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España

Desigualdad, pobreza e ideología

19/4/2014 El Confidencial

“El Estado del bienestar hace confortable la pobreza, y penaliza cualquier intento de salir de la misma”. Thomas Sowell

Mucho se ha discutido esta semana sobre los datos de pobreza ydesigualdad. Parece a veces que el gobierno actual llegó a España en un vergel de igualdad y riqueza y lo ha destruido todo. Pero de esas terribles cifras todos tenemos la culpa.

Para los amnésicos pre-electorales de la desigualdad y la pobreza, merece la pena recordar que:

  • La desigualdad en España (coeficiente de Gini) se situaba en el 30,7 en 2004 comparado con el 30,6 de los 27 países de la Unión Europea. Entre 2004 y 2011, la desigualdad aumentó un 11% mientras gastábamos en planes sociales, de estímulo, cheques y todo tipo de gastosprotectores. En la UE 27 se mantuvo a niveles de 2004. El que parte, reparte y se lleva la mejor parte.
  • La pobreza crónica en la infancia creció un 53% en España desde 2004 a 2011, según Ayuda en Acción. La tasa de pobreza infantil en España pasó del 26,2% en 2007 a casi el 30% en 2011, subiendo cuatro puntos en cinco años.
  • El porcentaje de niños en hogares con un nivel de pobreza alta fue del 13,7% en 2010, la tasa más alta de todos los países de la Europa de los 27, sólo por debajo de Rumanía y Bulgaria. El número de hogares con niños que tenían a todos sus miembros adultos sin trabajo creció un 120% entre 2005 y 2011.

Tras analizar las tablas de Eurostat del periodo comprendido entre 1996 y la actualidad, podemos concluir que la desigualdad bajó en los años de gobierno de José María Aznar, creció durante la Administración Zapatero y ha vuelto a reducirse entre 2012 y 2016, ya con Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa.

En concreto, Eurostat cifra en 31 puntos el Coeficiente Gini que heredó Zapatero de Aznar en 2004. Esta medición, en la que obtener 0 puntos supondrían un reparto plenamente igualitario de los ingresos, subió a 31,9 puntos entre 2004 y 2008, aumentando después hasta los 34 puntos que marcó en 2011.

En el primer año de Rajoy, la desigualdad habría subido ligeramente, pasando de 34 a 34,2 puntos. Sin embargo, en 2013 se habría reducido dicha tasa, que cayó hasta marcar los 33,7 puntos.

Eurostat no solamente mide la desigualdad con el Coeficiente Gini, sino que también analiza esta cuestión estudiando qué porcentaje del ingreso nacional se queda en manos del 20% más rico. Los datos vuelven a desmontar el discurso de las formaciones políticas de izquierda.

Así, este indicador conocido como el 80/20 entre los expertos bajó en los años de Aznar (del 6% al 5,2%) y creció en la era Zapatero (del 5,2% al 6,3%). Con Rajoy al mando, este indicador llegó al 6,5% en 2012 para caer después al 6,3%.

España es uno de los países de Europa con menor desigualdad de riqueza. El índice Gini de riqueza (la métrica más habitual para medir la desigualdad económica) para España es 0,67, uno de los menores de Europa junto con Bélgica (0,63) e Italia (0,67), y muy lejos de los países europeos con mayor desigualdad en la riqueza como son Dinamarca (0,89), Suecia (0,81), Austria (0,78) o Alemania (0,78)

La pobreza afecta solo al 5% de la población:

Según el informe de Foessa para Cáritas (lean) «Aunque los ingresos siguen siendo la variable más decisiva para analizar la pobreza económica, el ciclo económico iniciado a mediados de los años noventa se caracterizó por el crecimiento económico acelerado, una notable expansión demográfica vía inmigración, el incremento del empleo y el aumento del ingreso medio por habitante».

Asimismo, «las condiciones materiales de vida […] mejoraron a lo largo del periodo: la dificultad para llegar a fin de mes y la falta de acceso a bienes de equipamiento del hogar o actividades de consumo como una semana de vacaciones pagadas fuera de casa al año, disminuyeron de forma continua hasta el inicio de la crisis», asevera.

Las situaciones de carencia muy severas, por el contrario, «afectan a un bajo porcentaje de familias»: «en torno al 4% en el caso de España, como promedio a lo largo del periodo 2004-2012». Y «el porcentaje de familias en privación material severa solo es del 5%, y era de un 3,5%» antes de la crisis.

Valga como muestra el siguiente gráfico, en el que se observa la población que no pudo permitirse comer carne, pollo o pescado una vez cada dos días en 2013 (menos del 4%), según Eurostat.

O la población mayor de 65 años que no pudo permitirse comer carne, pollo o pescado una vez cada dos días.

Menos pobreza que en los años 90:

Igualmente, resulta muy relevante que, «cojamos el indicador no financiero de privación material que cojamos, estamos mejor que en los 90″, aclara el economista Juan Ramón Rallo.

 (cortesía Manuel Llamas)

Por lo tanto, no es “este gobierno” o “los recortes”. Ni el anterior y su “política social” hicieron nada estrujando la chequera hasta secarla. Es un problema mayor. Un enorme gasto en protección social (26% del Producto Interior Bruto) que demuestra el fracaso absoluto del asistencialismo y de su administración.

Gastar en protección social unos cuatro puntos menos sobre el PIB que la media de la UE y tener un 11% más de desigualdad, dos veces más paro y siete regiones entre las 10 con más desempleo no es consecuencia “de la crisis”, como si la crisis fuera un ovni que hubiera caído por sorpresa.Es consecuencia de un modelo económico equivocado y un estado asistencialista, empobrecedor y excluyente.

Por eso, el debate se centra en el elemento equivocado. El gobierno de mi equipo o del otro y quién es capaz de rascar otros cuantos miles de millones del bolsillo del contribuyente para “gestionar” la supuesta generosidad del estado para –ejem– combatir la pobreza. Crear pobres es crear clientes, y con ello votantes. La pobreza y la desigualdad son sólo una excusa para disponer de más fondos y crear unos cuantos observatorios donde colocar amigos.

El debate es como salir de la espiral de pobreza. Y eso sólo se consigue fortaleciendo a la clase media y aumentando la renta disponible.

LA AMNESIA

Echarle la culpa a uno u otro inquilino de la Moncloa es extremadamente cómodo por dos razones:

  • Refuerza en la psicología popular que los políticos y los presidentes son los Reyes Magos y solucionan los problemas con su varita mágica.
  • Evita reducir un estado burocrático, confiscatorio y dinosáurico que entorpece la creación de empresas, ralentiza el crecimiento económico muy por debajo de su potencial e impide que los sectores pujantes florezcan y sustituyan a nuestro bienamado ladrillo, que es lo que todos los que van “contando baches en mi ciudad” quieren reavivar. Otro plan E.

En definitiva, crea clientes. El que se conforma con una ayuda asistencial de 400 euros, si se le aprieta un poco, siempre puede aceptar 300.

Fernando Sánchez-Dragó comentaba que “el Estado del bienestar convierte al hombre en súbdito, en oficinista, en funcionario, en niño pitongo de beca permanente, en clase pasiva”. El asistencialismo se ha convertido en una excusa para el bienestar del Estado. Y, como comentamos en mi post “Gasto político” , se disfraza como coste social mucho gasto inútil, administraciones duplicadas, etc.

IGUALDAD O PROSPERIDAD

Las políticas redistributivas donde se niega el exceso de gasto público para sostener administraciones injustificables no están creando ni prosperidad ni riqueza, ni combaten la desigualdad. Solo la perpetúan. Porque son una zancadilla a las oportunidades para que la población salga adelante.

Fíjense en el paradigma que nos quieren vender: Obama.

La política implementada en 2007 de imprimir moneda, subir impuestos y gastar más ha beneficiado fundamentalmente al 0,1% de la población –ni siquiera al 1%-, mientras  el número de norteamericanos bajo el umbral de la pobreza se disparaba a 46,5 millones (30 millones, una brutalidad, conGeorge W. Bush, 17 millones con Clinton). Luego les dicen que el paro ha bajado al 6,7%, pero han sacado a 11,6 millones de personas de las listas, el nivel más bajo de participación laboral desde 1978. ¿Dónde está el 0,1% que se beneficia? En Wall Street Washington. En Inglaterra, Gordon Brown yTony Blair hicieron lo mismo. El que parte reparte y se lleva la mejor parte.

Los que piden inflación y políticas monetarias deberían revisar el inexistente impacto positivo sobre las clases bajas. Su renta media ha caído entre un 2,6% y un 5% desde la llegada de Obama.

La pobreza sólo se combate con crecimiento, libertad económica y poniendo la alfombra roja a los emprendedores, a los autónomos. Aumentando la renta disponible de las personas, no cercenándola a impuestos para luego repartir algo en ayudas.

Sostener un estado hipertrofiado y ahogar a los sectores económicos a impuestos y burocracia nos lleva a tener los mismos problemas que teníamos hace diez años. Y en unos años, el equipo contrario al que gobierne se llevará las manos a la cabeza diciendo “la pobreza y la desigualdad se disparan con este gobierno”.

Ya va siendo hora de dejar de autoengañarnos. Los presidentes no crean empleo ni los gobiernos arreglan el mundo, ni la economía va mejor por meter un billón más en el bolsillo de Wall Street. Ningún consejo de ministros y ningún comité van a cambiar el modelo productivo. Lo hacen ustedes.

Otro plan de estímulo, otro chute de liquidez brutal, no les va a hacer a ustedes menos pobres, y sólo agranda el enorme peso del sector financiero y la deuda pública. Luego, cuando explota, le echan la culpa a los mercados y vuelve a empezar. Represión financiera.

En un país en el que el 70% del valor añadido lo crean las pymes y la mayor parte del empleo, los héroes son esas empresas, los autónomos y los ciudadanos que sobreviven. Y ellos son la solución a la pobreza. No otra chequera en blanco. Porque, desde luego, regar el sistema asistencialista de dinero no ha servido para nada.

La solución no es gastar más. Hundir a la clase media para sostener un estado hipertrofiado y repartir migajas no beneficia a nadie a la larga. Si fuera así, ¿por qué los sistemas intervencionistas y redistribuidores no tienen pleno empleo y riqueza para todos?

Solo se agranda el agujero. Lo haga ObamaHollandeBushBlair o los nuestros. Y, sobre todo, las soluciones mágicas de imprimir, endeudar y crear inflación no han evitado en ninguno de los casos enormes recortes y empobrecimiento.

La solución es abrir puertas, libertad económica, crear oportunidades para todos y permitir el ahorro que lleva a la prosperidad. No desincentivarlo.

Lo comento en “Viaje a la libertad Económica”: los sistemas intervencionistas se preocupan mucho por los pobres. Por eso crean millones de ellos cada año.

La solución no es gastar más. Hundir a la clase media para sostener un estado hipertrofiado y repartir migajas no beneficia a nadie a la larga. Si fuera así, ¿por qué los sistemas intervencionistas y redistribuidores no tienen pleno empleo y riqueza para todos?

En un estudio de James Gwartney y Robert Lawson (Economic Freedom of the World) se muestra que el 10% más pobre de la población de los países con más libertad económica tienen una renta per cápita de más de 7.000 dólares  frente a los 728 dólares de las naciones peor clasificadas. Las clases bajas y medias se benefician mucho más de la libertad económica que de los sistemas intervencionistas. La población vive hasta 20 años más y la calidad medioambiental y de vida es muy superior en los países con los mayores índices de libertad económica.

Aumentar la renta disponible, reduciendo impuestos, y recortar gastos. Dejar que esas pymes y autónomos crezcan, no ahogarlos para recuperar ingresos de burbuja inmobiliaria.

Lo sabían Margaret Thatcher y Ronald Reagan, por eso durante sus mandatos, la política de mejorar la renta disponible reduciendo impuestos aumentó en Reino Unido un 34% la renta per cápita real para las clases más pobres y un 39% en Estados Unidos. No buscaban la igualdad, buscaban la prosperidad.  Entre 1979 y 2007, la renta en Estados Unidos para las clases bajas subió un 18% y para las clases medias, un 40% (Congressional Budget Office). Desde 2008, esas cifras no han aumentado, y para los pobres, ha caído.

Si ustedes realmente se creen que en el mundo hoy se llevan a cabo las “mismas políticas” que en la época de Reagan y Thatcher, les han colado el mayor gol de la historia. Pocas veces hemos visto mayor control estatal sobre la actividad económica y financiera que en los últimos 14 años.

La libertad económica ha hecho más por reducir la pobreza que ninguna otra política. Si seguimos pidiendo políticas de igualdad, sólo conseguiremos más de lo que tenemos. Mediocridad.

Gracias a Diego de la Cruz, Manuel Llamas, Expansión y Libertad Digital por algunas de las citas.

‘Bancarrota’, el documental esencial para entender la crisis de España

Este documental realizado por Fernando Diaz Villanueva y Juan Rallo es esencial para entender la crisis española.

A mi me siguen llegando muchos mitos y excusas sobre la crisis, así que me he permitido recopilar algunos:

1. Ahora es cuando el Estado tiene que gastar. Solucionar deuda con más deuda. Nos olvidamos de que cuando pagamos gastos corrientes con deuda son nuestros hijos los que reciben la factura, con intereses. Llevamos una década endeudándonos para pagar intereses y gastos corrientes. España incrementó el gasto público en 67.264 millones de euros entre 2007 y 2011, un 6,4% del PIB, para generar una caída del PIB del 3,3% y una caída de la producción industrial de 12,7%, con un aumento del desempleo brutal. ¿Lo queremos repetir? Los keynesianos siempre dicen, “no ha funcionado, hagámoslo otra vez”. Hemos generado un deficit desde 2008 a 2012 de €450.000 millones, aumentar el gasto es simplemente imposible y suicida. Total, como dice Krugman “se pueden bajar salarios y subir impuestos”. No, austeridad y crecimiento es un objetivo posible”.

Lean sobre el mito del gasto publico para estimular la economía: y el efecto depresivo del gasto y los impuestos.  A su vez, merece la pena recordar el análisis del Gasto publico en España 2008-2012 de Eduardo Martinez Abascal

2. No se puede recortar más. Las subvenciones en España superarán los 10.000 millones de euros en 2013.  España gasta unos 1.000 millones anuales en asesores. Las diputaciones, cabildos, senado y consejos cuestan 22.000 millones anuales. Por supuesto, ya hemos hablado en varias ocasiones de las comunidades autónomas y su “modesto” presupuesto de 400.000 millones de euros anuales, en los que hay mucha «grasa» escondida bajo el concepto sanidad y educación (vean los detalles en mi post «gasto politico«).

3.No tenemos un problema de deuda pública, sino privada. No existe una sola empresa o familia que gaste anualmente un 16-20% más de lo que ingresa, como hace el estado o varias de las Comunidades Autónomas. Por lo tanto, la comparación deuda privada con publica relativa al PIB es un engaño. Pero además, ¿Sabían ustedes que casi un 19% de la deuda neta del Ibex 35 –exceptuando los bancos- son facturas impagadas o devengos retrasados de la administración? En el caso de algunas empresas, las facturas pendientes suponen casi un 50% de su deuda con recurso. Luego está el concepto de “privado”. Asumir que las empresas fantasma creadas por la administración regional son “privadas” o que la deuda de las cajas -públicas todas- es privada es, como mínimo, irrisorio. Pero, por otro lado, deberíamos recordar que la deuda pública la pagamos todos en impuestos de rentas decrecientes –empobreciéndonos- y la deuda privada, por el contrario, se puede reducir con ampliaciones de capital y desinversiones. ¿Le prestaría usted a una empresa que se endeuda solo para pagar intereses? ¿A qué coste? Les emplazo a leer lo que comentábamos aquí (http://www.cotizalia.com/opinion/lleno-energia/2012/04/14/el-mercado-no-ataca-se-defiende-hay-que-atraer-inversores-no-espantarlos-6895/

4. El Banco Central Europeo debe inyectar fondos a la banca para reducir el riesgo. La expansión monetaria sin ajuste fiscal es una bomba de relojería, ya que solo funciona puntualmente, no cuando se incurre en déficits estructurales. Pero, como ya hemos visto con los LTROs y similares, no funciona. La deuda no se soluciona con más deuda y el riesgo se contagia, no se mitiga. Cuando dicen “el BCE debe rescatar a la banca para que no pague el contribuyente” es para morirse de risa. ¿De dónde creen que viene el dinero del BCE? Del contribuyente. El balance del BCE es ya el 32% del PIB de la Eurozona. ¿Piensan que esa deuda no se va a pagar a impuestazos actuales o futuros? Es la ilusión monetaria de la patada hacia delante que nos ha llevado a agrandar el agujero. (http://www.cotizalia.com/opinion/lleno-energia/2012/01/21/a-imprimir-el-bce-la-fed-y-la-ilusion-monetaria-de-la-patada-para-adelante-6532/

5. Si reducimos el déficit bajará la prima de riesgo. Reducir el déficit es solo reducir la cantidad de deuda adicional. Si yo le debo a usted 1.000 euros, decir que yo le iba a deber a usted 1.200 euros y ahora voy a reducirlo a “solo” 1.100 no me va a hacer ninguna gracia como acreedor. La prima de riesgo valora el exceso de rentabilidad requerida a una economía que no crece y que no puede repagar su deuda. No poder repagar- pero menos- no reduce la prima. Lo que hay que reducir es la deuda absoluta, vender activos y atraer capital, dejar de endeudarnos para pagar intereses, sobre todo cuando los recortes y aumentos de impuestos solo cubren la cantidad pagada por coste financiero (27.000 millones de euros). Un problema de liquidez que va camino de ser de solvencia, como el actual, no se resuelve nada más que reduciendo los gastos al nivel de los ingresos del ejercicio anterior. No rezando que los ingresos suban. 
6. Hispabonos, eurobonos son la solución. Seguimos obviando que un problema de deuda no se soluciona re-empaquetando y escondiendo deuda. Pero seguimos olvidando que, como ocurrió con las hipotecas ‘subprime’, el riesgo se contagia (http://www.cotizalia.com/opinion/lleno-energia/2011/11/26/eurobonos-no-gracias-la-deuda-no-se-soluciona-con-mas-deuda-6340/). Europa y España deben buscar una manera de crecer sin ahogar al contribuyente con más endeudamiento. 

7. Las agencias, los mercados, nos atacan. Elvis no ha muerto o la teoría de la conspiración -“echar la culpa a un ente difuso y lejano”-. Nunca admitir nuestros excesos y nuestra culpa. Si de algo hay que acusar a las agencias es de haber sido siempre optimistas, diplomáticas y complacientes con los gobiernos –sus clientes- y de reaccionar tarde. Por eso el mercado solo hace caso a Egan Jones (https://www.egan-jones.com/ ) y las agencias independientes. Y a los mercados culparles de creerse eso de la recuperación en forma de V y la tontería de que a largo plazo todo sube. Los inversores llevamos años como el cuento de la cigarra y la hormiga, tocando el violín pensando que viene el verano. Y a los que anunciaban el invierno se nos ha llamado antipatriotas y especuladores.http://www.cotizalia.com/opinion/lleno-energia/2012/04/14/el-mercado-no-ataca-se-defiende-hay-que-atraer-inversores-no-espantarlos-6895/

8. Hay que bajar salarios… Cuando el Estado se lleva entre el 33% y hasta el 51,4% del coste laboral de un trabajador (nómina de 2.750 euros al mes), el empleador paga el doble por un trabajador de lo que este percibe por su trabajo. Se crea pobreza, porque cada vez que se bajan los costes laborales se reduce, oh sorpresa, el monto neto que percibe el asalariado, no el porcentaje del Estado. Esto genera menor consumo, menor actividad, y menor incentivo para producir mejores bienes y servicios.  Hay que aumentar la renta disponible, bajando impuestos.

9. …y aumentar impuestos. Si añadimos las trabas a crear empresas, con la burocracia que nos ahoga, lo que nos faltaba era subir impuestos. La presión fiscal en España es del 39,9% de los costes laborales frente al 35% de la OCDE. El error de hablar de presión fiscal total (políticamente baja, 32,9% del PIB) es precisamente la referencia a un PIB hipertrofiado por una década de burbuja, y olvidar el impacto real sobre empresas y familias. Así,  el esfuerzo fiscal (40%) es de los mayores de la OCDE (lean aquí). Los impuestos indirectos son también de los más altos, con hidrocarburos, impuestos regionales y locales a la cabeza. Pero me dicen que las grandes corporaciones envían miles de millones a paraísos fiscales y no pagan impuestos. ¿Cierto? Miren la carga impositiva, no sobre el beneficio neto -que es contable- sino sobre la caja generada en España. Oh, sorpresa, las grandes empresas pagan casi un 20% de su caja neta después de inversiones generada en España en impuestos de todo tipo. El problema es la cantidad de ese beneficio neto que no se cobra, porque lo debe la Administración. Incluso si usáramos las cifras –exageradas- que cierta gente asume sobre “evasión fiscal e impuestos adicionales”, 12.000 millones de euros, no llegaríamos a reducir deuda absoluta. Seguiríamos creando un déficit anual de 45.000 millones de euros. 

Las inverosímiles cifras de fraude fiscal son otro problema. Según las estimaciones de GESTHA no ha habido crisis, solo se han sumergido beneficios. €60.000 millones 2008-2012 nada menos, es decir, que la economía sumergida “ha generado” más beneficio recurrente que Exxon entre 2008-2012. Si aceptamos las cifras del sindicato de inspectores, el paro en España es mentira porque solo ha habido trasvase de beneficios de la economía “oficial” a la sumergida. Lean este artículo de Juan Rallo (http://juanramonrallo.com/2012/10/las-inverosimiles-cifras-de-fraude-fiscal/). Las estimaciones de GESTHA sobre el fraude fiscal son cuando menos optimistas, y aunque se debe luchar con todas las fuerzas contra el mismo, no podemos apostar a que esos ingresos se van a materializar cuando la media de error en cálculos de ingresos fiscales en España entre la cifra esperada y la real es del 70%.

El estado se acomodó a unos ingresos de burbuja inmobiliaria aumentando el gasto y ahora pretende recuperarlos de los sectores y familias que han sobrevivido. Como explica Carlos Sanchez  en El Confidencial “la crisis se ha llevado por delante casi 47.000 millones de euros de ingresos, fundamentalmente derivados del sector de la construcción, algo que que explica en buena medida los abultados déficits presupuestarios generados desde entonces” (Los ingresos del Estado siguen clavados en el 38% pese a la subida de impuestos – Noticias de Economía).

10. El sistema bancario privado ahoga al Estado. ¿O al revés? La banca era pública en su mayoría y la privada está íntimamente ligada al Estado. Nos olvidamos que nuestro sistema financiero, – ‘el mejor del mundo’- es el más regulado, gracias a Bruselas, el BdE y era 56% público, gracias a las cajas tan bien gestionadas por todos los partidos y sindicatos. Tras cuatro años de crisis inmobiliaria evidente y reconocida, solo se había provisionado un 22% de su exposición al ladrillo y menos de un 50% de su exposición al suelo. El problema del sistema bancario no es que no quiera dar crédito. Es que no puede tomar riesgo mientras sus balances se deterioran por la pérdida de depósitos, mantener la “respiración artificial” a empresas zombi ultra endeudadas y la poca capacidad de riesgo se acapara por las exigencias de compra de deuda soberana. Íntimamente ligado al Estado.

Hemos acumulado un déficit que supera los 450.000 millones desde 2008, veinte trimestres consecutivos de incremento. Las ayudas a la banca computadas dentro de ese déficit no llegan a los 67.000 millones. Por lo tanto, «el aumento de la deuda es por las ayudas a la banca» es meridianamente falso.

Vea a su vez: «Análisis del déficit de 2013». El gasto es el problema.

Video: Charla en la Universidad Católica de Valencia: «La austeridad se contrapone al despilfarro y no a la prosperidad»

Video completo aquí 

El economista y gestor de fondos participa en el Seminario Ética y Economía de la Universidad Católica de Valencia

 

07/04/2014

Daniel Lacalle, economista, gestor de fondos y escritor.
De iz. a dr.: Ginés Marcos, Decano de la Facultad de Derecho; el economista Daniel Lacalle; José Luis Sanchez, Vicerrector de Extensión Universitaria y Pastoral; Francisco Martínez, economista que ha presentado al ponente; y Juan Sapena, Decano de la Facultad de Económicas y Ciencias Expresariales.
El acto se ha celebrado en el Campus de Valencia-San Juan y San Vicente.

El economista y gestor de fondos de inversión, Daniel Lacalle, ha asegurado que «España puede salir muy reforzada de esta crisis», al igual que en su momento «salieron Reino Unido o Alemania», durante la conferencia que ha pronunciado en la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir», en el marco del Seminario de Ética y Economía, organizado por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Cultural.

«Cuando alguien me dice que en España no hay posibilidades de que eso suceda, yo les contesto que yo vivía en el Reino Unido en los años 70 y no quiero recordarle a nadie cómo se le llamaba: Reino Unido era ‘el enfermo de Europa’ y, en cambio, hay que ver lo que es hoy», ha señalado el autor de libros como «Nosotros los mercados» o «Viaje a la libertad».

Así, ha manifestado que «de la crisis se sale, y se sale porque hay algo contra lo que no se debe ni puede apostar que es contra la capacidad de las personas de salir adelante y conseguir los objetivos».

Lacalle ha lanzado una idea optimista a los participantes en el seminario: «España va salir de la crisis gracias a todos ustedes, no al gobierno, ni a la Unión Europea, ni a Obama, ni a Merkel, ni a la política monetaria, entre otros; sino, gracias a todos nosotros, a los empresarios, a los ciudadanos, a las pymes…».

En su intervención, titulada «Situación de la economía española: ¿Es cierta la salida de la crisis?», este experto ha reconocido que «estamos saliendo de la recesión», si bien, «no de la crisis». «La crisis es algo de mayor calado. Es el agotamiento de un modelo de endeudamiento, un modelo de crecimiento basado en el gasto público y la construcción y el agotamiento de un modelo europeo de potenciar la economía desde los sectores llamados estratégicos por parte de los estados que ha creado una sobrecapacidad muy importante», ha añadido.

Al respecto, ha detallado que se está en el punto de ver si «ese modelo se agota o si va cambiando a un modelo exportador, más orientado a potenciar la demanda interna, pero eso no significa que se haya salido de la crisis, significa que se ha salido de la recesión» Sobre los indicadores precisos que indicarán la salida de la crisis, este economista y escritor ha apuntado a la disminución del desempleo y el incremento de la renta disponible.

«Mientras el desempleo esté a los niveles en los que está en la Unión Europea y en España, y el nivel de rentas disponible, el dinero que queda a las familias para consumir se reduzca y el consumo no aumente de manera relevante, no habremos salido de la crisis», ha aseverado.

Asimismo, Lacalle se ha mostrado «contrario a incentivar la demanda interna nunca lo he entendido porque no falla la demanda interna. Nosotros hemos tenido un exceso de demanda interna durante 8 años absolutamente desproporcionado, no podemos pedir que crezca la demanda interna cuando tenemos sobrecapacidad».

De esta forma, el experto ha señalado que «estimular la demanda interna sin saber cuál es esa demanda es un concepto irrelevante». «No hay que estimular la demanda mientras haya una sobrecapacidad en energía del 40 por ciento, una sobrecapacidad en infraestructuras del 35 por ciento y una sobrecapacidad en el sector productivo que ronda el 20 y el 30 por ciento», ha enumerado.

Sobre las medias tomadas en los últimos años, Lacalle ha subrayado que «han sido muy importantes» la reforma laboral y «parar esa locura que llamaban inversión y que era gasto en cosas inútiles».

No obstante, en opinión del ponente, «falta la más importante: la reforma de la administración pública». «Seguimos teniendo una administración que no solo es extremadamente cara, sino monstruosamente entorpecedora de la actividad económica, muy burocrática, nada orientada a facilitar, sino orientada a entorpecer.

Una regulación y unas leyes y normativas locales, regionales y nacionales que complican la actividad económica. Todo eso hay que cambiarlo ya», ha observado.

Sobre la austeridad, Lacalle la ha contrapuesto a «despilfarro» y no a prosperidad, «como mucha gente aún la identifica». «Austeridad es no gastar más de lo que se ingresa, controlar las cuentas públicas de forma consistente y constante», ha identificado.

«De donde no hay no se puede sacar, eso nos lo decían nuestros abuelos y hay que recuperarlo, ha puesto como ejemplo el prestigioso economista.

Es esta actividad han participado José Luis Sánchez, Vicerrector de Extensión Universitaria y Cultural; Juan Sapena, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales; Ginés Marco, Decano de las Facultades de Derecho y Filosofía y Antropología Social y Cultural; y Francisco Martínez, economista que ha presentado a Lacalle.

DANIEL LACALLE

Daniel Lacalle es Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid, posee el título de analista financiero internacional CIIA (Certified International Investment Analyst) y postgrado por el IESE.

Su carrera en gestión de carteras e inversión comenzó en Estados Unidos y continuó en Londres (en las compañías Citadel y Ecofin Limited) donde ha trabajado en renta variable, fija, capital riesgo y materias primas.

Durante cinco años consecutivos Lacalle ha sido elegido en el Top 3 de los mejores gestores del Extel Survey, el ranking de Thomson Reuters, en las categorías Estrategia General, Petróleo y Eléctricas.

Previa a su etapa como gestor, trabajó como analista financiero en ABN Amro (hoy RBS), y llevó a cabo distintas responsabilidades en Repsol y Enagas, donde recibió el premio a la mejor OPV (IR Awards 2002).

Además, Daniel Lacalle suele participar en los medios de comunicación. Así, escribe una columna semanal en El Confidencial y colabora habitualmente en la CNBC, El Mundo, The Commentator, y Wall Street Journal.

A.Martínez / comunicacion@ucv.es