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Sobre el cuento chino del Club de la Impresora y el BCE

Sobre el cuento chino del Club de la Impresora:

Garzón dice esto:

Y luego pretende decir que somos todos tontos porque:

Lo que cita Garzón no es un «boletín del BCE», sino un boletín de análisis, es decir, es un paper de opiniónde dos economistas, sobre eurobonos.

Pero, además, no es una traducción «literal» en nada. En ningún sitio dice que la deuda pública NUNCA LE SUPONDRÁ UN problema. Se «olvida» que los eurobonos incluirían un compromiso con la estabilidad presupuestaria, como dice el paper DE OPINIÓN.

Es decir: Garzón NO DICE que ha traducido (además de que es falso) la opinión de dos economistas entre cientos que escriben opiniones, no. Dice que ha traducido «un boletín del BCE», haciendo creer a su audiencia que es la opinión oficial o reglamentación del BCE como institución.

Se le olvidó «solo» ESTO:

Ah, y sí, esos dos economistas dicen burradas defendiendo políticas monetaristas e inflacionistas, como él. Porque la idea que proponen de multiplicadores se ha descalificado en centenares de ocasiones por la realidad.

Tampoco dice Garzón que, para que los eurobonos se implementaran, los países tendrían que aceptar la senda de consolidación fiscal.

Si quiere leer papers del BCE, lea a los que alertan sobre estimaciones de ingresos fiscales irrisorias, como las de Podemos (Aquí: https://t.co/58dsP02Nim )

O ya que quiere BCE, que lea uno que dice lo contrario a lo que él propone (https://t.co/jdVB8StJYX )

O el paper que defiende déficit mínimo o superávit.

O uno que dice que la austeridad no afecta tanto a la opinión pública (aquí).

O a Draghi defendiendo la austeridad y la responsabilidad fiscal

O los límites legales y económicos del banco central.

O, mejor, el paper donde defiende que la austeridad funciona mucho mejor que creer en los multiplicadores

«ECB Economists Find That Austerity Works».

Pero para los inflacionistas de: «imprimir no genera problemas», da todo igual porque le echarán la culpa de sus destrozos «al mercado». Como hacen siempre (lean).

La próxima vez, al menos, que se lean lo que citan.

LACALLE RESPONDE

He leído con sorpresa e indignación el artículo «Cifuentes nombra para traer la City a Lacalle, mano derecha del imputado en la Púnica Javier López Madrid» de Patricia López publicado el 16 de septiembre de 2016 en Público.

Ante las mentiras, inexactitudes e implicaciones que evidentemente se quieren transmitir con semejante titular, debo decir:

1. Cifuentes no me ha nombrado. He ganado un concurso por invitación de la Cámara de Comercio al que se presentaban otros grandes profesionales.

2. No soy y nunca he sido la «mano derecha» del Sr López-Madrid. Soy Director de Inversiones de Tressis Gestión, una gestora independiente. El Sr López-Madrid era accionista no ejecutivo y sin cargos de gestión en Tressis SV, y no es accionista desde hace tiempo. Yo nunca he trabajado con él, y desde luego jamás he sido su «mano derecha», término que indica una colaboración mucho más que estrecha.

3. Incluir en mi nombramiento una referencia no solo lejana, sino inexistente, a casos de corrupción lleva al equívoco -intencionado o no- de implicarme directa o indirectamente en un caso con el que no tengo la más remota conexión. Ni con ese ni con ningún caso de corrupción. Jamás he sido investigado ni nombrado en ningún procedimiento y mi reputación y honor están fuera de toda duda.

4. Mi cualificación para el puesto está fuera de toda duda como para que la periodista me tilde de «tertuliano ultraliberal». Nunca he sido tertuliano, entendiendo como tal a una persona que acude a tertulias a debatir de distintos temas. Soy un economista y profesor de Economía Global, gestor de inversiones, al que se invita a los medios como experto en su campo. Creo que mi curriculum, que incluye dos bestsellers en inglés en Reino Unido y experiencia en algunas de las mayores empresas y fondos del mundo, es incuestionable. Lo único que se le exige a un periodista es un poco de rigor, coincida o no con mis ideas.

5. Es falso que haya abandonado mi puesto en Tressis Gestión como dice el artículo. Se exige un poco de rigor.

6. Es falso que sea primo de Lucía Figar, un error que no paro de recordarles en las redes y su periódico no para de repetir. Ni siquiera la he visto en toda mi vida, aunque estoy seguro de que es una persona muy agradable. Se exige un poco de rigor.

7. Es falso que me despidieran de PIMCO, cuando sabe que varios -seis- compañeros dejamos el fondo a la vez por decisión propia al contar con oportunidades que considerábamos atractivas, una rotación y competencia por el talento que ocurre con enorme frecuencia en la City y el sector financiero, y que es fácil de comprobar con un mínimo de rigor periodístico.

8. En toda mi vida solo he visto en persona dos veces al Sr López-Madrid. He visto más veces en mi vida al dueño de su periódico que al Sr López-Madrid. Insinuar una relación personal y profesional como la que muestran es simplemente mentir para insinuar una complicidad y relación inexistente.

9. En todos los concursos que he visto en Reino Unido o Estados Unidos se exige lealtad al país y al proyecto para el que se concursa. Faltaría más. Asumir que eso es lealtad «al PP» del que no soy militante y al que he criticado su política fiscal -por ejemplo- en varias ocasiones es simplemente falta de rigor. Entiendo que la periodista esté muy ocupada para verificar informaciones, pero puede acceder a todos mis artículos cuando desee en mi web o preguntándome.

10. El concurso «se hizo en agosto». Se puso en marcha una partida tras el referendum (24 de junio) no por cuestiones de falta de transparencia sino porque coincidió entre julio y agosto y el proceso de candidaturas de otras ciudades estaba ya en marcha. Que en 2016 se piense que en julio-agosto no trabajamos millones de españoles suena casi a broma.

11. Curiosamente en el artículo menciona mis comentarios a algunos nombramientos a dedo de partidos que la periodista nunca ha criticado. Si cualquiera de esos nombramientos se hiciera con las exigencias de experiencia de éste, con la misma competencia y los mismos requisitos de competencia, objetivos y control -colaboración público-privada sujeta a las normas de contratación y supervisión de tanto la Cámara de Comercio como la Comunidad de Madrid- nadie estaría indignado con los más de 44 nombramientos a dedo a familiares y amigos de partidos que se vanaglorian de «regenerar».

A un periodista no se le exige afinidad ideológica. Se le exige rigor. Nadie me puede negar que estoy siempre dispuesto a atender a cualquier llamada y aclarar cualquier dato. En ningún momento se me contactó para verificar ninguna de estas afirmaciones. Confío en que no vuelva a ocurrir. Critíquenme todo lo que quieran, me encanta el debate y aprendo mucho leyendo su periódico. Pero no mientan. No es necesario.

Atentamente

Daniel Lacalle

PD: Enlace al artículo aquí.

Japón nos vuelve a mostrar el error de las políticas de demanda

Japón acaba de publicar su presupuesto y va camino de lanzarse a otro año de crecimiento paupérrimo. Las estimaciones del Gobierno y el Banco de Japón parecen, de nuevo, destinadas a ser incumplidas.

Y Japón importa. Porque es un ejemplo de lo que no debemos hacer en el resto del mundo. Tras dos décadas de estancamiento.

The Economist vuelve a situar a Japón entre las 20 economías con menor crecimiento para 2017, y estimaciones de 0,5% anual entre 2017 y 2021.

El primer problema del presupuesto es el enorme endeudamiento. Los ingresos cubren alrededor del 60% de los gastos en el presupuesto. El resto será emitir deuda, que ya supera el 229% del PIB. Los Neokeynesianos de “da igual porque los tipos son bajos” ignoran que casi el 20% del presupuesto se va en pagar intereses aunque el coste de la deuda sea muy bajo (hoy el bono a 10 años tiene un coste de cerca del 0,10%). Pero además, parece que da igual que el Banco de Japón se “coma” la enorme mayoría de esos bonos, que acumula más del 35% de los bonos emitidos por el Gobierno y hoy tiene la mayor cantidad de ETFs del país, camino de ser el mayor accionista de 55 de las empresas del Nikkei a finales de 2017 y ya uno de los cinco principales en 81. Vamos, lo más parecido a un esquema piramidal que uno se pueda imaginar.

El presupuesto publicado muestra la bomba demográfica que sufre el país y de la que en Europa deberíamos aprender… Una población que envejece rápidamente no se soluciona con gas de la risa monetario. Más del 40% del presupuesto se va a pensiones y sanidad.

Pero encima ese gas de la risa monetario no garantiza las pensiones, que volverán a recortarse en 2017-2018 por la insostenibilidad del sistema. Otro ejemplo para los que dicen que las pensiones se garantizan aumentando impuestos. No ocurre ni en Japón.

Y ese es el gran problema, se intenta solucionar con el subterfugio monetario el impacto de tendencias mucho más relevantes, como es la demógrafica. Y aumentando impuestos y disfrazando ese problema, introduciendo enormes planes de estímulo inútiles solo se pospone lo inevitable.

Usted dirá que “qué más da”, si no hay inflación. Sin embargo los salarios reales en Japón están a mínimos de dos décadas. Y la renta disponible sigue erosionándose. En realidad el único beneficiario del desastre monetario de Japón –que no deja de ser un robo lento al ahorrador bajo la falsedad de la promesa del “contrato social”– es el Gobierno, que se endeuda eternamente manteniendo los problemas de “intereses especiales”, desequilibrios, conglomerados industriales dependientes del poder político y políticas inflacionistas que solo estancan más y dejan una economía menos capacitada de solventar vía productividad e iniciativa de valor añadido los problemas demográficos y el agujero dejado por décadas de estímulos.

Que nos sirva de aviso, porque estamos copiando los errores del país nipón, pero sin su disciplina y su tecnología.

Madrid, ¿puede atraer empresas de la City?

Link al vídeo de Mediaset

Hace unas semanas, en Londres, comentábamos en la CNBC que la medida más importante tomada por el gobierno británico ante el riesgo de impacto económico por el Brexit ha sido bajar el Impuesto de Sociedades al 15%. Mitiga el riesgo de fuga de empresas y desde luego, sirve de acicate para que las pymes y empresas grandes asentadas en el país sigan operando sin tener que sufrir una carga impositiva excesiva. Fue entonces cuando se vieron los dos autobuses de la Comunidad de Madrid paseando por Westminster y anunciando las bondades de la región para las empresas.

La Comunidad de Madrid, en particular, puede beneficiarse mucho de la atracción de las que decidan asentarse fuera del Reino Unido. Tiene unas infraestructuras espectaculares, comunicación privilegiada con Latinoamérica y África, edificios relativamente baratos, profesionales cualificados, servicios excelentes y un nivel de calidad de vida muy alto. Tiene, además un régimen impositivo atractivo, que la sitúa por encima de París o Milán como posible capital de atracción de inversión. Y esa es la clave. Debemos eliminar la mentalidad de ver a las empresas como cajeros y que los que no producen pongan palos en las ruedas a los que sí lo hacen. Una fiscalidad que piense en los ingresos que recibiremos si crecemos y atraemos más inversión y empleo, no en rascar lo poco que quede.

Atraer empresas de servicios financieros es esencial para mejorar el patrón de crecimiento. Supone una pantalla hacia el mundo, una lanzadera que afecta positivamente a la diversificación y desarrollo de la financiación a la economía real, a la mejora de salarios por actividades de apoyo y servicio, y al desarrollo tecnológico. Ser una capital financiera no es solo tener bancos. No es una casualidad que Tokyo, Nueva York, Singapur o Hong Kong luchen como sea por mantener sus centros financieros fuertes y con atractivo. Tienen un impacto sobre la marca del país, sobre la imagen, enorme. Y además tiene un verdadero efecto multiplicador sobre la inversión y la financiación de todos los sectores. Lo contrario… Ya lo conocemos. Tenemos una oportunidad magnífica para seguir siendo un ejemplo mundial. No solo tenemos las herramientas, sino todos los ingredientes. Que no lo estropee un comité de defensores del estancamiento.