«I feel like we’re living in a slowdown town, and on and on it goes”. Nina Persson.
Uno de los grandes peligros de la política monetaria es disfrazar el riesgo. Por toda Europa, los países se vanaglorian de su baja prima de riesgo ignorando la acumulación de riesgo y la desconexión entre los tipos de interés y la realidad económica. Por eso los gobiernos adoran los mal llamados “planes de estímulo” monetarios, porque se pueden apuntar como suyos los efectos positivos y echar la culpa a los mercados, los especuladores o el capitalismo de sus efectos negativos.