
La euforia con la que la propaganda gubernamental recibió los datos de paro de julio contrasta con la realidad de una recuperación lenta, endeudada y frágil. España cierra julio con la tasa de paro más alta de la Unión Europea, mayor incluso que en Grecia. El paro bajaba en julio en 89.849 personas, tras subir 5.107 personas en junio, 26.573 personas en mayo, 282.891 en abril y 302.265 parados en marzo.
La “histórica” cifra (“el mejor julio desde 1997”, según el gobierno) es en realidad muy similar a la de julio de 2016, cuando el paro cayó en 83.993 personas en un entorno de creación de empleo continuada. En julio de 2016, además, el número total de desempleados inscritos en las listas del Servicio Público de Empleo era el número más bajo desde agosto de 2009.
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