¿Tenemos margen para subir impuestos?

¿Tenemos margen para subir impuestos?

El Gobierno más caro de la historia, con más ministerios y cargos públicos, dice que «hay margen para subir los impuestos» y que «recaudamos menos que la media de Unión Europea».

De hecho, nos dicen que recaudaríamos hasta 60.000 millones más «adecuando la fiscalidad a la media europea». Es una falacia de cuento de la lechera.

El Gobierno sabe que con la subida brutal de impuestos que planean no recaudaría ni un 5% de los más de 115.000 millones de déficit de 2020. Es que no recaudarían ni siquiera la cantidad en la que se desviaron del objetivo de déficit en 2019. Es decir, con medidas que ponen más escollos a la recuperación, expoliando a empresas y familias ni siquiera reducirían el déficit excesivo… de 2019.

El engaño, como siempre está en hablar de presión fiscal (ingresos sobre PIB) en vez de esfuerzo fiscal (impuestos pagados sobre renta per cápita) y sin atender a la realidad económica del país.

Con la subida brutal de impuestos que planean no recaudaría ni un 5% de los más de 115.000 millones de déficit de 2020

España, según el Banco de España, recauda un 4% de PIB ‘menos’ que la media de la Unión Europea. ¿Por qué? Porque tiene más del doble de paro, empresas más pequeñas y mucha más economía sumergida. Por lo tanto, no es que recaude poco, recauda y extrae mucho de los contribuyentes cautivos.

Tenemos una fiscalidad muy alta para los que contribuyen, y esto supone un escollo para reducir el paro y fortalecer el tamaño empresarial y, con ello, las arcas públicas.

Si el Gobierno se dedicase a favorecer la creación de empleo, permitir la reducción de la economía sumergida y aumentar el tamaño empresarial con una fiscalidad competitiva, no estaríamos siempre debatiendo si recaudamos poco o mucho. Porque lo que se recauda es simplemente el reflejo de la realidad económica del país. Si imponen una fiscalidad desconectada de esa realidad, ni recaudan, ni crecemos, ni creamos empleo. Y luego nos repiten la falacia de que el gasto público es bajo y recaudamos poco.

La medición del gasto público y los ingresos no debe hacerse sobre el PIB, que además se infla simplemente gastando y endeudándose, sino en base a la realidad de las empresas y familias del país.

La fiscalidad no se calcula en base a lo que quiera recaudar el Gobierno, sino a la capacidad y proporcionalidad inherente a la economía. Y España es un país de pequeñas empresas y pocas rentas altas con una administración para millonarios.

La medición del gasto público y los ingresos no debe hacerse sobre el PIB, sino en base a la realidad de las empresas y familias

Un país donde la mayoría de las empresas son microempresas y que solo tiene 7.000 personas entre las rentas altas (menos de 90.000 si llaman ‘rentas altas’ a más de 125.000 euros anuales) no se puede permitir una administración extractiva que solo piensa en recaudar aunque se haya devastado el tejido empresarial y el empleo en el cierre forzoso más incompetente del mundo, que nos va a llevar a una caída del PIB del 13% y un paro del 26% mientras el gobierno más caro de la historia sigue intacto.

El estudio publicado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) muestra claramente la realidad de una fiscalidad en España que está muy lejos de ser competitiva y que además es muy superior a la media de la UE y la OCDE:

– La mayoría de los países nórdicos (Finlandia, Noruega, Suecia) tienen una fiscalidad más competitiva que la española en cuanto a empresas, creación de empleo y capital y en fiscalidad de la propiedad. Lo que siempre nos ocultan de los países nórdicos es que recaudan más porque tienen un IVA e impuestos indirectos más altos.

– El Impuesto de Sociedades en España supera los promedios de la OCDE, la UE-28 y el conjunto de las economías del mundo. La falacia de que las grandes empresas pagan “pocos” impuestos viene de sumar a los beneficios en España los generados –y tributados– en el resto del mundo y llegar a un tipo implícito falso. La realidad es que los grandes grupos pagan un 18,96% y las entidades financieras en su conjunto un 22,43% sobre su base imponible, según datos de la AEAT.

– La presión fiscal que soportan las empresas en España es 1,2 puntos porcentuales superior a la de la media de la Unión Europea. La presión fiscal normativa derivada de la carga del Impuesto de Sociedades es un 16% superior a la media de la Unión Europea.

– España tiene una presión fiscal normativa que es un 8,1% superior a la media de la Unión Europea y muy superior a la media de la OCDE.

España tiene una presión fiscal normativa que es un 8,1% superior a la media de la Unión Europea y muy superior a la media de la OCDE

Incluso si utilizáramos el argumento basado en el cálculo de presión fiscal usado por la ministra, el propio Banco de España desmonta que estemos siete puntos por debajo de la media, es muy inferior, y nos revela que estamos en la media o por encima en ingresos de empresas, patrimonio y renta.

El Banco de España, en un estudio de López-Rodríguez y García Ciria, Estructura Impositiva de España en el contexto de la Unión Europea, resalta lo siguiente sobre España:

1. Impuestos al trabajo: «En la imposición sobre el trabajo, la recaudación en porcentaje del PIB en España es inferior a la media de la UE-28 (…) No obstante, el peso de las cotizaciones sociales sobre el PIB es superior», «especialmente la parte a cargo del empleador». En España se «recauda» menos porque tenemos impuestos al trabajo demasiado altos que reducen el potencial de empleo y la capacidad de contratar. Y, con ello, tenemos más del doble de tasa de paro que la media con la que nos quieren comparar para expoliarnos.

2. Ya pagamos demasiado. Sigue el Banco de España: «De este modo, la cuña fiscal media, medida como cociente entre la suma de los impuestos sobre la renta personal derivados de las rentas del trabajo y las cotizaciones sociales, por un lado, y el salario medio bruto de los empleados a tiempo completo en el sector privado, por otro, se sitúa en España por encima de la media del conjunto de las economías de la OCDE para todos los tramos de renta y tipos de individuos de acuerdo con su situación familiar».

3. ¿Y los ricos, las empresas y el patrimonio? «Por su parte, el peso sobre el PIB de la recaudación derivada de la imposición sobre el capital es más elevado en España que en la media de la UE-28, debido a una imposición sobre la riqueza superior, mientras que los ingresos derivados de las rentas de las empresas, así como los obtenidos de las ganancias y las rentas del capital de los hogares y los autónomos, se encuentran, en términos agregados, en niveles similares».

¿Dónde está la diferencia que la ministra calla? En el IVA e Impuestos indirectos: «Esta menor tributación sobre el consumo se debe principalmente a la menor recaudación por IVA como consecuencia, sobre todo, del hecho que el tipo general del impuesto afecte a un porcentaje más reducido del gasto en consumo que en la mayor parte de los países de la UE-28. De manera adicional, la recaudación en impuestos especiales también es inferior, en particular en hidrocarburos, transporte, tabaco y alcohol, bienes en los que los tipos implícitos sobre su consumo son inferiores a los tipos implícitos promedio en la UE-28. Asimismo, España cuenta con una menor recaudación en términos del PIB derivada del conjunto de los impuestos medioambientales». Todos estos impuestos los pagamos todos y, por supuesto, los subirán.

En impuestos al trabajo (cotizaciones sociales), empresas y riqueza estamos en la media o por encima. La razón por la que ópticamente «recaudamos menos» que la media de la Unión Europea viene de tener menor IVA y menos impuestos verdes y especiales. Es decir, impuestos que paga sobre todo la clase media. Lo que la ministra esconde es que van a subir todas estas figuras, que pagaremos todos, como siempre.

Lo que la ministra esconde es que van a subir todas estas figuras, que pagaremos todos, como siempre.

Incluso con ese análisis, España no debería subir estos impuestos indirectos y mucho menos ahora, porque añadiría a las trabas a la inversión y el empleo, un escollo a la recuperación del consumo.

España se enfrenta a un desastre económico sin precedentes. Subir impuestos, como ocurrió en el pasado, retrasaría la recuperación y nos volvería a poner en la cola de crecimiento y empleo.

Los aristócratas del gasto público siempre piensan que ellos gastan poco y usted gana demasiado. Ahora exigen economía de guerra a todos y administración de bonanza para ellos. Toca reducir gasto superfluo y pensar en atraer inversión, creación de empresas y empleo.

Solo lo conseguiremos si dejamos de hacer cálculos de ciencia ficción sobre ingresos imposibles y la administración empieza a enterarse de la elevada fiscalidad que ya sufrimos. Subirán los impuestos, no recaudarán casi nada y mucho menos para cubrir el enorme déficit acumulado, y cercenarán el potencial de crecimiento y empleo del país.

España solo saldrá de la crisis atrayendo inversión y facilitando la creación de nuevas empresas y empleo. Hemos perdido más de 120.000 empresas y 20.000 millones de euro de capital entre amenazas a los creadores de empleo, acusaciones y el cierre forzoso peor coordinado del mundo. El Gobierno debe parar la batería de subidas de impuestos y empezar a priorizar y hacer lo que pone en su descripción: administrar recursos escasos, no expoliar de lo que sobreviva a la crisis.

Acerca de Daniel Lacalle

Daniel Lacalle (Madrid, 1967) es Doctor en Economía, profesor de Economía Global y Finanzas, además de gestor de fondos de inversión. Casado y con tres hijos, reside en Londres. Es colaborador frecuente en medios como CNBC, Hedgeye, Wall Street Journal, El Español, A3 Media and 13TV. Tiene un certificado internacional de analista de inversiones CIIA y un máster en Investigación económica y el IESE.

5 comentarios en “¿Tenemos margen para subir impuestos?

  1. Excelente análisis como todos los que haces. En Colombia también estas hablando de hacer reforma tributaria por las mismas razones, que se recauda poco y que todos tenemos que sacrificarnos por el país cuando el gasto público esta disparado al alza y tienen cero intenciones de reducir el aparato estatal. Al contrario lo amplían. Ya estamos con desempleo de 25% y seguira subiendo porque siguen encerrandonos como borregos con la falacia entre la vida y la economía y con ese cuento estàmos experimentando socialismo extremo donde nos dan permiso para salir a la calle cuando los burocratas lo deciden de la misma manera las empresas tienen que tener permiso para poder funcionar. Es de locos lo que estamos viviendo! Gracias por ser un faro, una luz en medio de la oscuridad y gracias infinitas por ser un defensor de la libertad!

  2. ¿Y qué podemos hacer, Sr. Lacalle? Nosotros, los que sostenemos este tinglado pagando religiosamente lo que tienen a bien quitarnos, lo único que nos queda es el voto y ya ve que no dejan ir a votar a los afectados por el virus, pero no hay problema en ir al bar. Y cuando vamos a votar los resultados son desesperanzadores: se vota a socialistas, quienes han demostrado durante 25 años, año arriba o abajo, que no valen para gobernar: cada vez que se sientan en el sillón es para arruinarnos; se vota a comunistas que no sirven más que para arruinar países hasta dejarlos en los huesos, literal y figuradamente, como han demostrado fehacientemente; se vota a una derecha que promete mucho y luego donde dijo «digo» dice «Diego»: sube impuestos y nos endeuda a base de bien. No hay un partido realmente liberal. Y si lo hubiera, no tendrían nada que hacer en este coro de zombis energúmenos, gritones de consignas, en que se ha convertido este país. No hay solución. O sí la hay. Conozco muchos jóvenes que se han tenido que ir al extranjero porque aquí no hay nada que hacer. Esa parece que es la única solución: irse y dejarlos a cargo del cotarro con la complicidad de sus votantes. Irse y no volver.

    1. Disculpe mi intervención, yo soy antropóloga especializada en religiones antiguas y comparadas, y quiero comunicarle que en todas las tradiciones desde las hindúes hasta las mayas pasando por las aborígenes o egipcias , hay un denominador común , todas ellas hablan de un periodo de oscuridad o desenmascaramiento donde veremos caer las caretas de todo aquello que parecía inamovible, una etapa en la que todo saldría a la luz y podríamos ver la realidad tal cual es tras las bambalinas. Nuestro tiempo puede parecer terrible , pero le aseguro que está plagado de magnificas expectativas, no olvide amigo, que mientras mas oscura es la noche , mas cerca está el amanecer.Gracias y disculpe mi atrevimiento.

  3. Después de leer las noticias del periplo del doctor por Europa para pedir dinero, está claro que es un paripé tan burdo que debería caérsele la cara de vergüenza, si la tuviera: de sobra sabe que no van a tragar con esa petición, así que volverá diciendo que, como no le dan el dinero que hace falta para la «recuperación», no tiene más remedio que acogotarnos a impuestos por el bienestar del Estado. Así los malos de la película son esos países insolidarios, que no nos quieren dar dinero para salir de «la crisis». Luego las cadenas de TV, paniaguadas y «regadas» convenientemente, se desgañitarán ayudándole a hacernos tragar el saqueo que nos espera. Un buen montaje para hacerse pasar por víctima de una Europa insolidaria quién no es más que un incompetente manifiesto y notorio que estaría mejor vendiendo cuchillas de afeitar, humo y extracto de murciélago en vez de presidir un gobierno. Para empezar ya se le ha ocurrido el Plan E-2 (el E-1 era el del ilustre inútil Zapatero) que no es sino más de lo mismo desde tiempos inmemoriales: gastar para salir del cubo tirando del asa.

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