Que España tiene un gobierno radical, antisemita e hipócrita es evidente. Que además se agarran a la poltrona como si fuera un clavo ardiendo es obvio. Que engañan a sus propios votantes de manera aberrante es notorio.

Que España sufre la condena de tener un gobierno muy blandito con las dictaduras comunistas actuales y muy duro con el dictador muerto y las democracias liberales de Occidente es una vergüenza internacional.
Comprar material tecnológico de defensa a la única democracia de Oriente Medio, Israel, que está siendo atacada cada día por terroristas, no debe ser noticia ni causa de crisis de gobierno, es una obligación moral. Lo que debería ser causa de crisis de gobierno es el despilfarro de dinero público, los casos de corrupción y el sesgo amable y constante hacia las dictaduras comunistas.