Video completo aquí (vea)
– El acuerdo con Grecia
– La reestructuración de la deuda
– Los riesgos de las soluciones mágicas
Un análisis detallado de la situación económica en Grecia y España.
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– El acuerdo con Grecia
– La reestructuración de la deuda
– Los riesgos de las soluciones mágicas
Un análisis detallado de la situación económica en Grecia y España.
«I guess things are gonna get much worse before they get better» Eminem
Hay países que tienen un gran potencial y cuyos gobernantes tienen la manía de llevarlos al desastre con las políticas económicas más empobrecedoras posibles. El socialismo represor y depresor.
Mientras aquí los populistas nos venden las soluciones mágicas de intervenir, devaluar, imprimir e inflacionar sin parar, allá donde se aplican solo dejan miseria.
Venezuela, un país que he tenido el honor de conocer bien y que adoro, es uno de ellos. Hace unos meses comentaba el camino hacia el precipicio llevado a cabo por el chavismo en «Venezuela y la pesadilla del petroestado».
Los resultados de la política económica no pueden ser peores:
– Una caída estimada del PIB del 7% con una inflación usando el cálculo oficial del 168% (según HSBC y el FMI).
– Una inflación real del 615% si usamos la pérdida real de poder adquisitivo según el economista Steve H. Hanke.
– Más del 90% de las empresas expropiadas por el chavismo se encuentran en pérdidas o quiebra técnica. Todo lo que nacionalizan se pudre en una combinación de corrupción, intervencionismo y mala gestión. Y ante el desastre, Maduro amenaza a los que sobreviven. Uno de los mayores grupos alimentarios, Polar, se ha mantenido en el país a pesar de amenazas y entorpecimiento estatal… Siempre desde una postura de colaboración con el gobierno.
Pues se le culpa de todo y se amenaza con expropiarlo. Mientras las empresas alimentarias expropiadas, que controlan más del 50% del mercado de alimentos, destruían su producción, Polar se mantuvo en el país distribuyendo y creciendo a pesar de las dificultades hasta que el sabotaje interno y las amenazas la llevan al borde del cierre. El régimen chavista, como un virus, solo busca asaltar el tejido productivo, no mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
– De las más de 1.500 empresas productivas expropiadas, el resultado ha sido caídas de la producción del 50% medio y pérdidas generalizadas. Muchas ya ni producen.
– Venezuela se sitúa entre los países más corruptos del mundo y el más corrupto de América Latina según Transparency International.
– Con 82 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, Venezuela tiene la segunda tasa de criminalidad más alta del mundo.
– A la corrupción y las expropiaciones desastrosas se añade una política monetaria de película de terror que ha hecho que el Bolivar «fuerte», creado por Chavez irónicamente para atacar la inflación, se ha devaluado como casi ninguna moneda del mundo. Como dicen en mi querida Caracas, lo único fuerte del Bolivar es su devaluación.
El tipo de cambio ha pasado de 6 bolivares por dólar a 200 bolivares por dólar en casi diez años. Imprimir para «redistribuir»… Miseria.
– Las expropiaciones, inflación y la corrupción hacen que el nivel de desabastecimiento llegue a niveles extremos, hasta de un 90% en productos esenciales. El Tiempo denunciaba que los 30 millones de habitantes del país tienen asignado un día exclusivo a la semana para adquirir los productos más importantes, según anunció en enero el gobierno socialista de Nicolás Maduro.
– Mientras, el gobierno tiene la desfachatez de hablar de bajada de la pobreza. Cuando se empobrece a todos, hay menos pobres en términos relativos, y cuando se desabastece a toda la población baja la desigualdad. Genial.
Sin embargo la pobreza real supera el 55%. Muy por encima del 26% oficial aunque el gobierno se niega a publicar cifras oficiales recientes.
– El salario mínimo interprofesional es de 29 dólares al mes. Ni un dólar al día.
– Descontando el impacto de la inflación, que en Venezuela supera ratios de doble digito, el crecimiento real de Perú, Chile o Brasil en los últimos catorce años es más de tres veces superior al venezolano.
Esto en un país que es de los más ricos del mundo en petróleo, que contaba con empresas líderes en sectores de todo tipo, y que ha desaprovechado la época en que disfrutó de unos precios del petróleo que se multiplicaron por diez para despilfarrar, destruir el tejido productivo y encima depender aún más del petróleo, mientras sus dirigentes populistas y los llamados boliburgueses se llevaban miles de millones de dólares.
La política «social» de devaluar, expropiar e intervenir ha llevado a la economía a una situación insostenible de escasez, empobrecimiento generalizado y represión. Imaginen lo mismo en un país sin petróleo como España.
Venezuela es otro ejemplo de como el populismo y la política económica de las soluciones mágicas convierte el pan en piedras. Y solo deja miseria.
Y, por supuesto, no olvidemos a los presos políticos y la represión.
Pero hay esperanza. Venezuela es demasiado buena y su gente es mucho más grande que los opresores.
«All war aims for impunity», Michael Ignatieff
El acuerdo entre Irán y las grandes potencias mundiales es un gran error político lleno de buenas intenciones. Asume que un Gobierno que ha puesto como objetivo explícito «la destrucción de Israel» y que no ha variado un ápice sus aspiraciones nucleares, va a cambiar. De hecho, el acuerdo fue celebrado por la agencia de noticias iraní, puesto que no supone una modificación real de su programa.
«Todas las centrales nucleares continuarán su actividad, Irán seguirá enriqueciendo uranio y el I+D en centrifugadoras avanzadas continúa».
Irán mantendrá 6.104 centrifugadoras IR-1 durante 10 años. Preocupa que el ministro de Relaciones Exteriores, Javad Zarif, haya confirmado que Teherán comenzará a utilizar sus centrifugadoras de última generación (IR-8), que enriquecen uranio hasta 20 veces más rápido que las IR-1 actuales.
El propio exdirector de la CIA Michael Morell y toda una batería de analistas geopolíticos han alertado del error de centrar el acuerdo en el número de centrifugadoras. «5.000 es más que suficiente para construir armas nucleares, pero no para un programa energético».
Según la International Atomic Energy Agency, para una bomba se necesitan 25 kilogramos de uranio enriquecido U-235. Y aunque sea más difícil producir uranio 90% enriquecido –necesario para una bomba–, no es mucho más complejo que el de 4-5% necesario para generar electricidad.
Limitando el número de centrifugadoras no se evita ningún riesgo. Pero es curioso que se ponga el programa nuclear como excusa para «diversificar fuentes de energía». Como si Irán no pudiera diversificar con gas natural, solar o eólica.
No se les escapa a los analistas que el apoyo de Irán en la lucha contra el EI (Estado Islámico) ha pesado más que el riesgo para Israel o la estabilidad de la zona. Pero la pretensión de la administración Obama de dejar a la región solucionar sus problemas es un error. Y pone a Israel en peligro.
El riesgo para la estabilidad y la paz en Oriente Medio es enorme… a cambio de una promesa de que «dentro de ocho años» todo cambiará. No puede ser más ingenuo.
Impacto en el mercado de petróleo… lo único positivo.
El acuerdo con Irán supone un aumento estimado de las inversiones en el país de 170.000 millones de dólares, fundamentalmente en petróleo y gas. El impacto inmediato supondrá aumentar la producción en el corto plazo entre 500.000 barriles/día y un millón, a medio plazo, siendo conservadores. Cuanto más exceso de suministro, como comentábamos en el artículo, «más dura será la caída: el desplome del petróleo es estructural».
Con el término del embargo, la capacidad excedentaria de la OPEP, además, se duplica. Adicionalmente, las inversiones en nueva infraestructura petrolera ayudarán a Irán a aumentar producción por encima de los 4 millones de barriles/día y a mayor plazo hasta los 6,5.
En total Irán va a disponer de más de 20,8 mil millones de dólares de ingresos adicionales anuales a corto plazo, añadidos a las inversiones antes mencionadas. Mientras tanto, Arabia Saudí ya ha aumentado producción al récord histórico de 10,33 millones de barriles/día en mayo. Irak, aunque no miembro sujeto a cuotas, también alcanza niveles récord.
La estrategia de la OPEP que me comentaron hace tiempo en Viena sigue en pie. Demostrar al mundo que son el suministrador más competitivo, flexible y fiable. Ganar cuota de mercado en un entorno de exceso de suministro que saben que es estructural. Y probar que pueden ganar a EEUU, Rusia y las renovables en un entorno de precios bajos.
John Kerry y los negociadores saben bien que los posibles conflictos geopolíticos ya no afectan al «arma del petróleo» y con EEUU cerca de la independencia energética piensan que dejar la región a solucionar sus problemas sin apoyo de EEUU es sencillo. Sólo han olvidado que hay elementos más importantes que el petróleo barato y reducir presencia militar saliendo de la región.
Dice Obama que el acuerdo no está basado en la confianza, sino en la verificación. Me recuerda la escena en que Hans Blix le decía a Kim Jong Il en la película satírica Team America que «si no nos dejas inspeccionar tus palacios te mandaremos una carta mostrando lo enfadados que estamos», segundos antes de ser arrojado a la piscina de los tiburones por el dictador norcoreano.
Vamos a tener petróleo barato durante mucho tiempo. Pero el riesgo para Israel y por extensión, Europa, es muy alto, y apelar a la buena voluntad del que desea tu destrucción es irresponsable.
14 de julio de 2015
El acuerdo presentado por el Eurogrupo a Grecia va a suponer otros 10.000 millones de euros que tienen que poner los ciudadanos españoles. Ahora lo importante es asegurarse de que no se tiran.
Empecemos por el asunto de la solidaridad y el engaño de los populistas de que a Alemania ya se le perdonaron las deudas en 1953 y a Grecia no.
Grecia ha recibido desde 2012 el 254% de su PIB en rescates, incluyendo éste que acaban de negociar. Añadido a una quita y avales del BCE, supone más de doce veces lo que recibió Alemania en el año 1953 tras la Segunda Guerra Mundial. Y Alemania fue un estado intervenido por los aliados al que se le exigieron años de superávit. Grecia, sin embargo, tuvo una media del 7,3% del PIB anual de déficit en los 20 años antes de entrar en la UE, y una media del 8% anual desde que ha entrado en la eurozona. El equivalente a más de 54 planes Marshall.
El acuerdo de ayer se diferencia de otros en que es el primero desde la creación de la Unión Europea que ataca problemas estructurales de confianza. Es por ello que, aparte de cifras, lo que merece resaltarse es la parte cualitativa. Para empezar, es esencial entender que los 50.000 millones de euros de activos que el Gobierno griego debe poner como colateral en una cuenta independiente hacen el rescate muy diferente a otros.
Ya no es un préstamo sin condiciones, sino un crédito respaldado por activos. Si Grecia no cumple, esos activos pasarán a pertenecer a la Unión Europea.
Segundo: la Unión Europea exige un proceso de cambio legislativo que implemente en Grecia las prácticas de buen gobierno de los países avanzados. Es esencial para atacar el problema del clientelismo y las dificultades burocráticas que presenta la economía griega.
El hecho de que se exijan entidades independientes de monitorización y control del proceso de reducción de gasto público y de privatizaciones es importante. Pero debe ser eficaz.
En tercer lugar, por fi n un proceso de privatización de sectores ineficientes, incluida la desastrosa red eléctrica, una de las más caras e ineficientes de la Unión Europea. No sólo tiene una de las eléctricas más contaminantes, ya que genera casi todo con carbón, sino una tarifa eléctrica sobrecargada y cara en la que se paga hasta la TV pública.
El problema de ese proceso es que todas las empresas a privatizar son deficitarias. Es decir, que el que compre va a tener que inyectar miles de millones de euros para sanearlas. El nuevo rescate además prevé que las dificultades de la banca pública griega requieran más de 9.000 millones de capitalización.
En resumen, el plan de la Unión Europea supone la intervención completa de un estado fallido y llevado al borde del abismo por la incompetencia de Syriza.
La solución no es facil, porque se prevé que Grecia caiga en recesión con el PIB reduciéndose un 3% en 2015. De hecho, la producción industrial ya se ha desplomado un 4% en cinco meses desde la llegada de Syriza al Gobierno heleno.
Además, el corralito se mantiene, la confianza en el Gobierno griego es prácticamente inexistente y el acuerdo debe ser implementado antes del miércoles, por lo que se puede dar aún alguna sorpresa de última hora. De hecho, no sólo en Grecia puede darse un revés si el Parlamento lo rechaza. Finlandia, Holanda y otros países también rechazan dar otro rescate.
Seamos cautos ante la euforia. La probabilidad de que este rescate vuelva a ser mal utilizado por Grecia es bastante alta. Este episodio puede que no sea el último.