Hace unos días, un político anunciaba orgulloso que no le importaba la fuga de más de 3.000 empresas sacando sus sedes de Cataluña, según datos del Colegio de Registradores Mercantiles. ¿Por qué? Porque “se quedan las pymes y la parte productiva”. Exxon tiene su sede corporativa en Irving, Texas. ¿Se imaginan a un político en Irving diciendo que no le preocuparía la salida del gigante petrolero porque “solo es la sede social” y “tienen muchas pymes”, en el hipotético caso de que se trasladara? No, ¿verdad? Pero es que nuestros políticos son especiales, y consideran que pueden decir lo que les dé la gana y el mundo debe moverse alrededor de ellos. Seguir leyendo 21-D: El riesgo político, más grave que la crisis
