El Desplome del Cobre… Chile cae victima del espejismo chino

“The future ain’t what it used to be” Jim Steinman

Si hay un fenómeno que tendemos a olvidar de la locura de bajada de tipos y expansión monetaria iniciada en 2001 ese es el de la enorme cantidad de inversiones llevadas a cabo ante la expectativa de una demanda creciente y al calor del dinero barato.

Las inversiones en el sector minero global se multiplicaron por diez en la década de la borrachera monetaria. Según Andrew McKenzie, consejero delegado de BHP Billington, una de las mayores mineras del mundo, las cifras de sobrecapacidad se habían subestimado por parte de toda la industria y ello, unido a expectativas de crecimiento de demanda de burbuja china, llevará a que ese exceso de suministro persista durante mucho tiempo.

Un indicador clave de esa enorme capacidad excedentaria y de la ilusión del “crecimiento chino” es el cobre que, junto al mineral de hierro, el zinc y el petróleo, cotiza hoy a mínimos de varios años. Esta combinación es muy positiva para Europa, que se beneficia de una batería de materias primas mucho más baratas en dólares –aunque la depreciación del euro reduzca ese beneficio en parte-. No es de extrañar, por tanto, que los índices manufactureros europeos sigan dando cifras expansivas y mejores de lo esperado. Pero muy mala para Chile.

Centrándonos en el cobre, según Deutsche Bank la demanda china estaba “inflada” en 300.000 toneladas ya en 2014 y las expectativas de crecimiento para 2015 eran injustificadamente optimistas.

El cobre es un indicador muy relevante de la debilidad del crecimiento chino y global.

Por cada centavo de dólar medio anual que cae el precio del cobre, Chile pierde cerca de 128 millones

– China supone casi el 39% de la demanda global de cobre. Se estima, además, que la cantidad de cobre almacenado por el gigante asiático supera las 725.000 toneladas. Con la ralentización del crecimiento chino y un exceso de almacenamiento es difícil que suba el precio. Si añadimos que Europa supone un 17%, EEUU un 9% y Japón un 5%, estamos hablando de mercados con un cambio estructural en su patrón de producción industrial que cada vez va a consumir menos cobre.

– Por el lado del suministro, la producción global está creciendo un 5% anual.Chile, China, Brasil, Perú y Mongolia siguen aumentando su oferta… Mientras la capacidad excedentaria aumenta en 81.000 toneladas estimadas por año entre 2014 y 2016.

China se ralentiza… Malas noticias para el proyecto de Chile socialista

Chile es casi el 34% de la producción de cobre del mundo, y a pesar del admirable proceso de diversificación de su economía en las últimas décadas, este mineral aun supone el 52% de las exportaciones del país. Casi el 20% de sus ingresos vienen de las exportaciones y venta de cobre. Y China es casi el 39% de la demanda. El mayor productor busca aumentar ingresos produciendo más y el principal comprador reduce exceso de cobre almacenado y crece más lento.

Por cada centavo de dólar medio anual que cae el precio del cobre, Chile pierde cerca de 128 millones de dólares en concepto de exportaciones, según la Sociedad Nacional de Minería.

Combinación letal para un gobierno, el de Bachelet, que se lanzaba a una batería de medidas intervencionistas y destructoras de la confianza del consumidor y empresarial para su “paraíso” de redistribución socialista contando con unas expectativas de ingresos extraordinarios que se han desvanecido. Los beneficios de la empresa de cobre Codelco cayeron un 22% en 2014 y se estima que los ingresos por exportaciones de Chile caigan entre un 25% y un 30%.

Las proyecciones de crecimiento del PIB se han revisado a la baja varias veces en los últimos doce meses y apuntan a un 2,5% en 2014, y un muy optimista 3,1% en 2016. El propio Fondo Monetario Internacional alerta de que “el repunte proyectado de la actividad económica en 2016 no se materializará si la confianza de las empresas y los consumidores permanece estancada en los bajos niveles actuales». 2015 será el primer año desde 2002-2003 en que Chile crezca bastante menos que el promedio global. Y no es solo por el cobre. También están impactando negativamente a la economía chilena las reformas estructurales socialistas del gobierno de Bachelet, incluyendo una reforma tributaria que perjudica a la inversión financiera directa y reduce las posibilidades de la economía de seguir avanzando en la diversificación fuera de la minería.

El error histórico de los gobiernos intervencionistas es pensar que tendencias estructurales son puntuales

El ex ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, lo explicaba recientemente. «El mundo crece a un promedio histórico de 3,5%. Nosotros somos los que estamos creciendo menos. Aquí hay una decisión del gobierno actual de priorizar en la redistribución de los ingresos en vez del crecimiento de los ingresos». Contaban con ingresos de burbuja china para compensar las medidas negativas para la inversión y el emprendimiento… y se fueron.

El riesgo para Chile es que con medidas intervencionistas hundan en poco tiempo una de las historias de éxito de Latinoamérica y del mundo, un ejemplo de crecimiento y prosperidad.

El error histórico que cometen los gobiernos intervencionistas es pensar que tendencias estructurales, como la del cobre, son puntuales. Si mantiene la política de reformas equivocadas, en pocos años se va a encontrar con los mismos resultados que hemos explicado recientemente de Argentina y Venezuela… Una economía menos dinámica, más débil y que ha desaprovechado su potencial de apertura e innovación.

Video Conferencia: Por qué el Liberalismo es más Social que el Asistencialismo

Conferencia en El Club de Viernes.

El liberalismo garantiza un Estado de Bienestar Sostenible puesto que el progreso económico y la mayor libertad económica generan recursos para ayudar a los más desfavorecidos.

El asistencialismo, centrándose solo en el gasto, termina por destruir todo lo que finge querer proteger. Solamente reparte migajas de lo que queda de la maraña burocrática.

Los estados intervencionistas no buscan solucionar la pobreza, sino mantenerla para tener clientes cautivos.

Los estados con mayor nivel de protección social son las democracias liberales donde el sector privado y el público coexisten y compiten para dar servicios de mayor calidad y más eficientes.

 

 

¿Qué le pasa al oro?

«Even at the centre of the fire there is cold, and all that glitters ain’t gold” Prince
El oro, activo refugio durante la crisis, protección contra bancos centrales impresores y reserva de valor global, alcanzaba ayer su precio más bajo de los últimos cinco años.

El desplome del oro suele culparse a “los especuladores”, debido al enorme incremento y posterior reducción de exposición a oro no-físico (es decir, en instrumentos financieros).

Sin embargo, sin faltarle parte de razón, la realidad de los fundamentales, como ocurre con el petróleo, tampoco acompaña.

A pesar del progresivo aumento de demanda china, rusa y asiática, el oro llevaen exceso de suministro desde 2009 y alcanzó su máximo (casi 20 millones de onzas de sobrecapacidad) en 2010.

La tendencia es que el suministro sigue a la demanda. Es cierto que las mineras de oro han reducido capacidad ociosa, pero también es cierto que han reducido costes en más de un 25%. De hecho, los costes de extracción han seguido casi dólar por dólar el precio del oro –mostrando lo absolutamente desastroso que es el sector minero de oro, incapaz de generar márgenes positivos en un ciclo-. Hoy, la media del coste total de extracción y producción es de 1.200 dólares por onza.

Por lo tanto, el mercado es consciente de que ese suministro volverá rápidamente en cuanto se recupere (si mejora) la demanda. Así, aunque el análisis trimestral del World Gold Council muestra un mercado moderadamente equilibrado entre demanda y suministro, la capacidad ociosa real es muy superior (estimada en 10 millones de onzas).

Por lo tanto, a la hora de entender el precio del oro no hay que centrarse en la reciente caída, sino en la injustificada subida anterior.

–    El mercado de ETFs (posiciones financieras) en oro se había multiplicado por cinco entre 2006 y 2012.

–    La percepción de una continuada crisis financiera y de empeoramiento general del mercado llevaban a tomar posiciones en valores refugio (oro). Sin embargo las bolsas han alcanzado máximos y la percepción de crisis sistémica se ha desvanecido.

–    Una continuada llamada a la protección contra un “crashen los mercados generalizado. En esto la verdad es que siempre me hizo gracia pensar en qué clase de protección buscaba un inversor obtener en derivados financieros ligados al oro. Porque ante un desastre financiero global, ese papel vale lo mismo –casi nada- que otro activo financiero de alto riesgo.

–    El mercado esperaba que los sucesivos procesos de expansión monetariade bancos centrales crearan enormes devaluaciones y alta inflación, y el oro podía servir de reserva de valor. Cuando por fin nos dimos cuenta de que imprimir 19,2 billones (trillones USA) de dólares por parte de los principales bancos centrales es deflacionista, no inflacionista, esas posiciones empezaron a retirarse.

¿Por qué los planes de estimulo no han creado inflación? Ya lo hemos comentado aquí muchas veces, los bajos tipos y alta liquidez perpetúan las ineficiencias y desequilibrios de las economías, zombifican los sectores de baja productividad y endeudados, y así no se “limpia” el sistema de exceso de capacidad… Llevando a bajadas generales de precios. Esto, añadido a las subidas generalizadas de impuestos y represión financiera, que ataca el consumo y las posibilidades de aumentar la demanda, hace que los precios no suban. Nada malo en ello. Pero se dispara la inflación en activos de riesgo –bolsas y deuda-, lo cual lleva a salirse de “valores refugio” como el oro y tomar riesgo. Eso sí, la justificación de “comprar oro para protegerse de la inflación” ha desaparecido, de la misma manera que se ha reducido enormemente la apuesta a la subida del oro ante una posible caída monumental de las bolsas y activos financieros.

Pues bien, todo ello ha hecho que las posiciones en activos financieros (ETF) ligados al precio del oro hayan caído de casi 3.000 toneladas equivalentes a 1.700, según Goldman Sachs. Pero ojo, esta cifra es aun tres veces superior a la exposición financiera al precio del oro en 2006. Puede bajar mucho más, si las tendencias de inflación, riesgo de crisis global y devaluación persisten.

El problema del precio del oro no es diferente al del petróleo. Basar el valor fundamental en “el precio necesario para cubrir los costes de extracción y producción” es un error monumental, ya que esos costes siguen al precio, no al revés. Pensar en la demanda de Rusia, China o India está bien, pero si el suministro sigue mostrando capacidad ociosa, el precio del oro no va a repuntar fácilmente de vuelta a máximos.

En 2010 me hice eco de un gran artículo que predecía la ruptura de la burbuja del oro (lea aquí). Decía Warren Buffett que no entendía la inversión en oroante una catástrofe cuando el valor de mercado del oro físico disponible –entonces- te permitía comprar diez Exxons, toda la tierra de cultivo de los EEUU y un poco de suelto para Ipads y fiestas.

Tenemos que entender que el precio del oro es muy complicado de analizar, y que hay mucho que descontar de esa prima de “colapso” que le habíamos concedido.

Yo, si ocurriesen todas las catástrofes necesarias para disparar el oro, casi preferiría hacerme superviviente a lo Ted Nugent. Mejor un buen arco y flechas que una cadena dorada. Al menos comeríamos y nos entretendríamos cazando.

Chile y El Desplome del Cobre

The future ain’t what it used to be” Jim Steinman

Si hay un fenómeno que tendemos a olvidar de la locura de bajada de tipos y expansión monetaria iniciada en 2001 ese es el de la enorme cantidad de inversiones llevadas a cabo ante la expectativa de una demanda creciente y al calor del dinero barato.

Las inversiones en el sector minero global se multiplicaron por diez en la década de la borrachera monetaria. Según Andrew McKenzie, consejero delegado de BHP Billington, una de las mayores mineras del mundo, las cifras de sobrecapacidad se habían subestimado por parte de toda la industria y ello, unido a expectativas de crecimiento de demanda de burbuja china, llevará a que ese exceso de suministro persista durante mucho tiempo.

Un indicador clave de esa enorme capacidad excedentaria y de la ilusión del “crecimiento chino” es el cobre que, junto al mineral de hierro, el zinc y el petróleo, cotiza hoy a mínimos de varios años. Esta combinación es muy positiva para Europa, que se beneficia de una batería de materias primas mucho más baratas en dólares –aunque la depreciación del euro reduzca ese beneficio en parte-. No es de extrañar, por tanto, que los índices manufactureros europeos sigan dando cifras expansivas y mejores de lo esperado. Pero muy mala para Chile.

Centrándonos en el cobre, según Deutsche Bank la demanda china estaba “inflada” en 300.000 toneladas ya en 2014 y las expectativas de crecimiento para 2015 eran injustificadamente optimistas.

El cobre es un indicador muy relevante de la debilidad del crecimiento chino y global.

– China supone casi el 39% de la demanda global de cobre. Se estima, además, que la cantidad de cobre almacenado por el gigante asiático supera las 725.000 toneladas. Con la ralentización del crecimiento chino y un exceso de almacenamiento es difícil que suba el precio. Si añadimos que Europa supone un 17%, EEUU un 9% y Japón un 5%, estamos hablando de mercados con un cambio estructural en su patrón de producción industrial que cada vez va a consumir menos cobre.

– Por el lado del suministro, la producción global está creciendo un 5% anual.Chile, China, Brasil, Perú y Mongolia siguen aumentando su oferta… Mientras la capacidad excedentaria aumenta en 81.000 toneladas estimadas por año entre 2014 y 2016.

China se ralentiza… Malas noticias para el proyecto de Chile socialista

Chile es casi el 34% de la producción de cobre del mundo, y a pesar del admirable proceso de diversificación de su economía en las últimas décadas, este mineral aun supone el 52% de las exportaciones del país. Casi el 20% de sus ingresos vienen de las exportaciones y venta de cobre. Y China es casi el 39% de la demanda. El mayor productor busca aumentar ingresos produciendo más y el principal comprador reduce exceso de cobre almacenado y crece más lento.

Por cada centavo de dólar medio anual que cae el precio del cobre, Chile pierde cerca de 128 millones de dólares en concepto de exportaciones, según la Sociedad Nacional de Minería.

Combinación letal para un gobierno, el de Bachelet, que se lanzaba a una batería de medidas intervencionistas y destructoras de la confianza del consumidor y empresarial para su “paraíso” de redistribución socialista contando con unas expectativas de ingresos extraordinarios que se han desvanecido. Los beneficios de la empresa de cobre Codelco cayeron un 22% en 2014 y se estima que los ingresos por exportaciones de Chile caigan entre un 25% y un 30%.

Las proyecciones de crecimiento del PIB se han revisado a la baja varias veces en los últimos doce meses y apuntan a un 2,5% en 2014, y un muy optimista 3,1% en 2016. El propio Fondo Monetario Internacional alerta de que “el repunte proyectado de la actividad económica en 2016 no se materializará si la confianza de las empresas y los consumidores permanece estancada en los bajos niveles actuales». 2015 será el primer año desde 2002-2003 en que Chile crezca bastante menos que el promedio global. Y no es solo por el cobre. También están impactando negativamente a la economía chilena las reformas estructurales socialistas del gobierno de Bachelet, incluyendo una reforma tributaria que perjudica a la inversión financiera directa y reduce las posibilidades de la economía de seguir avanzando en la diversificación fuera de la minería.

El ex ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, lo explicaba recientemente. «El mundo crece a un promedio histórico de 3,5%. Nosotros somos los que estamos creciendo menos. Aquí hay una decisión del gobierno actual depriorizar en la redistribución de los ingresos en vez del crecimiento de los ingresos». Contaban con ingresos de burbuja china para compensar las medidas negativas para la inversión y el emprendimiento… y se fueron.

El riesgo para Chile es que con medidas intervencionistas hundan en poco tiempo una de las historias de éxito de Latinoamérica y del mundo, un ejemplo de crecimiento y prosperidad.

El error histórico que cometen los gobiernos intervencionistas es pensar que tendencias estructurales, como la del cobre, son puntuales. Si mantiene la política de reformas equivocadas, en pocos años se va a encontrar con los mismos resultados que hemos explicado recientemente de Argentina y Venezuela… Una economía menos dinámica, más débil y que ha desaprovechado su potencial de apertura e innovación.