Grecia y el resultado del populismo

La crisis griega vivida entre junio y julio probablemente haga que Syriza pase a la historia como uno de los gobiernos de mayor incompetencia de la historia.

Tsipras se ha comportado como un populista de libro. Prometiendo lo inalcanzable, y adoptando una postura negociadora de «órdago sin cartas», ha llevado a su país de un problema de negociación de condiciones financieras a un corralito y un referéndum, que pretendía dar fortaleza negociadora a Syriza, y que ha conseguido lo contrario. El viernes 10, el parlamento griego aceptaba una propuesta final de Tsipras que era más dura que la que los ciudadanos votaron «no». El populismo siempre promete el cielo y luego solo ofrece infierno.

La dimisión del ministro de finanzas Yannis Varoufakis también ha sido la culminación de una actitud de populismo de libro. Tsipras y Varoufakis llegaban al gobierno griego con una economía que empezaba a ver la luz al final del tunel. Grecia crecía un 0,8% en 2014, reducía su déficit público a la mitad y cerraba el ejercicio antes de las elecciones con superávit comercial. Varoufakis prometía un acuerdo rápido y positivo para los griegos. El día que dimitió no había acuerdo, la economía se encontraba en recesión y los ciudadanos se veían haciendo colas de horas en los cajeros para sacar 60 euros.

La política de aislarse de todos los países miembros de la Unión Europea ha sido un grave error. En lugar de buscar apoyos y alianzas con países relevantes y cercanos en sus propuestas, como Francia, Tsipras y Varoufakis se lanzaron contra todos desde una posición suicida, en la que no contaban ni con fondos ni con opciones para jugar el órdago.

Al final, como no podía ser de otra manera, Grecia presentó una propuesta diametralmente diferente a las promesas de Syriza. Privatizaciones, recortes y aumentos de impuestos mayores a los que hubieran acordado amigablemente unos meses antes de llevar al país al corralito apurando los plazos cuando no disponían de liquidez.

Pues bien, los 72.000 millones de euros estimados para el tercer rescate a Grecia van a ser muy dificiles de recuperar porque el gobierno de Syriza no ha presentado una sola medida que busque atajar el estado clientelar, mejorar la competitividad y facilitar la creación de empresas

Si recordamos la historia de los rescates recibidos por Grecia, suman 240.000 millones, 110.000 millones de euros en abril 2010, seguido de 130.000 millones en marzo de 2012. Adicionalmente, el país recibió una quita de la deuda y avales, además de apoyo del Banco Central Europeo, que ha permitido a Grecia tener uno de los costes más bajos y periodo de pago más largo de su deuda de todos los países de la Unión Europea. Si unimos a todo ello un nuevo rescate de 72.000 millones, Grecia habrá recibido en ayudas el equivalentes a un 254% de su PIB. Es decir, más de 56 planes Marshall y más de diez veces lo que recibió Alemania en el acuerdo de Londres de 1953.

Sin embargo, la economía griega ya está cayendo en picado. La producción industrial caía un 4% en un mes, y las estimaciones de crecimiento pasaban de un +0,5% a una caída del 2%. Es por ello que un Eurogrupo que desconfía totalmente de Syriza se encuentra muy dividido a la hora de dar otro rescate que probablemente se perderá. La posición de Finlandia es totalmente contraria al rescate, la de Holanda es similar, mientras que Alemania es más conciliadora. Francia e Italia son los más proclives al rescate.

Pero lo importante no es la cantidad desorbitada invertida -si se recupera- en rescatar a Grecia, sino que no se resuelven los problemas estructurales de la economía griega:

– Un sector público hipertrofiado y clientelar que historicamente siempre ha gastado mucho más de lo que ingresaba. Además de un gasto público que pesa casi un 59% del PIB y que continúa en términos absolutos por encima del pico de la burbuja de 2007, la media anual de déficit fiscal de Grecia desde su entrada en el euro ha sido del 8%. En los 20 años anteriores a su entrada en el euro, dicha media anual de déficit superaba el 7%.

– Muy baja competitividad. la economía griega tiene uno de los índices de competitividad más bajos de la OCDE. De hecho, se encuentra a nivel de países como Argelia o Irán.

– Enormes escollos para la creación de empleo y empresas. Según el Banco Mundial, el país tiene una de las posiciones más bajas en el ranking de facilidad para crear empresas debido a sus altísimas cargas sociales y una burocracia entorpecedora.

De nuevo, el gobierno griego prefiere atacar la creación de empleo y valor añadido además del consumo antes de atacar el gasto clientelar. El estado griego mantiene cientos de “comités” de “análisis” que emplean a más de 10.000 personas y cuestan alrededor de 200 millones de euros anuales. Más de 70 empresas públicas con una media de empleados que llega a ser un 30% superior a cualquier comparable europea, y la mayoría generadoras de pérdidas. Muchos se rasgan las vestiduras con el gasto en defensa de Grecia y pocos dicen que Syriza se ha negado a reducirlos en 400 millones de euros, como pedía la UE.

También conviene resaltar la responsabilidad de la Unión Europea que no monitoriza el gasto público griego. Al centrarse solamente en los grandes números, olvida que sigue perpetuándose una burocracia clientelar y un sistema hipertrofiado. Y sin atacar ese problema, la economía productiva no va a renacer.

El verdadero drama es que con las medidas anunciadas por Syriza en lo que concierne a impuestos, se pone otro palo en las ruedas de los sectores creadores de riqueza y empleo.

La confianza en el estado griego es inexistente y el miedo a una salida del euro continúa desmoronando las posibilidades de crecimiento del país, ya que supondría la quiebra del sistema de pensiones y seguridad social, además de un empobrecimiento inmediato con una devaluación del 50-70%. La salida del euro de Grecia supone no solo llevar al país diez años atrás y lanzarlo a una enorme recesión con inflación disparada, sino que sentaría un grave precedente ante una Unión Europea frágil y dividida, lo cual llevaría las primas de riesgo al alza y la inversión en países periféricos a la baja ante la posibilidad de nuevos casos de salida y devaluación.

A cierre de este artículo se articulaba un acuerdo «in extremis» para mantener a Grecia en la Unión Europea y la Eurozona. Las nuevas exigencias del Eurogrupo y el deterioro a onos vista de la economía helena se encuentran con un gobierno cuya incompetencia manifiesta ha llevado al país a una situación de recesión o debacle.

Porque el banco central europeo puede apoyar, pero no imprime crecimiento. La política monetaria no soluciona los problemas de competitividad. Los enmascara.

Me temo que dentro de tres años, hablaremos de nuevo de la crisis griega, mientras el gobierno pone otra piedra en el zapato a las empresas y consumidores.

La Falacia de que las grandes empresas no pagan casi impuestos

Artículo de Javier G. Echegaray, cortesía de Libertad Digital y disponible completo aquí.

Suele ser habitual leer en los medios noticias sobre lo poco que pagan las grandes empresas por Impuesto de Sociedades -en adelante IS-. El objetivo de este análisis es aportar datos que ofrezcan luz sobre la cuestión, para lo que me basaré en la última Memoria de la Administración Tributaria disponible a fecha de hoy y que corresponde al ejercicio fiscal de 2011, así como datos de Eurostat para comparar el caso español con otras economías europeas.

En primer lugar, ¿de verdad pagan tan poco las grandes empresas?En el siguiente gráfico resumo cómo se calcula el IS con datos acumulados de dos categorías de empresa: entidades pertenecientes o no a un grupo consolidado. En el primer caso, se encuadran las empresas de menor dimensión; en el segundo, al formar parte de un grupo de sociedades, se consideran empresas de mayor dimensión.

El punto de partida es la base imponible, que, a su vez, se calcula sobre el resultado contable obtenido en el ejercicio y sobre el que se aplican diversos ajustes, desde excluir el gasto contable por impuesto de sociedades -que no es lo que efectivamente paga una empresa por IS- hasta eliminar diversas provisiones que no son fiscalmente deducibles o compensar las bases imponibles acumuladas por pérdidas de ejercicios anteriores.

De esa forma, se obtiene la base imponible: si es positiva se tributa, y, en caso contrario, se acumula para compensar en la liquidación del IS los beneficios que se registren en el futuro.

Como se puede observar en el anterior gráfico, las entidades de mayor dimensión tributaron en 2011 a un tipo superior del 30% frente al tipo reducido del 25% de las pequeñas. Y aunque disfruten de mayores minoraciones en la cuota, pagan lo mismo. En comparación con su base imponible, las grandes empresas pagan un tipo efectivo del 18,7% mientras que las de menor tamaño pagan un 18,6%.

En cuanto a las minoraciones a la cuota, se trata principalmente dededucciones por doble imposición que se producen porque la empresa obtiene ingresos por dividendos de otras empresas. Estos dividendos son beneficios que ya tributaron en la empresa de origen, por lo que para evitar una doble tributación se procede a excluirlos del cálculo del impuesto a pagar.

El impacto de estas deducciones -totalmente justificado- es notable. Mientras las grandes empresas tienen un tipo efectivo inferior (18%) al de las Pymes (19%/20%), si se ajusta por las deducciones, éste es muy similar (22% vs 21%/23%).

Hay que considerar que en el caso de los grupos consolidados, las sociedades cabecera o holding de las que depende el resto de empresas del grupo son las que, por lo general, deben hacer frente a las deudas y, precisamente, el ingreso obtenido por el dividendo de las filiales es su principal vía de obtener recursos para hacer frente a los pagos.

De todas formas hay que destacar que el IS es sólo una parte de los impuestos y tasas a los que deben hacer frente las empresas. En el caso español, el sistema fiscal aplicable a las compañías incluye un total de 71 figuras tributarias, que, si bien pueden parecer muchas, se quedan cortas en comparación con las 128 existentes en Italia.

Además, si se analiza la composición fiscal por el tipo de contribuyente, las empresas y autónomos soportan en España una mayor carga fiscal relativa frente a otros países de nuestro entorno.

De hecho, si bien en España la recaudación medida sobre el PIB es relativamente baja (puesto 20 de 29 países), en términos de carga impositiva sobre las empresas y autónomos, su posición asciende alnúmero 10 de la UE.

En este punto, conviene destacar que el grueso de la recaudación por IS recae en las grandes empresas. Así, tal y como puede comprobarse en el siguiente link de @Absolutexe, en 2013 el 0,079% de las empresas aportaron el 53% de la recaudación total del IS. Es decir, son las empresas de mayor dimensión las que concentran el grueso de la recaudación en esta materia.

Por último, recordar que la evolución de la recaudación por IS está determinada por la actividad de las empresas. Así pues, debe ponerse en contexto el negativo impacto de la crisis en las empresas según al sector al que pertenezcan. Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria hasta 2011, la recaudación por IS bajó a la mitad, pero si se excluyen las actividades vinculadas con el ladrillo (construcción, servicios inmobiliarios o banca), la pérdida se limita a poco más de una tercera parte.

Durante los años de crisis, el resultado contable de las empresas se ha desplomado (un 94% menos), pero el de las sociedades con resultado positivo -mejor referencia de la recaudación positiva- ha descendido un 34%, bastante menos. Es la evolución de las sociedades en pérdidas la que explica esa diferencia.

Precisamente, son esas pérdidas acumuladas en los últimos años -visibles en la barra roja del siguiente gráfico- la principal razón que convierte en un ejercicio absurdo el cálculo del pago de impuestos sobre el resultado contable positivo, dado que esos números rojos permiten compensar la factura fiscal sobre futuros beneficios.

Dicho de otro modo, dichas pérdidas funcionan como una especie de crédito fiscal que el Estado concede a las empresas (los números rojos aminoran el pago de impuestos sobre futuros beneficios) y que, como comentamos anteriormente, es uno de los ajustes a realizar entre el resultado contable y la base imponible.

En definitiva, las grandes empresas no pagan pocos impuestos con respecto a las pequeñas, asunto diferente es plantearse la existencia o no de ciertas deducciones, pero lo que pagan está vinculado, en última instancia, con el entorno de mercado en el que operan. De hecho, lo que demuestran los datos es que las empresas y autónomos en España soportan una carga fiscal relativamente elevada en comparación con otros países europeos.

DATOS ACTUALIZADOS 2015 (cortesía Diego de la Cruz)

La contribución fiscal de las empresas del Ibex 35 aumentó un 3% a lo largo del año 2015. En total, las compañías incluidas en el selectivo dejaron al fisco alrededor de 8.524 millones de euros en concepto del Impuesto de Sociedades, tal y como se desprende de las cuentas presentadas ante la CNMV.

Según ha determinado Cecilia Castelló en Cinco Días, la suma total aportada por las 35 empresas del Ibex a lo largo de 2014 ascendía a 8.254 millones de euros. Por tanto, entre 2014 y 2015 vemos que las cotizadas han aportado 270 millones de euros más a la Hacienda española.

El grupo que más impuestos pagó fue el Banco Santander, con 3.120 millones de euros, frente al los 1.274 millones que aportó BBVA. El top cinco de las empresas del Ibex 35 que pagan más a Hacienda lo cierran Inditex, con 861 millones, Gas Natural, con 573 millones, e Iberdrola, con 527 millones.

El términos efectivos, esta liquidación fiscal se traduce en que las grandes empresas pagaron a Hacienda un 23% de sus beneficios. El tipo general del Impuesto de Sociedades estaba fijado en el 25% en 2016. Por tanto, pagar un 23% no supone un descuento significativo frente al tipo general.

Mitos y realidades de la fiscalidad empresarial

Lamentablemente, el debate tributario se ha contaminado de afirmaciones falaces que sostienen que la fiscalidad empresarial en España se sitúa por debajo del 5%. Este dato proviene de interpretar equivocadamente que la forma de calcular los impuestos aportados por las empresas pasa por comparar sus aportaciones al fisco español con sus beneficios obtenidos a nivel mundial. En realidad, la base imponible de los impuestos pagados en España son los beneficios obtenidos en España, por lo que los cálculos que insinúan que las grandes empresas de nuestro país apenas pagan impuestos no pueden estar más equivocados.

Por otro lado, como explicó Libre Mercado, los datos de Hacienda muestran también que:

la aportación fiscal de las grandes empresas es notable. Así, apenas el 0,1% de las sociedades registradas en nuestro país aporta la mitad de la recaudación derivada del Impuesto de Sociedades. Hablamos de 1.171 compañías que generan 11.000 millones a Hacienda.

De esos 11.000 millones que generan las firmas de mayor tamaño, unos 8.500 millones vienen de las 35 empresas que están incluidas en el Ibex. Por tanto, las sociedades que están en el selectivo aportan alrededor del 30% de los ingresos que obtuvo Hacienda por el Impuesto de Sociedades.

 

Video Conferencia Situación Económica de España

Puede verla completa aquí http://www.morningstar.es/es/news/139703/morningstar-tv-mic-2015-(daniel-lacalle).aspx

. Hemos pasado de un shock de euforia a uno de depresión.

. La importancia de la mejora de la balanza comercial.

. Reducir los desequilibrios a la vez que crecemos.

. Mejora del empleo y de las afiliaciones.

. La relevancia del ahorro en la recuperación.

. Importancia de las medidas microeconómicas -reforma laboral y financiera-.

. Reducción de la economía sumergida.

. Mejora del consumo.

. Recordar que es una recuperación frágil.

«Nuestro modelo son los países nórdicos»… No, no lo es

«Nuestro modelo son los países nórdicos»…

– Los funcionarios no tienen puesto vitalicio

– «Bueno, en eso no».

– De los primeros en libertad económica y facilidad para crear negocios

– «Bueno, en eso no».

– Privatizar telecomunicaciones y eléctricas (Suecia rescató a Nordbanken y privatizó hasta Correos).

– «Bueno, en eso no».

– El Salario Mínimo Interprofesional no se impone por ley.

– «Bueno, en eso no».

– Mercado laboral flexible, despido libre (despido en Dinamarca es prácticamente gratis en casi todos los casos).

– «Bueno, en eso no»

– Bajar impuestos y cortar gastos, como Suecia (bajado impto sociedades de 28% en 2006 a 22% en 2013)

– «Bueno, en eso no».

– Energía hidráulica (Noruega 95%) y nuclear (Dinamarca: 74% nuclear, Finlandia nuclear 25%, gas y carbón 28%).

– «Bueno, en eso no».

– Bajos impuestos a empresas (24,5% en Finlandia y Dinamarca, 27,5% Noruega)

– «Bueno, en eso no».

– En Noruega los estudiantes reciben créditos, no becas.

– «Bueno, en eso no».

– En ellos se fomenta la educación privada mediante el cheque escolar.

– «Bueno, en eso no».

– En ellos se obliga a los parados a aceptar cualquier trabajo disponible para poder seguir recibiendo subsidio.

– «Bueno, en eso no».

– Copago sanitario

– «Bueno, en eso no»

– Infraestructuras (carreteras, etc) privadas (en Suecia, dos tercios de todas las carreteras del país son privadas).

– «Bueno, en eso no».

Vaya por Dios.

No, su modelo no son los países nórdicos.

Su modelo es esto.

En detalle:

El modelo nórdico que quiere copiar Podemos (vía Juan Rallo, lea)

– IVA en Suecia: Tipos del 6%/12%/25%
– IVA en Finlandia: Tipos del 10%/14%/24%
– IVA en Dinamarca: Tipo único del 25%

– Copago sanitario en Suecia: Copago en atención primaria (entre 11 y 22 euros por visita), especialistas (entre 25 y 35 euros por visita), atención hospitalaria (hasta 8,7 euros al día), urgencias (entre 11 y 44 euros por visita) y medicamentos (porcentaje variable del gasto en medicinas).
– Copago sanitario en Finlandia: Copago en atención primaria (13,7 euros por visita), especialistas (hasta 27,4 euros por visita), atención hospitalaria (hasta 90 euros días), urgencias (9,25 euros por desplazamiento) y medicamentos (1,5 euros por receta y un porcentaje del precio hasta 627 euros anuales en gastos).
– Copago en Dinamarca: Copago farmacéutico (hasta 478 euros anuales en gasto).

– Indemnización por despido en Suecia: A falta de acuerdo extrajudicial, hasta seis meses si llevas más de 10 años trabajando en la empresa.
– Indemnización por despido en Finlandia: Hasta seis meses si llevas más de 12 años trabajando en la empresa.
– Indemnización por despido en Dinamarca: Hasta tres meses si llevas más de 18 años en la empresa.

Les recomiendo leer el libro «Scandinavian Unexceptionalism: Culture, Markets and The Failure of Third Way Socialism» disponible aquí. Lo escribió Nima Sanandaji del Institute of Economic Affairs precisamente para desmontar, punto por punto, las falacias que usa la izquierda más intervencionista cuando habla de los países nórdicos.

Les recomiendo también el informe «La Paradoja de la Redistribución y Estrategias de Igualdad» de los profesores Korpi y Palme (aquí), donde muestra la falta de resultados a la hora de reducir pobreza y desigualdad de las políticas estatales.

Mito: España está muy lejos de los países nórdicos en gasto social (lea).

Lea el verdadero ejemplo a «aprender de los países nórdicos» aquí escrito por Mauricio Rojas.

Lea mas aquí