Esta semana, la ministra Montero ha dicho en campaña electoral que hay que resaltar «el crecimiento de nuestro país, con una riqueza y un PIB que está por encima de países de nuestro entorno como Francia o Alemania» frente al “catastrofismo indocumentado” de la oposición.

Es curioso, porque la que demuestra un nivel de indocumentación preocupante es la ministra de Hacienda.

Con datos de Eurostat, España continúa sin recuperar el PIB de 2019 mientras Francia y Alemania, y la inmensa mayoría de países de la UE ya lo han recuperado hace tiempo. En PIB per cápita ajustado por poder adquisitivo (PPS), Eurostat certifica el empobrecimiento de España. Entre 2018 y 2022 el indicador a ha caído de 91 a 85, el nivel más bajo desde 2011. Francia está en 102, Alemania en 117 para una media de la Unión Europea que sería la base 100. Es decir, España pierde seis puntos de convergencia con Europa en riqueza per cápita.

La pérdida de poder adquisitivo de las familias españolas es la mayor de la OCDE. Las familias españolas han perdido un 7,8% de poder adquisitivo desde 2019 mientras las economías comparables han superado el PIB pre-pandemia y ganan un 1,9%, según datos de la OCDE

España es líder de toda la UE en tasa de desempleo y, además, Eurostat suma dos millones más de desempleados y subempleados, con lo que España lidera, y por mucho, la tasa de “holgura laboral” que incluye paro y subempleo. Con una cifra real de desempleados inscritos en el SEPE que supera los 3,37 millones, lo único que hace el gobierno se llama disfrazar paro.

El cacareado “récord de empleo” es inexistente. Hay 20,5 millones de afiliados pero trabajan menos horas que los 19,3 millones de antes de la crisis. Las horas trabajadas en la última EPA son 468.000 menos que en diciembre de 2019. Un 55% del empleo “creado” desde la pandemia es público. El empleo público ha crecido casi seis veces más que el privado, y tirando de más deuda.

El gobierno, además, ha triplicado el agujero de la Seguridad Social y aumentado la deuda en más de 210.000 millones de euros, el mayor aumento de deuda pública de la eurozona en ese periodo. Según el Banco de España, los pasivos totales de las administraciones  públicas superan los 1,9 billones de euros. La deuda pública sobre PIB según el protocolo de déficit excesivo se ha disparado al 113,1%, pero si incluimos todos los pasivos de las administraciones, que se pagan y se deben igual, supera el 140% del PIB.

España no crece, se endeuda. El rebote del PIB es mucho menor que el aumento de deuda pública.

Según la última revisión del FMI, España no alcanzará el PIB de 2019 hasta 2024, con más de un 15% de inflación acumulada solo en 2022-2024 y la mayor tasa de paro de todos los países de la lista de comparables, y con gran diferencia. Una tasa de paro del 12,4%, muy por encima de Grecia con un 10,4% y masivamente superior a la del resto de países comparables, el doble que la media de Europa avanzada (6,2%).

La misma estimación del FMI supone una inflación acumulada entre 2018 y 2024 por encima del 28%, ya que, según el INE la inflación entre junio 2018 y febrero 2023 es del 13,8%, lo que desmonta también la falacia de que la inflación en España es más baja. La inflación acumulada en España 2018-2023 es muy superior a la de Francia y similar a la media de la zona euro en el mismo periodo.

Aterra que todo esto ocurra con un gobierno que ha tirado con bala de rey y ha contado con el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia democrática de España. Ningún gobierno ha contado con más facilidades por parte de Europa, acceso a deuda, fondos Next Generation y apoyo ilimitado del BCE que compraba el 100% de la deuda pública emitida.

Lo único que se puede decir de la gestión de Sánchez es que es desastrosa y que lo único que está indocumentado es el órgano de propaganda del gobierno.