La inflación, el impuesto escondido, vuelve a ahogar a los españoles. España registra un nuevo aumento del IPC hasta el 3,1% anual, significativamente superior a la media de la eurozona en los últimos meses y un 23,3% acumulado desde que gobierna Sánchez.

El IPC es siempre una medida imperfecta de la inflación, y en todos los países incluye cambios metodológicos que diluyen el aumento del coste de vida real.
Por ejemplo, la reducción en toda la eurozona del peso de la vivienda en el IPC desdibuja la realidad del empeoramiento de la inflación.
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