La propaganda del Gobierno con los datos económicos es incesante. Sin embargo, la razón por la que tienen que repetirla sin descanso es porque no cuela. El español medio sabe que es más pobre y la euforia del Gobierno no refleja la realidad de las familias.

Un ejemplo evidente es el de la celebración mediática con las estimaciones del FMI.“El FMI sitúa a España como la gran economía avanzada que más crece por segundo año consecutivo”.
Suena bien, ¿verdad? Sin embargo, no hay más que entrar en los detalles del propio informe del FMI y el castillo de naipes de la propaganda se hunde.
Un PIB per cápita estancado (Tabla B.1 FMI octubre 2025). Tras despilfarrar el mayor estímulo monetario y fiscal de la historia, más de 400.000 millones de euros de nueva deuda, 300.000 millones de estímulos monetarios y más de 80.000 millones de euros de fondos europeos, además de contar con un récord histórico de turismo y el efecto viento de cola de un precio del petróleo y el gas a la baja, el PIB per cápita de España 2020-2026 apenas crece un 1,1% anual.
Inflar el PIB con inmigración y gasto público es la receta del estancamiento
La diferencia, en PIB per cápita, deja a España por detrás de Portugal y con una evolución muy similar a la de la media de la Unión Europea.
De hecho, el PIB per cápita, según el FMI, crece menos que el de Japón en 2025 y menos que la media de la zona euro en 2026.
Inflar el PIB con inmigración y gasto público es la receta del estancamiento.
Un paro elevadísimo. Incluso utilizando la metodología de cálculo oficial, el FMI certifica que España seguirá siendo el país con la mayor tasa de paro de todas las economías de la tabla en 2026, un 10,7%. Usted dirá que eso siempre ha sido así, pero no es cierto.
En 2016, 2017, 2018 y 2019 nos superaba Grecia por mucho. Desde entonces, Grecia ha reducido mucho más rápido el paro y sin esconder 740.000 fijos discontinuos inactivos de la cifra de parados oficiales, como hace el Gobierno de España.
El informe del FMI también refleja esa mayor destrucción de poder adquisitivo
Más inflación que la media de la zona euro. Según el INE, ya llevamos seis meses con el IPC al alza y muy por encima de la media de la eurozona. El informe del FMI también refleja esa mayor destrucción de poder adquisitivo. La inflación (IPC) en España fue mayor en 2024 y también será superior a la media de la eurozona en 2025.
Más déficit. Y eso que se calcula déficit sobre PIB nominal, con lo cual el denominador se infla con inmigración y mayor inflación. El déficit en 2026 todavía será del 2,4%, superior a la media de la eurozona.
Con estas cifras, nadie en su sano juicio se lanzaría a celebrar las estimaciones del FMI, pero al Gobierno lo que le importa es la propaganda.
Alberto Nuñez Feijóo afirmaba en un debate parlamentario que “el PIB no se come”, recordando una frase de Leire Pajín de hace muchos años. A ninguno de ellos les falta razón.
El PIB, inflado por un aumento del gasto público y deuda insostenibles y un aumento de población por inmigración de más de dos millones de personas, refleja un PIB per cápita famélico y raquítico, perfectamente coherente con la realidad de que los salarios netos reales han caído y los ciudadanos tienen razón al sentirse empíricamente más pobres.
¿No hay nada que celebrar en las estimaciones del FMI? Claro, dos cosas que el Gobierno calla: La admirable solidez y crecimiento de turismo y hostelería, que han sobrevivido al constante hachazo, a impuestos y trabas, y el comportamiento modélico de familias y empresas que aguantan a pesar del empobrecimiento.
El informe del FMI no da razón alguna para celebrar nada, pero sí constata que el Gobierno de España ha despilfarrado una oportunidad única.
Enhorabuena, el Gobierno de España ha seguido punto por punto las políticas de Grecia en 2005-2007, que también se presentaba como “el motor de crecimiento” de la UE. Luego, todos sabemos lo que pasó.