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Peligro de tercera recesión en Europa

“Even in the future, nothing works!” Rick Moranis.

Si hay algo revelador en la reacción negativa de los mercados a la intervención del pasado Mario Draghi, presidente del BCE, el pasado jueves, es que sigamos creyendo que el Banco Central Europeo puede hacer milagros. En este caso, pensar que Draghi va a comprar unos bonos privados (ABS) que hoy aún ni siquiera están emitidos y esperar que anuncie todavía más. Unos mercados “’opados’ que no atienden a fundamentales ni riesgos específicos y sólo corren detrás del siguiente ‘manguerazo’ de dinero fácil. Como inversor, desde hace más de diez años me entristece ver a muchos gestores que sólo se lanzan a perseguir beta de banco central –el próximo chute-.

Hace ya meses advertíamos que “El plan Draghi no arregla Europa”  y que el estímulo del Banco Central Europeo era, además de innecesario, peligroso.

Los bancos centrales no suplen con el gas de la risa monetario los desequilibrios de los países.

Aferrarse al cuento de que “en EEUU Obama y Bernanke lo han conseguido” es engañoso cuando se niega a Europa la libertad económica, apertura, mercado libre y espíritu emprendedor del continente norteamericano y, sobre todo, porque en los análisis interesados de “lo que ha hecho Obama” olvidamos que la participación laboral se ha desplomado a niveles de 1978 y la recuperación de ‘la impresora milagrosa’ hubiera sido inexistente si no llega a ser por la revolución energética local, que ha llevado a EEUU a producir más que Arabia Saudí. Lean “Cómo el fracking ha salvado a Obama” aquí.

«Bajo crecimiento, baja inflación, tipos bajos, baja volatilidad… Alta deuda, alto desempleo y altísimos impuestos. Una combinación extrema de fragilidad que nos debe seguir preocupando»De hecho, la política expansiva compra algo de tiempo, pero los estados europeos, que se niegan de manera arrogante a reformar sus hipertrofiadas administraciones, se acomodan a los estímulos. Como ya ocurrió en 2009, en cuanto ven la más mínima señal de recuperación, frenan las reformas. Enhorabuena, ya crecemos al 1%, podemos descansar. Con esta actitud, en parte apoyada por los ciudadanos que siguen pensando que todo es gratis, los gobiernos se lanzan a garantizar el estancamiento durante unos cuantos años. Ya lo estamos viendo en Japón, donde tras aumentar la masa monetaria un 40% anual van encaminados al crecimiento cero.

El ejemplo más peligroso es Francia, «El nuevo enfermo de Europa”, que tras anunciar tímidas reformas, inmediatamente rechazadas por elestablishment intervencionista, vuelve a las andadas con un presupuesto más deficitario y cuya recesión nos puede afectar en España de manera importante, ya que es nuestro principal socio comercial.

Bajo crecimiento, baja inflación, tipos bajos, baja volatilidad… Alta deuda, alto desempleo y altísimos impuestos. Una combinación extrema de fragilidadque nos debe seguir preocupando. Y tras dilapidar en la UE el 32% de su PIB en déficits “para crecer” desde 2008, aún hay quien pide “relajar” los objetivos para salir. No, la crisis de Europa no se ha acabado. Se ha disfrazado con el sirope de chocolate monetario.

En Europa se crean comités, programas, planes de estudio y todo el mundo ignora el elefante que impide el crecimiento. Un gasto público que supera el 49% del PIB de la Eurozona y que sigue creciendo. Y una llamada a los “ingresos perdidos” y “fraude” que recuerda mucho al cuento de la lechera. Leaneste post. Una sobrecapacidad productiva del 24-25% heredada de los planes industriales y “de estímulo” casi soviéticos del periodo 2004-2010 y el bombardeo tributario continuado a los sectores que han sobrevivido a la crisis.

El expolio en impuestos ha llevado a la práctica desaparición de la clase media y la política de impedir a toda costa la implementación real de financiación privada y capital riesgo sigue dejando a las pymes sin financiación, además de sufrir el esfuerzo fiscal más alto de la OCDE. Mientras tanto, se le echa la culpa a unos bancos a los que se les exige sorber y soplar a la vez. Reducir riesgo y aligerar su balance, pero prestar a pymes, estados y familias como si fuese 2007.

Los ciudadanos no están inmunes a nuevos rescates financieros en unos estados que no quieren perder su control sobre sus sectores financieros. Nadie quiere que “sus bancos” adelgacen ni que su tamaño se reduzca y eso lleva a que una Europa hiper-bancarizada no termine de modernizar su sector financiero. En EEUU, la banca supone menos del 80% del PIB del país y financia a menos del 30% de la economía real. El resto es financiación privada y capital riesgo. En Europa, más del 80% de la economía real se financia por crédito bancario. El tamaño del sector bancario es más de tres veces el PIB de la Eurozona. Pues bien, el riesgo de rescates –si no se sale de la crisis de manera sólida- con dinero público sigue siendo alto, ya que la suma de accionistas y bonistas no llegan a un 8% de los pasivos (liabilities). Es decir, que incluso si se quisiera llevar a cabo un bail-in (que el rescate bancario lo paguen los inversores de dicho banco) en la mayoría de los casos no se cubriría ni un 8% de las necesidades de capital.

… Pero hay razones para ser más optimista.

Los riesgos son evidentes. La resistencia al cambio de la aristocracia del gasto público y de la Europa de “mis derechos, con tu cartera” es desesperante.

Sin embargo, Europa está saliendo de la recesión con superávit comercial. Muy importante. Atrás quedan las llamadas a “estimular la demanda interna” y hundir al país.

Los índices manufactureros (PMI) aún siguen en expansión, por encima de 50.

El crédito a empresas se está recuperando ya de forma clara y se prevé un crecimiento del 5% en nuevos préstamos en la UE27, según el BCE. Añadiendo la compra de activos antes mencionada, que supone sólo hasta fin de año unos 240.000 millones de euros, la recuperación de la actividad de financiación a empresas fuera de los sectores ‘ladrilleros’ va a ser evidente.

«El expolio en impuestos ha llevado a la práctica desaparición de la clase media y la política de impedir a toda costa la implementación real de financiación privada y capital riesgo sigue dejando a las pymes sin financiación»La deuda de empresas y familias sigue cayendo y se encuentra a niveles de 2007. A pesar de todas las dificultades que aún pueden darse en la banca,el riesgo sistémico se ha reducido con las sucesivas ampliaciones de capital. Sí, los estados siguen gastando más de lo que ingresaban en el pico de la burbuja. Pero Europa no supone el enorme agujero de necesidades de refinanciación anual que era en 2010.

El empleo sigue siendo un problema enorme. Hundiendo la renta disponible de la clase media a impuestos no se va a reactivar el consumo, ni tampoco baja el paro con llamadas a “subir los salarios” por decreto del politburó, mientras se suben los impuestos, como si fuese automático. Una Unión Europea que dilapida casi un 1% de su PIB anual en “políticas activas de empleo” desde 2008 y destruye 4,5 millones de puestos de trabajo debería al menos ser humilde, reconocer el fracaso de esas medidas y reducir tributos a las empresas que sí nos van a sacar de la crisis.

Sí, Europa probablemente siga renqueando en ese mar de sobrecapacidad y planes industriales que paga usted, pero no estamos, ni de lejos, al borde de otra recesión. Eso sí, es una pena que los gobiernos se contenten con hacer pie en vez de nadar.

 

 El contenido y opiniones expresados en esta web son estrictamente personales y no deben ser considerados como recomendaciones de compra o venta.

Podemos. La Ruina Segura

Articulo publicado en «Actualidad Económica» septiembre 2014 (Actualidad economica

Si hay algo que sorprende cuando se ve el panorama político español desde el extranjero es el llamado “populismo con el dinero de los demás”.  Siempre se habla de gastar más subiendo los impuestos a otro, de endeudarse más con el crédito de otro, y de la solidaridad con el esfuerzo del vecino. La aristocracia del gasto público, que es la que mejor ha vivido durante la crisis, siempre piensa que usted gana demasiado y paga poco.

Por eso me indigna sobremanera que la reacción a la crisis institucional y política genere una “alternativa” como Podemos. Nos quejamos de la corrupción, y la “solución” la vamos a buscar en personas que asesoran, alaban y proponen como ejemplo para Europa a Venezuela, el régimen más corrupto de Latinoamérica y el 17 del mundo, según Transparency international. Es como llamar a un pirómano para apagar un fuego.

Y es que las propuestas de Podemos no son una novedad ni una alternativa. Su modelo es muy viejo y ha sido probado con resultados desastrosos en Argentina y la república venezolana, o en Albania, que no hay que irse tan lejos.

No es un modelo “anti-casta”, es “pro-mi casta”. Bajo el mensaje supuestamente democrático y participativo se encuentra el mismo engaño populista histórico. “Asambleas populares”. Juntar a un grupo, separarlo en mini-grupos, volver a separarlo y cuando han decidido lo que acuerda el grupo más pequeño, liderado por un “moderador”-comisario-, gritar todos a una “el pueblo ha decidido”. Mientras, el líder supremo decide y controla todo.

Además, las propuestas económicas de Podemos son el cuento de la lechera. Gastar primero esperando unos ingresos que, cuando no llegan, nos llevan a la quiebra.

Por supuesto, el lector puede decir que casi todos los partidos políticos proponen cosas imposibles, pero yo jamás he visto una combinación como ésta de medidas aberrantes que nos llevan a la ruina segura.

Tomen como ejemplo el punto 1.8 de su programa “colaborativo” para las europeas, donde piden que “no se acepten apuntes virtuales como son las amortizaciones y deterioros”. Para Podemos la contabilidad y normas aceptadas globalmente (GAAP) son ficción. Como los beneficios empresariales les parecen poco para sus veleidades, se los inventan y a correr. Luego, cuando las empresas no tengan acceso a financiación porque las cuentas “método Podemos” no las acepte nadie, le echarán, como en Argentina, la culpa a los especuladores.

Fíjense en su idea estrella, la “renta básica universal”. El coste de implantarla en España para todos los ciudadanos sería de 361.000 millones de euros anuales, más que los ingresos fiscales del país. Otra opción, según el presidente de Gestha sería “la adopción de una renta básica limitada a las persona en riesgo de pobreza”. Y para ponerla en marcha “se necesitarían más de 72.000 millones de euros anuales, una cifra que tampoco sería viable ya que supone casi el 40% de la recaudación total.

O la jubilación garantizada a los sesenta años. Supondría unos 15.400 millones anuales de coste adicional al estado asumiendo un sueldo cercano a los 16.000 euros/año por pensionista ya que actualmente España cuenta con 783.000 personas ocupadas entre 60 y 64 años, pero casi 960.000 personas si contamos toda la población activa de esa edad.

La “nacionalización de sectores estratégicos” es otra ocurrencia. Solo la expropiación de esos sectores costaría al estado más de 150.000 millones de euros -mayor deuda- si paga un descuento similar al caso argentino en la expropiación de YPF comparado con el valor en libros. Además, con unas necesidades de refinanciación de 70.000 millones de euros solo en energía, telecomunicaciones y banca en los próximos cinco años, las primas de riesgo de las empresas se dispararían y el acceso a crédito se desvanecería.

Es, además curioso que, mientras Podemos pide “auditar la deuda”, no hable de reducir el gasto público, sino de aumentarlo en 35.000 millones anuales. La deuda generada por los políticos anteriores no vale, pero su gasto nuevo sí. Ellos no van a construir aeropuertos inútiles, pero piden “más infraestructuras”, que es lo mismo.

Por supuesto, al no asumir la validez de la deuda reconocida por entidades internacionales, ni aceptar que esa deuda se ha contraído por un estado votado democráticamente y unas comunidades autónomas con casi todos los partidos en sus órganos de gobierno, lo que están proponiendo es simplemente una decisión aleatoria de unos “ciudadanos” que se erigen en auditores por encima de todas las instituciones. En realidad es dinamitar la legitimidad del Estado y sus representantes.

Solo con anunciar la auditoria, las primas de riesgo subirían enormemente, y si hacen impago la caja de las pensiones y seguridad social, hasta un 90% invertida en bonos soberanos, quiebra.

Pero lo que es francamente hilarante es proponer por un lado auditar la deuda, con el consiguiente impago… Y a la vez aumentar el límite de déficit . No existe un solo caso en el mundo en que se haya hecho impago o auditoria de la deuda y el estado haya seguido financiándose correctamente o el gasto público haya aumentado en términos absolutos.

¿Qué ocurre al día siguiente de declarar la deuda ilegitima o anunciar una auditoria “ciudadana”?. ¿Cómo se financia el enorme gasto y asistencialismo que pretenden implementar?. ¿Quién nos presta?. ¿El BCE?… ¿Seguro que Alemania, Finlandia, Holanda o Reino Unido iban a tirar del cheque para financiar la Albania cañí de Podemos?. Entonces empiezan las quiebras y recortes, pero de verdad.

¿Cómo prometen financiar estas medidas? Con la manida “lucha contra el fraude e impuestos a los ricos”, el cuento de la lechera.  A pesar de que ningún país del mundo ha aflorado más del 1% del PIB con esas medidas, ellos aseguran que van a recaudar muchísimo más. Recordemos que un 40% de la cifra “estimada” por los técnicos de Gestha de posible aumento de ingresos fiscales viene de aumentos de impuestos, no de eliminar fraude fiscal. Y no olvidemos que nunca en la historia se ha recuperado una cifra superior a €4.000 millones atacando el supuesto fraude… Muy lejos de los €38.000 millones que aseguran poder recaudar de “economía sumergida”. A pesar de ello, no cubren ni de lejos la cantidad mínima estimada de su gasto anunciado -122.000 millones- entre 72.000 millones de renta básica universal solo ciudadanos en riesgo de exclusión, 15.400 millones de jubilación a los 60 años, 35.000 millones de aumento del gasto público “para crecer”, sin contar costes de expropiaciones y quiebras.

Siendo optimistas y creyéndonos sus “ingresos esperados” es un 8,4% adicional de déficit a añadir al actual –e insostenible- 6%, ya que no van a bajar gastos. Un 14,4% de déficit anual… Imposible de financiar dentro del sistema actual, así que no digamos con la propuesta de auditoría, impago y expropiación de Podemos.

Por supuesto, la tentación de “salir del euro” y dedicarse a imprimir moneda, que ha llevado a Venezuela y Argentina a tener unos de los mayores índices de inflación del mundo, aparece constantemente. Si no hay dinero, imprimámoslo. Solo se olvidan de que los gastos de importaciones y las deudas de familias, empresas y estado están en euros o dólares. La devaluación dispararía la inflación, el déficit comercial y las quiebras.

Así se garantiza… nada. Pagar la renta básica y las pensiones en papelitos devaluados supone miseria y una inflación galopante que empobrece a todos. Aparte de la quiebra de muchos sectores con deuda en euros y que no podrían financiarse. Prometen medidas que parecen muy bonitas, que en el mejor de los casos se darán con un dinero que no valdrá nada.

¿Saben los lideres de Podemos que estas medidas son inviables y nos llevarían a la quiebra?, sí. Pero es que el objetivo de Podemos no es evitar la quiebra, sino “gestionar” el día siguiente de la misma. Como en Venezuela, una vez tomadas las instituciones y hundida la capacidad de financiación y la credibilidad internacional, tendrán al pueblo y al estado rehén para imponer mayor intervencionismo y pasar del inexistente “Leninismo amable” que preconiza Monedero al único Leninismo que existe. El autoritarismo.

Mucha gente me dice “hombre, no creo que sea así”, “hay que darles una oportunidad”, “España no es Venezuela”. Eso, precisamente, decían en el país latinoamericano antes de la llegada de Chávez “no, venga, no creo”, “Venezuela no es Cuba”.

Si los modelos fallidos del pasado hay que cambiarlos, deberíamos recordar que el modelo que ha demostrado fracasar de manera más clara y con peores consecuencias para el pueblo en los últimos cien años es el del colectivismo populista. La solución no es más intervencionismo, sino libertad económica, apertura y emprendimiento. Aprendamos del pasado para no repetirlo, ni el de los últimos diez años ni el de los últimos cien.

 

Daniel Lacalle

Economista y gestor de fondos, autor de “Viaje a la Libertad Económica”, “Nosotros los Mercados” y “La Madre de Todas las Batallas” (Deusto)

 

La Reforma Fiscal que España necesita

Escuche mi intervención en Intereconomía aquí 

22/6/2014 El Confidencial

«For a nation to try to tax itself into prosperity is like a man standing in a bucket and trying to lift himself up by the handle». (Winston Churchill)

Una reforma fiscal debe estar orientada a conseguir los siguientes objetivos:

– Mejorar la renta disponible de las personas, para apoyar el consumo.

– Apoyar el crecimiento económico, para generar mejores ingresos fiscales futuros.

Es decir, olvidar el objetivo recaudatorio cortoplacista del Sheriff de Nottingham arrancando monedas al que sobrevive y apostar por el crecimiento y una mayor calidad y sostenibilidad de ingresos fiscales.

Todas las reformas fiscales que olvidan esos objetivos fracasan.

Las líneas generales de la reforma planteada por el Gobierno el viernes recuperan esos objetivos tras el fallido intento de subir impuestos que exigía el aparato, la izquierda, Bruselas y los aristócratas del gasto público. Tras subirlos todos, los ingresos solo mejoraron en 3.664 millones de euros.

Aprender de los errores y recuperar los principios tradicionales de bajos impuestos y crecimiento es un paso adelante, y no puede más que valorarse positivamente. Pero hace falta más.

La reforma fiscal debe plantearse también como una mejora de renta disponible y lanzadera de crecimiento desde el recorte del gasto. La sociedad española no saldrá de la resaca del exceso de obra civil e inmobiliaria hasta que no pinche las superestructura de gasto que se creó al calor de dicho exceso, un aumento del gasto público de casi el 50% en cuatro años. Seguimos siendo uno de los países con mayor gasto político innecesario, entre subvenciones (10.000 millones anuales), administraciones duplicadas (22.000 millones anuales) e ineficiencias (miles de empresas y observatorios públicos con más de 40.000 millones de euros de deuda) y todo ese gasto político que comentábamos aquí (https://www.dlacalle.com/extractos-de-viaje-a-la-libertad-economica/ ).

Plantear que la reducción de impuestos es imposible y no atacar ese enorme despilfarro o, lo que es peor, justificarlo, es un insulto a las familias y empresas que trabajan duramente para llegar a fin de mes. Porque es el dinero de todos lo que estamos tirando.

Los recortes fiscales expansivos son importantes, y los que dicen que nunca se ha aumentado ingresos bajando impuestos, además de despreciar el esfuerzo de los trabajadores y analizar desde una perspectiva recaudatoria cortoplacista, mienten (leanhttp://www.forbes.com/sites/mikepatton/2012/10/15/do-tax-cuts-increase-government-revenue/). Rusia, EEUU, Singapur, Reino Unido, Suecia, Chile o Uruguay vieron aumentos de ingresos con bajadas de impuestos. En Reino Unido, 24.000 millones de libras de aumento con la bajada del tipo marginal. La evidencia empírica, sobre todo del impacto negativo de las subidas de impuestos, se encuentra en decenas de trabajos científicos (1).

Es curioso que los que se pasan el día diciendo que hay que imitar a Obama rechacen de plano una reforma que va en un sentido similar a la estructura de EEUU. Ojala les leyera pedir la fiscalidad de EEUU. Vean el grafico.

Es por ello que la medida anunciada el viernes debe valorarse de manera positiva, ya que revierte la subida del IRPF de 2011, apoya a las familias numerosas, las más castigadas en casi todas las reformas desde 1979, ymejora la fiscalidad de empresas para facilitar la contratación.

Una reforma fiscal confiscatoria, como la que plantean algunos, que buscase recuperar ingresos extraordinarios creados por la burbuja inmobiliaria, es suicida. Recordemos que suponía casi 50.000 millones de euros anuales excepcionales para las arcas del estado. Intentar recuperar esos ingresos con lo que ha sobrevivido del colapso burbujero es imprudente.

Intentar apostarlo todo a la lucha contra el fraude, que es necesaria, parte de las estimaciones optimistas de cuento de la lechera que comentábamos en mi artículo «PIB, fraude y las estimaciones peligrosas» (https://www.dlacalle.com/pib-fraude-fiscal-y-las-estimaciones-peligrosas/ ). Estimaciones optimistas de ingresos futuros para justificar gastos muy reales y concretos hoy. Suicida.

Mejorar renta disponible y facilitar la contratación. No excepcional, ni ideal, pero merece valorarse. La reforma fiscal planteada por el Gobierno el pasado viernes tiene varios puntos positivos, como hemos comentado, y varios interrogantes.

– Es tímida, al plantearse en dos años. Algunos atribuyen objetivos electoralistas. No lo sé, pero no está mal que alguien haga electoralismo bajando impuestos y no tirando de la chequera para hacer otra ciudad del circo.

– El impacto negativo de la eliminación de deducciones en la inversión de las empresas debe analizarse en detalle.

– Supone, según primeras estimaciones, una subida a algunos ciudadanos en algunos tramos. Aunque en media se percibe un impacto positivo en general, se debe aclarar este punto. Lean el excelente análisis de Eduardo Segovia (http://www.elconfidencial.com/economia/2014-06-21/los-que-ganan-entre-33-000-y-35-000-euros-veran-como-su-tipo-marginal-baja-10-puntos_150187/ ).

Sin embargo, y con todo, tras estas medidas España seguirá siendo uno de los países con mayor esfuerzo fiscal de la OCDE, casi el 40%.

Lo llevamos comentando desde hace años, la reforma fiscal que España necesita debe ser ambiciosa y valiente, empezando por:

– Bajar más los impuestos a empresas y familias. Rebajar cuotas a autónomos, de una manera clara y que haga a estas personas valorar positivamente la decisión de montar su negocio independiente. Algo se comenta en esta noticia de El Confidencialhttp://www.elconfidencial.com/espana/2014-06-21/rajoy-pide-colaboracion-para-incorporar-a-la-reforma-fiscal-cosas-que-sean-razonables_150320/), veremos si es correcto. Un régimen de autónomos donde se pague una cuota mucho menor, en línea con los países de nuestro entorno  -a todos, no solamente los jóvenes- y se deduzcan impuestos si se crea empleo estable. Unentorno impositivo atractivo y bajo, tanto a nivel corporativo como personal, predecible a largo plazo, es esencial para ayudar al país a recuperarse.

– Apoyo fiscal a PyMes. La tarifa plana es una buena medida para mejorar la transición a gran empresa. En España, el 70% del valor añadido y el empleo lo crean las pequeñas y medianas empresas, pero la transición a gran empresa es una de las más bajas de Europa. España es el país de la UE donde es más caro establecerse después de Francia y esto, añadido a la burocracia, hace que sea aún muy laborioso crear puestos de trabajo (en Reino Unido se tarda un día en crear una empresa). En vez de penalizar con más regulación y coste, facilitar la transición eliminando trabas, no “suavizándolas”.

El informe “Doing Business” del Banco Mundial sitúa a España en puestos muy inferiores a países de su entorno en cuanto a facilidad para crear una empresa. Según Morgan Stanley (“adopting Anglosaxon flexibility could boost GDP by 15% in the long run”), España se beneficiaria de un entorno menos asfixiante y restrictivo, con una regulación eficaz, no confiscatoria. Utilizar nuestro capital humano, que hoy está desaprovechado en funciones burocráticas, para facilitar y asesorar a las empresas a crear valor, con un sistema de remuneración basado en beneficios generados, no en papeles acumulados.

Invertir en España se percibe como un ejercicio tedioso y complejo que necesita de favores de los políticos locales. Debemos convertir estas estructuras en “facilitadoras” en vez de “obstructoras”. Disminuir drásticamente las barreras de entrada eliminando limitaciones proteccionistas.

Lo comentaba el viernes con mis seguidores en Twitter, la reforma fiscal ideal es reducir el esfuerzo fiscal a niveles pre-2004. Leo a demasiados “expertos” que quieren un esfuerzo fiscal aún mayor al actual, a pesar de que jamás ha funcionado para relanzar la economía.

El déficit no se reduce confiscando, se reduce con crecimiento económico, prosperidad y prudencia presupuestaria.

Los ingresos fiscales mejorarían aumentando el porcentaje de rentas altas. Igualando a la baja no se recauda. Ninguna sociedad ha mejorado ingresos fiscales redistribuyendo la miseria, sino aumentando las oportunidades para prosperar y enriquecerse

En definitiva, tenemos que crear un país “España 2.0” donde se maximicen las posibilidades de que las familias y empresas prosperen. No repartir la miseria. La solución no es ir bajando la definición de rico hasta que no quede ninguno, sino permitir que se enriquezca el mayor porcentaje posible de la población. Tenemos que crear cultura emprendedora, aprender y no demonizar el fracaso, olvidar la envidia, premiar el esfuerzo y el éxito.

Si España va a crecer un 1,4% PIB, no va a gastar más y se ahorra 0,5% en coste de deuda, una rebaja fiscal de 0,9% es mucho más que posible. Es urgente.

La reforma fiscal no es la panacea, es un mero instrumento. Necesitamos la reforma integral de la economía nacional. El crecimiento y la riqueza son los objetivos a perseguir. Hace falta mucho más… Y España puede conseguirlo.

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Cuadro inferior cortesía de El País:

reforma fiscal

Referencia Bibliográfica:

(1) Norman Gemmell, Richard Kneller, & Ismael Sanz, The Timing and Persistence of Fiscal Policy Impacts on Growth: Evidence from OECD Countries, 121 Economic Journal F33-F58 (2011). 17 OECD countries (Early 1970s to 2004). Taxes on income and profit are most damaging to economic growth over the long run, followed by deficits, and then consumption taxes.

Jens Arnold, Bert Brys, Christopher Heady, Åsa Johansson, CyrilleSchwellnus, & Laura Vartia, Tax Policy For Economic Recovery and Growth, 121 Economic Journal F59-F80 (2011). 21 OECD countries (1971 to 2004).  Corporate taxes most harmful, followed by taxes on personal income, consumption, and property.

Robert Barro & C.J. Redlick, Macroeconomic Effects of Government Purchases and Taxes, 126 Quarterly Journal of Economics 51-102 (2011). U.S (1912 to 2006). Cut in the average marginal tax rate of one percentage point raises next year’s per capita GDP by around 0.5%.

Alberto Alesina & Silvia Ardagna, Large changes in fiscal policy: taxes versus spending, in Tax Policy and the Economy, Vol. 24 (Univ. of Chicago Press, 2010). OECD countries. Fiscal stimuli based upon tax cuts more likely to increase growth than those based upon spending increases. Fiscal consolidations based upon spending cuts and no tax increases are more likely to succeed at reducing deficits and debt and less likely to create recessions.

International Monetary Fund, Will it hurt? Macroeconomic effects of fiscal consolidation, in World Economic Outlook: Recovery, Risk, and Rebalancing (2010). 15 advanced countries (170 fiscal consolidations over the last 30 years). 1% tax increase reduces GDP by 1.3% after two years.

Young Lee & Roger Gordon, Tax Structure and Economic Growth, 89 Journal of Public Economics 1027-1043 (2005). 70 countries. Reducing corporate income tax 1 percentage point raises annual growth by 0.1 to 0.2 points.

F. Padovano & E. Galli, E., Tax rates and economic growth in the OECD countries (1950-1990), 39 Economic Inquiry 44-57 (2001). 23 OECD countries. Effective marginal income tax rates negatively correlated with GDP growth.

Reinhard Koester & Roger Kormendi, Taxation, Aggregate Activity and Economic Growth: Cross-Country Evidence on Some Supply-Side Hypotheses, 27 Economic Inquiry 367-86 (1989). 63 countries. Controlling for average tax rates, increases in marginal tax rates reduce economic activity. Progressivity reduces growth.

 

 

PIB, Fraude Fiscal y las Estimaciones Peligrosas

14/6/2014 El Confidencial

«Consistency is the last refuge of the unimaginative» Oscar Wilde.

Siempre comento que la labor de los políticos no es reducir el gasto, sino buscar formulas originales y divertidas de esconderlo.

Una de las más entretenidas es la famosa «sacar las partidas para que no cuenten como déficit». Como si no se pagasen.

Otra es referir los gastos y deuda «sobre PIB» (producto interior bruto), en vez de compararlo con ingresos y costes financieros. Se supone que al referirlo al PIB se hace homogéneo con respecto a nuestros países comparables, pero dentro de esa cifra se incluyen muchos elementos diferenciadores.

El primero es que una economía cíclica y orientada a servicios y exportadora como es la española no se puede permitir unos gastos fijos de administración que superen el 45% de la economía. Además, importa la distribución de dicho PIB. Cuando el Estado consume hasta el 50% del mismo se está contabilizando su capacidad de absorber recursos del resto de la economía de manera extremadamente generosa.

Otro muy relevante es el peso de los elementos estimados. En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, el aporte de la revisión de inventarios explica más del 20% del crecimiento. A medida que se ha ido expandiendo el cálculo del PIB se incrementa el porcentaje de actividades que se estiman, comparado con aquellas que están contabilizadas adecuadamente. En el caso de Estados Unidos, la parte estimada del PIB es casi un 15%. En España, cercana al 20%. Es aquella parte de la economía no registrada, no sólo la sumergida, sino la riqueza de pequeñas cantidades.

Si, como se refleja en algunos análisis, el PIB de España fuera falso, se percibiría esa enorme diferencia en los activos financieros netos, cuya correlación es casi del 97% con el PIB

Muchos dudan de la veracidad del calculo de la riqueza nacional. Yo, por ejemplo, siempre lo comparo con la evolución de la riqueza financiera neta, que es un indicador de seguridad» sobre la fiabilidad del PIB. Si, como se refleja en algunos análisis, el PIB de España fuera falso, se percibiría esa enorme diferencia en los activos financieros netos, cuya correlación es casi del 97% con el PIB. Por lo tanto, no es lógico asumir enormes discrepancias, aunque la falta de correlación con los indicadores industriales sea real y evidente.

En ese análisis se muestra algo muy importante. Esa discrepancia entre lariqueza industrial y la total actual es precisamente la que nos debería llevar a alertar sobre los cálculos de gasto, déficit y deuda «sobre PIB». Porque el cambio de modelo económico y pérdida de una burbuja inmobiliaria que generaba 50.000 millones de euros de ingresos extraordinarios no nos puede llevar a asumir la misma capacidad de gasto y endeudamiento por la menor capacidad recaudatoria de los otros sectores.

Imaginen que tienen ustedes una empresa de construcción y una de hosteleria-exportación-financiera y la primera quiebra mientras las otras florecen. Traspasar todos sus gastos de administración y personal a la segunda empresa y mantener los costes fijos inamovibles les lleva a quebrar la segunda también.

La actividad económica, al perder un efecto tan brutal como la construcción y la obra civil, que llegaron a suponer el 22% de la economía del país, distorsiona…al alza y a la baja. Es decir, cuando crecíamos más que nadie el PIB no reflejaba esas enormes distorsiones alcistas -aumentaba menos- y lo mismo ocurre, en sentido contrario, al pincharse una burbuja, sobre todo cuando ésta era de enormes proporciones. Decrece menos.
Una de las grandes diferencias es la falta de correlación que hemos visto a nivel global entre demanda energética y PIB. Países como Alemania, Estados Unidos o Reino Unido han visto su demanda caer o permanecer inalterada mientras su PIB crecía, porque se ha pasado de un PIB industrial a uno mas orientado al consumo, y porque la eficiencia y sobrecapacidad de la década de exceso también afectan.

Ahora bien, nadie puede dudar de la originalidad de nuestros lideres internacionales cuando deciden añadir «prostitución y drogas» al producto interior bruto.

Incluir esas partidas genera un PIB aun más estimado. En Reino Unido se «calcula» la riqueza generada por la prostitución, de unos 9.000 millones de dolares, asumiendo el numero de prostitutas dado por la policía, y trasladando una correlación entre los gastos de «entretenimiento sexual» legal, las salas de strippers y los servicios de acompañantes junto al crecimiento de la población masculina, al resto de esa «estimada» prostitución. Simple, ¿verdad?. En el caso de las drogas, es aún más complicado, pues se hace -se lo juro- calculando el supuesto ahorro y renta disponible de los drogadictos y usuarios estimados. Se estima que el PIB de Reino Unido va a aumentar en 7.400 millones de dolares por este concepto.

En el caso de España, el incremento del PIB de 47.000 millones de euros no es todo actividades ilegales, gran parte viene de la revisión del censo y unos 15.000 millones vendrán de gasto en I+D, armamento y otros conceptos tecnológicos.

Lo que no puede permitirse es que la inclusión de hasta 32.000 millones de actividades ilegales y no registradas sean una excusa para decir que baja la presión fiscal

Lo que no puede permitirse es que la inclusión de hasta 32.000 millones de actividades ilegales y no registradas sean una excusa para decir que baja la presión fiscal, un ratio recaudatorio, porque el esfuerzo fiscal -lo que paga cada ciudadano- es el mismo.Casi el 40%, uno de los mayores de la OCDE. No puede ser una excusa para subir los impuestos añadiendo al producto interior bruto unas actividades que ni tributan ni sabemos si están correctamente estimadas.

Este nuevo PIB tampoco puede ser excusa para decir que baja la deuda o el déficit ni mucho menos que se puede aumentar.

Aumentar el déficit por este cambio incluyendo actividades ilegales es peligroso… Porque los que lo pagan son los mismos, ya que no seafloran ingresos ni riqueza que no estuviera ya aquí, ni va a tributar.

Que nadie le eche la culpa al INE. Los datos son los que son.

España en 2013 gastó 67.755 millones de euros más de los que ingresó, a pesar de subir todos los impuestos, y en 2014 aún será más de 45.000 millones por encima de los ingresos fiscales de burbuja.

Los intereses de la deuda, a pesar de la caída de la prima de riesgo, suponen casi un 10% de los ingresos totales. La deuda barata no soluciona nada.

Para ajustar “por los ingresos”y llegar al 3% de déficit sin cortar el gasto, se tendrían que aumentar los impuestos mucho más, hasta recaudar 32.700 millones.

Intentar recuperar ingresos solo vía “la lucha contra el fraude” sin atacar el gasto es peligroso, al confiar en unas estimaciones tan cuestionables como las citadas de prostitución y drogas, mientras se mantienen unos gastos ciertos y reales. Además es un engaño, ya que no se recaudaría ni de lejos la cifra necesaria para atajar el desequilibrio de las cuentas, sólo se conseguiría un efecto mínimo de una sola vez, y no soluciona el déficit estructural, de unos 40.000 millones anuales.

Según las estimaciones del sindicato de inspectores Gestha, no ha habido crisis, sólo se han sumergido beneficios. Un aumento de 60.000 millones de euros entre 2008 y 2012, nada menos.

Para que se hagan una idea, en 2007 los beneficios del Ibex 35 eran de unos 50.000 millones de euros y han caído hasta 20.000 millones en 2013, pasando por unas perdidas netas de 8.500 millones en 2012. Si aceptamos las cifras de Gestha, la economía sumergida no sólo genera mayores beneficios que el Ibex entero sino que, mientras las grandes empresas veían como sus beneficios caían un 60%, la economía supuestamente sumergida crecía más que los beneficios de cualquier multinacional y duplicaba la evolución del Ibex. Sorprendente.

El problema de estas «estimaciones de cuento de la lechera» es que, igual que referenciar los gastos, déficit y presión fiscal a este nuevo PIB, no cambia nada. El agujero aumenta mientras le dicen que van a recaudar miles de millones más algún día.

Lo que se paga, lo que se gasta, y lo que le cuesta a usted es lo mismo.

Cambiar el PIB para incluir estimaciones de economía ilegal no me parece mal como ejercicio de análisis. Como excusa de una Europa de estados hipertrofiados para gastar más y hacernos trampas al solitario es un error.Porque no cambia nada. El sistema es igual de insostenible.