevado a cabo con éxito en España, Portugal e Irlanda. Syriza prefirió una política suicida.

Como todos los populistas, Syriza pasará a la historia por ser la responsable deempeorar brutalmente lo que fingía proteger: el Estado de bienestar y a los desfavorecidos.

El rescate de Grecia va a ser una donación de toda Europa, y va a necesitar demonitorización y control constante para evitar que vuelva a pasar lo mismo y tengan el rostro de decir que «es culpa de los que nos prestaron, por fiarse».

Grecia tiene solución. Por supuesto. Pero esa solución no es aumentar un Estado hipertrofiado y clientelar y poner más escollos a la creación de empresas y empleo. Sin una legislación detallada y clara, medidas como las que tomó Thatcher en Reino Unido cuando era «el enfermo de Europa» y estaba condenado a «mendigar, pedir o robar» como decía Kissinger, medidas como las tomadas en Irlanda o España, Grecia solo va a terminar peor.

No se puede imprimir crecimiento y no se puede donar confianza.

La confianza tarda años en conseguirse y muy poco en destruirse. El populismo comunista siempre hace lo mismo, a ver si nos vamos dando cuenta. Promete como Papá Noel y responde como Papá Piquillo.

La Burbuja China

«I’m Living on Chinese rock, everything is in the pawn shop» Ramones

 Mientras en Europa hablábamos de Grecia, en el mundo se gestaba otro problema importante. Durante el fin de semana el banco público chino (PBOC) anunciaba una inyección masiva de dinero para contener la caída de las bolsas. Las bolsas chinas han caído más del 30% desde máximos y hasta el 78% de los valores del índice de Shangai estaban suspendidos por volatilidad el 7 de julio.

Una de las medidas que más han sorprendido es la decisión de aumentar capital en la firma China Securities Finance Corp, controlada por el regulador público. Supondrá aumentar su capital, multiplicándolo por cuatro.

¿Por qué un banco público se preocupa por sostener una bolsa que aún muestra rentabilidades positivas?

En esta columna lo hemos comentado desde mi artículo «Ojo con China». La enorme mayoría de las empresas semiestatales de la bolsa china muestran rentabilidades muy por debajo de su coste de capital. El gobierno chino ha estado intentando controlar el excesivo endeudamiento y la pobre rentabilidad del sector estatal permitiendo salidas a bolsa de subsidiarias, pero es consciente de que dichas empresas necesitarán ampliar capital o acudir masivamente a los mercados para mitigar el impacto de una ralentización de China que pilla a más del 48% del índice Hang Seng con muy pobres ratios de caja, muy baja rentabilidad y débiles balances.

La bolsa en China ya lleva tiempo reflejando el inexorable parón de la economía y la baja competitividad de muchos de sus grandes grupos

¿Qué hace un regulador público controlando a un broker?

La respuesta no es fácil. Desde luego es poco recomendable que el sector financiero público se ponga como objetivo sostener las bolsas. No genera confianza, pero sobre todo muestra que los estados tienen la mala costumbre de incentivar las burbujas. En cualquier caso, en mi opinión, el objetivo es suavizar el paso de una economía intensiva en capital e industria a una de consumo sin poner en graves dificultades financieras a los grandes grupos empresariales estatales chinos. Lean lo que comentaba sobre la deflación exportada desde China. A pesar de las debilidades antes comentadas en eléctricas, petroleras y grupos industriales, muchas cotizan a múltiplos altos. Aunque es inútil en un mercado tan grande, busca mitigar grandes volatilidades. Curiosamente, y desafortunadamente, dichos organismos públicos nunca reaccionan bien cuando se dispara la bolsa. Ante una subida como la vista a principios de año, suele acumular, no vender… Y se descapitaliza muy rapidamente cuando la bolsa corrige ya que esas entidades financieras están muy endeudadas.

¿Por qué se unen 21 casas de bolsa para crear un fondo que compre acciones chinas de larga capitalización?

La verdad es que a cualquiera le sorprende una medida de urgencia cuando la bolsa en China ya lleva tiempo reflejando el inexorable parón de la economía y la baja competitividad de muchos de sus grandes grupos. El calentón de muchos valores ante la bajada de tipos del banco central chino no era buen presagio. Si uno quisiera pensar mal, da la sensación de querer dar imagen al exterior de que entre el banco central y las casas de bolsa pueden sostener las altas valoraciones ante una desaceleración mayor a la esperada. Pero es más lógico pensar que buscan dar confianza a un inversor minoritario que ha entrado al calor de una subida excesiva. 
Y es que todo esto no es «casualidad»… El mineral de hierro ha caído casi un 70% desde los niveles de hace unos meses, el petróleo, el carbón… Son muestras de una debilidad china que va más allá de unas décimas menos de crecimiento. Lo comentaba en «la desaceleración china y sus consecuencias». No es debilidad, es normalización.

¿Es la cantidad anunciada suficiente?

Sinceramente, no. La cantidad total anunciada no llega a la capitalización de un par de megapetroleras estatales chinas.

Ante una economía que se ralentiza, intentar sostener múltiplos que descuentan alto crecimiento es un error. Esperemos que no sea una decisión incorrecta similar a la que tomaron en Octubre de 1929 los grandes bancos de Wall Street. Parar la hemorragia durante un corto tiempo para luego acelerar la caída.

La economía china puede llevar a cabo la transición de un modelo hiper-endeudado y de baja productividad a uno orientado al valor añadido y al consumo, pero no me parece que sostener valoraciones excesivas bursatiles sea una buena idea.
Sin entrar en dramatismos de crash bursátil o recesión, este episodio, de nuevo, debe alertarnos del error de perseguir las decisiones de un banco central cuando los fundamentales no acompañan.

China va hacia un largo periodo de crecimiento de país maduro. Cuando crecía mucho, además, no se reflejaba en los beneficios comparados con el coste de capital.

Cuidado con los espejismos de banco central. Y mucho más cuidado aun con sostener artificialmente las bolsas. Cuando algo es caro, la política monetaria no lo hace barato.