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Cinco Mitos Sobre la Recuperación y el Empleo

 

Hay varios elementos que me parecen importantes y que suelen ignorarse por parte del gran público. Cinco mitos que se repiten sin un análisis detallado.

1. La recuperación es inexistente porque viene de aumentar el endeudamiento

Es cierto que la deuda pública ha crecido y eso hay que atajarlo atacando el gasto inútil y creciendo y creando empleo, que reduce el gasto por desempleo y subvenciones. Pero también es cierto que en el aumento de la deuda debemos incluir el rescate de las comunidades autónomas, las facturas impagadas a proveedores pendientes en 2011 y el rescate de las cajas públicas. Casi un tercio del aumento del endeudamiento estatal viene de esos conceptos. Es una buena noticia que España haya reducido sus necesidades netas de financiación a casi la mitad en cuatro años, pero aún es deficitaria.

Pero a la hora de analizar el crecimiento de la economía no es la deuda pública la única que cuenta. La deuda privada debe analizarse. La deuda total de España ha bajado de 2,8 billones de euros en 2011 a 2,72 billones. Por lo tanto no, el crecimiento no viene del endeudamiento.

Deuda total España

Adicionalmente, aunque aumenta el nuevo crédito, el crédito total concedido de la economía española se ha reducido en los últimos cuatro años.

2. La recuperación es gracias a Draghi y el plan de recompra del BCE

Ustedes que me leen desde hace años saben que ya en 2013 comentábamos que tocamos fondo y empezábamos a crecer. España ya crecía más que la media de la UE antes de que Draghi comprase un solo bono. Adicionalmente, es difícil que la recuperación venga de la expansión monetaria cuando el crédito concedido no sube, sino que se reduce.

Deuda privada

Olvidamos a su vez que el BCE se hinchó a comprar bonos españoles en 2008 y no parabamos de destruir empleo y aumentar desequilibrios.

Por supuesto, si fuese Draghi y su varita mágica el responsable, Italia o Francia estarían creciendo como locos, y sin embargo es lo contrario.

Ninguna economía de las que alabamos constantemente ha salido de la crisis desde el empleo fijo. Especialmente Estados Unidos

Muchos comentan que en 2016 el BCE terminará su programa de recomprasy con él se disipará el crecimiento español. Es muy difícil que el BCE retire los estímulos cuando ni el Banco de Japón ni la Reserva Federal se atreven a normalizar su política monetaria.

deuda externa 2015

3. Crecemos porque el petróleo ha caído y cuando suba, volveremos a la crisis.

De nuevo, el petróleo barato ayuda, pero ya crecíamos más que la media de la UE con el petróleo a $113 por barril y, si fuese el crudo barato la panacea de nuestra economía, Italia -que tiene una sensibilidad similar al barril- crecería espectacularmente.

impacto petroleo

4. Las exportaciones no crecen

Es curioso que el sector exterior siempre lo miremos por el lado de las exportaciones. En la época de “estimular la demanda interna” que nos costó 3 millones de puestos de trabajo y casi quebrar, el 2008-2010, crecían mucho las exportaciones… Y casi nos hunden las importaciones. Olvidamos que llegamos a tener un déficit comercial del 10% del PIB.

Es por eso que siempre hay que analizar la contribución al PIB del sector exterior. Si Brasil o China se ralentizan, y ya llevan años haciéndolo, debemos ver las dos caras de la moneda. Exportaciones e importaciones. Mientras la diferencia entre primeras y segundas sea positiva, y en 2015 seguramente terminemos con superávit comercial, es una gran noticia. Si, además, las exportaciones alcanzan un nivel récord, como lo han hecho, y ganamos cuota de mercado, como ha ocurrido, podemos pensar en un sector exterior mucho más fuerte de lo que ha sido en el pasado.

Balanza-comercial-2014-grafica

5. El empleo es precario y temporal

El paro se ha reducido a niveles de finales de 2010. Sin embargo muchos tildan la situación actual como de desigualdad, precariedad y temporalidad.

El argumento de la desigualdad es fácilmente rebatible. En 2004 la desigualdad, medida por índice de Gini, se situaba al mismo nivel que la media de la UE, un 30,4%. Entre 2004 y 2011, durante la época “social” de Zapatero, aumentó 11 puntos mientras en la media de la UE se mantenía constante. Desde 2014 la desigualdad se ha reducido, según Eurostat.

En cuanto a la temporalidad y precariedad, se suele olvidar que España es el único país de la OCDE que está saliendo de la crisis aumentando empleo fijo. Esta es la primera vez que salimos de una crisis aumentando la contratación indefinida. En el año 93, se tuvo que esperar más de un año y medio para que el crecimiento se tradujera en un ligero aumento de la contratación indefinida. Durante los “brotes verdes” de 2010 hubo un ligero repunte económico, pero se siguió destruyendo empleo indefinido. La contratación indefinida ha pasado de caer a un ritmo interanual del 29,5% anual a finales de 2011 a crecer en lo que va de 2015 a tasa anual del 14,4%. El 75% de los empleados tienen un contrato indefinido, más que al final de 2011, 74,1%, y el 69% del cuarto trimestre de 2007.

tiempo-completo

Adicionalmente, el mantra de que el empleo creado es de corta duración es incorrecto. En el segundo trimestre de 2015 apenas un 3% de los ocupados tenían empleos de menos de tres meses. En 2007, el porcentaje de trabajadores contratados por menos de tres meses se situaba por encima del nivel actual, en el 4%. A finales de 2011 también era un 4%. Los contratos de menos de un mes no llegan al 0,95% del total.

9 de cada 10 contratos firmados desde el primer trimestre de 2015 son a tiempo completo.

España ha conseguido pasar de generar la mitad de los parados de la Eurozona en 2011 a crear un tercio de todo el empleo de los países de la zona Euro en 2015, reduciendo el paro en 2,3 puntos, más del doble de los conseguido en el resto de países de nuestro entorno. Nuestro país lleva 22 meses creando empleo -desestacionalizado- sostenidamente.

España es, a su vez, el único país de la OCDE que está saliendo de una enorme crisis aumentando el empleo indefinido. El porcentaje de contratos indefinidos sobre el total se ha situado por encima del nivel de 2004 o 2011 todos los años desde 2012. En 2004, antes de la crisis, el 8,4% eran indefinidos, en 2011 el 7,7%. La media del periodo 2012-2014 lo supera. Se suele mentir mucho sobre la “temporalidad y precariedad”. En 2004 el 68,5% de los contratos totales eran fijos. En 2015 es el 75%. Menos de un 1% de los trabajadores tienen contratos inferiores a un mes.

Paro Agosto 2015

También se repite “solo se reparten las horas trabajadas”, cuando la cifra (1665) es similar a la media de la OCDE (1770) y superior a la de Holanda o Alemania (1380 y 1388 respectivamente).

horas trabajadas

En noviembre publico mi nuevo libro “Acabemos con el Paro” (Deusto) y analizo lo que España puede hacer para continuar creando empleo con mayor intensidad. No olvidemos lo conseguido, ni la importancia de la reforma laboral a la hora de parar la sangría del empleo e incentivar la contratación. Hemos conseguido mucho. Revertir las reformas es suicida. Hay que avanzar, no volver a los errores de 2008.

Ninguna economía de las que alabamos constantemente ha salido de la crisis desde el empleo fijo. Especialmente EEUU que por razones que aún no llego a entender es el ejemplo repetido por una izquierda que jamás aceptaría la flexibilidad y dinamismo del mercado laboral estadounidense.

Part Time Employed

¿Podemos caer de nuevo en la recesión? Claro. Tirando de los mismos errores de 2008, pensando que ya no hay que hacer más reformas

Mi frase favorita es decir que las horas trabajadas han caído y los ingresos de la Seguridad Social. Las horas trabajadas en España son superiores a Holanda o Alemania, y, en unas 1700 anuales, están cerca de la media de la OCDE. Países como EEUU o Reino Unido, tras años de recuperación, no han recuperado los ingresos de Seguridad Social de 2008.

No es para sentarse y relajarse. Hay mucho que hacer, y la recuperación es frágil. Pero parte de la forma de seguir mejorando es tener la honestidad intelectual de reconocer que la enorme mayoría de economistas nos equivocamos al estimar el crecimiento de 2013 a 2015, y que dos años revisando al alza estimaciones en porcentajes del 50 al 80% es algo que debemos valorar.

¿Podemos caer de nuevo en la recesión? Claro. Tirando de los mismos errores de 2008, pensando que ya no hay que hacer más reformas y fiándolo todo a la política monetaria como han hecho otros países. De ahí mi preocupación por los pactos de perdedores en diciembre. Porque son pactos de gasto. Si pensamos que se podía haber hecho mucho más y nos hubiera ido mejor y que se han perdido oportunidades de hacer reformas más contundentes, esperen a ver lo que es un pacto de expertos en redistribuir la nada.

 

Las Consecuencias Reales de un Impago

Siempre que los populistas hablan de impago-reestructuración, etc., lo venden como si se pudiese hacer default y, a la vez, gastar más y, por supuesto, barato.
Un chollo, vaya. Pues no. 

Según el estudio de 275 casos de impago de los profesores Boreinstein, Panizza y Levi-Yeyati, las consecuencias son:

– Un impacto negativo en el crecimiento del país de un 0,6% a un 1,2% mínimo.

– Un desplome del crédito concedido, al perder la confianza internacional, del 40% de media.

– Caída del comercio exterior del país del 8% de media.

– Quiebra generalizada de pymes porque se seca el crédito. La pérdida de acceso a los mercados internacionales es inmediata y no solo el Estado, sino las empresas, encuentran costes más caros, plazos más cortos… si hallan financiación.

– Y lo menos importante, una pérdida en intención de voto al Gobierno que hace impago del 17%.

En el momento que un país comete impago, las huchas de la Seguridad Social y pensiones quiebran.

El 90% de la hucha de la Seguridad Social y de las pensiones españolas o griegas está invertido en deuda soberana. En el momento en el que un país hace impago, quiebran ambas. Y no se puede ‘desligar’ el impago a ‘sólo los extranjeros’ o ‘todos menos la SS y las pensiones’.

Primero, los pleitos internacionales contra el país se sucederían. El “default técnico” llevaría, como ha ocurrido en todos los países que lo han hecho, a hundir su capacidad crediticia privada y estatal.

Los “recortes” que tanto odian serían inmediatos y reales porque el país no tendría acceso a financiar el déficit y los ingresos fiscales caerían una media del 10%.

Eso sí, ahora hablan de «impago selectivo», que es hundir la seguridad jurídica igual, autoconcederse la decisión de quién impaga y quién se queda de pagafantas y, además, no genera ninguna confianza. Es como decirle a alguien que le vas a pegar medio puñetazo.

Pero incluso si «solo hacen impago al FMI»…

Fíjense en la lista de países que han hecho impago al FMI. Sierra Leona, Zimbabue, Cuba, Somalia… Todos han visto más sufrimiento y dificultades para familias y empresas tras sus impagos y un periodo prolongado de entre siete y ocho años hasta empezar a ver la luz tras el default.

¡Pero seremos libres!

Recordemos a Ecuador, donde Correa hizo impago de 3.200 millones de dólares para acabar dependiendo de China a un coste muy superior (7,5%) a menor plazo (8 años). Y Ecuador tiene petróleo… Bueno, lo tiene ahora China.

O Argentina, donde en 2005 Kirchner rechazó al FMI para entregarse a préstamos de Venezuela al doble de interés.

¿Qué hacemos? ¡Imprimir!

Cuando Néstor Kirchner asumió el poder, el dólar no llegaba a los tres pesos. Hoy es cercano a 9,10 (el oficial, el real es casi 13). Sólo unas pocas monedas han perdido más valor que el peso argentino entre 2003 y 2015: las de Guinea, Venezuela, Bielorrusia, Seychelles y Congo. Argentina ocupa el sexto lugar en cuanto a destrucción monetaria, seguido de Etiopía. Empobrecimiento de todos. ¡Y tiene petróleo!

O Islandia, un país más pequeño que Bilbao. Siempre recomiendo leer «Qué es lo que realmente ocurre en Islandia, (porque estoy harto de que difundan mentiras)» –»What is actually going on in Iceland (because I´m tired of you people spreading untruths)»–.

En dicho artículo, se explica el papel dominante que sigue ejerciendo localmente el Fondo Monetario Internacional, cuyas recomendaciones han sido implantadas completamente y prueban que Islandia es un país intervenido.

Otra falsedad es la idea de que Islandia no rescató a los bancos. Les inyectó, sólo a sus nuevos bancos nacionales, alrededor de 0,27 billones de coronas, casi el 20% del PIB del país.
Pero la crítica más furibunda se produce cuando aborda la cuestión de la falsa condonación de las deudas a los ciudadanos locales. Léanlo.

¡La culpa es del que me prestó por fiarse! Magnífico. Pues gracias por decir que no es usted fiable y sus propias estimaciones de solvencia eran falsas. Y no te prestan más. Adiós credibilidad y acceso a mercados.

En cualquier caso, lo veamos como lo veamos, lo que no ha existido NUNCA es el cuento que nos venden los aprendices de brujo totalitarios disfrazados de ángeles sociales: impago y mayor gasto público real. Nunca.

La Arcadia feliz de un país que no cumple sus compromisos pero puede gastar más es un unicornio que se convierte en pesadilla cuando se desploma la recaudación por falta de acceso a mercados… aunque se dedique a imprimir una moneda que nadie quiere, ya que sólo crea hiperinflación y corralitos cada vez que las reservas de divisas se vacían.

Y ya es para caerse de risa hablar de impago y aumentar el límite de déficit. ¿Quién va a financiar ese déficit?

Por supuesto que existen reestructuraciones de deuda en muchos países y sectores privados. Pero NINGUNA supone reestructurar y gastar más. Ni mucho menos endeudarse más.

Al final, las soluciones mágicas salen muy caras y a lo que se pretende ayudar es lo que más sufre. Las familias y clases bajas.

El impago no tiene nada de social. Es la constatación mundial de que no somos fiables. Y eso se paga. Siempre.
El Confidencial 3 de julio 2015

Una Recuperación más sólida

Hace dieciocho meses la media del consenso de grandes instituciones y analistas estimaba que España crecería en 2015 un 1,5%. Hoy, las estimaciones más conservadoras ya asumen un 3,5%. Los analistas han subestimado el potencial de crecimiento de España y han tenido que duplicar sus expectativas. No solo para 2015, sino para 2016.
España se sitúa a la cabeza de la Unión Europea en cuanto a crecimiento y las razones son mucho más estructurales que coyunturales.

La excusa fácil es achacar ese crecimiento a la devaluación del euro, al Banco Central Europeo y al bajo precio del petróleo. Sin obviar esos factores, debemos recordar que España crece mucho más que otros países como Portugal o Italia, que tienen sensibilidades similares a dichos factores externos.

Además, España ya empezó a sorprender al alza y crecer por encima de las expectativas en 2013, con un euro fuerte, un petróleo caro y sin recompras del Banco Central, mientras las exportaciones alcanzaban niveles record.

De nuevo, el error del consenso neokeynesiano es que siempre sobrevalora los efectos supuestamente mágicos de la política monetaria y subestima los impactos positivos de las reformas estructurales.

Analicemos tres factores esenciales.

Primero, la reforma laboral, que muchos decían que iba a destruir empleo neto, ha contribuido a crear empleo neto durante 22 meses consecutivos, aumentando afiliaciones a Seguridad Social y reduciendo el paro mucho más de lo que dictaría la tradicional correlación entre PIB y empleo. ¿Temporal y precario?. No existe un solo país que haya salido de la crisis desde el empleo fijo. EEUU ha tardado seis años en recuperar el nivel de empleo fijo de antes de la crisis.

Segundo, la reforma financiera ha despejado las dudas sobre nuestro sistema bancario y ha permitido una recuperación rápida de la confianza, la inversión y el nuevo crédito concedido.

Tercero, la Ley de emprendedores, la tarifa plana y la reforma fiscal han contribuido a mejorar las perspectivas de trabajo y de facilidades para crear empresas. Aun así España, con datos de 2012, había perdido 22 puestos en el índice de libertad económica de la Heritage Foundation. Es por ello que debe profundizar en mejorar la renta disponible y las facilidades de contratación.

El consenso de analistas también ha tenido que duplicar sus estimaciones de crecimiento de consumo en dieciocho meses. Y conviene recordar por qué empezamos a mejorar antes de lo previsto, ya a mediados de 2013. Un euro fuerte y precios bajos –no deflación– habían sido esenciales para fortalecer la posición de las familias. No solo no afectaron a las exportaciones, también ayudaron a que la riqueza de las familias, fundamentalmente depósitos, alcanzase niveles de 2007. Contar con precios bajos ayudó a que las familias sufriesen un menor impacto de la caída de salarios en crisis.

La política de contención del gasto público, sin embargo, ha sido moderada e insuficiente. Pero no olvidemos que el Estado ha tenido que atender a facturas impagadas pendientes en 2011 y acudir al rescate de algunas comunidades autónomas con un impacto en el gasto muy relevante. Aunque la deuda sigue creciendo, España ha pasado de tener necesidades netas de financiación de más de 100.000 millones de euros a menos de 65.000 en tres años. Reducir también el desastroso déficit comercial de las políticas de “incentivar la demanda interna”, que llegó a ser del 10% del PIB, a casi superávit, ha sido otro elemento esencial de la recuperación.

España ha llevado a cabo un ajuste de casi 15 puntos del PIB en cuatro años, y lo ha hecho creciendo más que sus países comparables y creando más empleo de lo esperado. Queda mucho por hacer, pero no podemos negar lo evidente.

España molesta a algunos porque ha sido el éxito de las políticas de austeridad que nadie quiere admitir. Austeridad moderada. El error es caer en la complacencia de una recuperación frágil y revertir las reformas estructurales para caer en un “laberinto griego” de recesiones recurrentes.

Expansión 2 de julio 2015